Google experimenta con una IA capaz de generar música a partir de texto, aunque las implicaciones legales del proyecto la obligan a ser prudente

Una de las oficinas de Google.

Spencer Platt /Getty

  • Google ha experimentado recientemente con una IA capaz de generar texto, según ha adelantado TechCrunch.
  • Las complejas implicaciones legales de un sistema que crea ritmos a partir de temas con derechos de autor, sin embargo, obligan al gigante tecnológico a ser prudente con su lanzamiento.

Mucho se ha escrito en las últimas semanas sobre la supuesta crisis que está atravesando Google

El motivo no es otro de que el hecho de que el gigante tecnológico se esté viendo desbordado por las capacidades exhibidas por ChatGPT, un generador de texto automático que lleva meses asombrando a la comunidad tecnológica.

Lo ha hecho en un ámbito, el de la IA, en el que Google lleva años apostando una inmensa cantidad de tiempo, recursos y esfuerzos a través de proyectos como DeepMind, que últimamente atraviesa sus propios problemas a raíz de una serie de denuncias de acoso sexual que se han dado en los últimos meses en el seno de la empresa.

Ahora, con Microsoft a punto de invertir 10.000 millones de dólares en OpenAI, la empresa detrás de GPT-3, el modelo en que se basa ChatGPT, muchos esperan por parte de la empresa dirigida por Sundar Pichai un movimiento que, al menos, les ayude a empatar la partida.

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La última muestra de que muchas cosas se están moviendo en el seno de Google la ha revelado este viernes TechCrunch, que ha contado que el gigante tecnológico ha estado experimentando con una IA capaz de generar música a partir de texto.

Llamado MusicLM, este sistema, explica este medio, parece ser el primero de cuantos han existido hasta el momento capaz de generar melodías verdaderamente complejas.

Lo logra gracias a haber sido entrenado con 280.000 horas de música que han servido a la IA para aprender a generar canciones coherentes a partir de descripciones más o menos complicadas como "encantadora canción de jazz con un memorable solo de saxofón y un cantante solista", tal y como cuentan los investigadores encargados de su desarrollo en un artículo de investigación.

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Las capacidades de MusicLM van más allá de la generación de clips cortos de canciones. Los investigadores de Google demuestran que el sistema puede basarse en melodías existentes, ya sean tarareadas, cantadas, silbadas o tocadas con un instrumento, así como en consignas como "hora de meditar", "hora de despertarse", "hora de correr", "hora de dar el 100%".

A partir de ahí, la IA puede crear una especie de "historia" o narración melódica de hasta varios minutos de duración, perfectamente adecuada para la banda sonora de una película. MusicLM también puede recibir instrucciones mediante una combinación de imagen y pie de foto.

Pero a pesar de estas potenciales capacidades, MusicLM dista mucho todavía de ser perfecto. Aunque la IA es capaz de generar voces, estas dejan mucho que desear; sus letras son poco menos que inentendibles y, sobre todo, tiene problemas manifiestos con los derechos de autor

En concreto, durante un experimento los investigadores encargados del proyecto descubrieron que alrededor del 1% de la música generada por el sistema era una réplica directa de las canciones con las que se había entrenado.

El problema es lo suficientemente importante como para haber interrumpido los planes de Google de lanzar la IA a corto plazo. "Reconocemos el riesgo de posible apropiación indebida de contenidos creativos asociados al caso de uso", escriben los coautores del artículo. 

No es, ni mucho menos, la primera vez en que el debate sobre la generación de IA sale a la palestra. Algunos de los debates más antiguos datan de 2016, cuando Google anunció la puesta en marcha de Magenta, una IA creativa que aspiraba a crear texto, imágenes y música.

La música generada mediante máquinas funciona bien en fragmentos pequeños, pero no puede formar ningún trozo narrativo largo, advirtió entonces Douglas Eck, el científico investigador que quedó al cargo de Magenta. 

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Como respuesta, la idea de Google pasaba por crear una IA generadora de música como instancia intermedia hacia su objetivo final: el dominio del lenguaje. Paradójicamente, años después parece que está llegando antes lo segundo que lo primero.

El principal escollo de todo esto ahora es la cuestión legal. Eric Sunray, ahora becario jurídico de la Music Publishers Association, sostiene en declaraciones recogidas por TechCrunch que los generadores de música por IA como MusicLM violan los derechos de autor de la música.

Lo hacen al crear muestras de audio coherente a partir de las obras con derechos de autor que ingieren en el entrenamiento, lo que incumple las leyes europeas y de EEUU

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