Las cuatro grandes telecos europeas sellan una alianza inédita por un cambio regulatorio: "Es momento de que Bruselas deje de hablar y tome decisiones reales"

José María Álvarez-Pallete, director ejecutivo de Telefónica, y Christel Heydemann, CEO de Orange.
José María Álvarez-Pallete, director ejecutivo de Telefónica, y Christel Heydemann, CEO de Orange.

GSMA

  • Telefónica, Orange, Vodafone y Deutsche Telekom, los cuatro mayores operadores de telecomunicaciones de Europa, se han unido para pedir un cambio de regulación para salvar al sector.
  • En el marco del Mobile World Congress, han pedido que los planes del libro blanco de Thierry Breton pasen a ser una realidad y que cambie la forma en que se gestionan las concesiones de espectro.

Durante el último día del inversor de Telefónica de finales del año pasado, en el que el operador presentó su plan estratégico, su presidente ejecutivo, José María Álvarez-Pallete, bromeó con que preguntar a un directivo de una teleco sobre regulación era como terapia. Ahora, el tiempo para contar las penas ha terminado y el sector urge medidas.

"Esto no es solo una terapia, es un grito de ayuda. Necesitamos cambiar", ha asegurado el líder de Telefónica desde el año 2016 durante una charla de la GSMA este lunes.

El escenario, además, ha sido especialmente histórico, ya que es una de las primeras ocasiones en la historia en la que los CEO de las cuatro mayores telecos europeas (Telefónica, Vodafone, Orange y Deutsche Telekom) se juntan en un lugar con un mismo propósito: entienden que ha llegado el momento de dejar de hablar y empezar a tomar medidas.

"Es momento de que Bruselas deje de hablar y tome decisiones. Que todas las declaraciones se vuelvan legislación, sean reales y volvamos a ganar la confianza de nuestros inversores", ha condensado Timotheus Höttges, CEO de Deutsche Telekom, uno de los más enérgicos en unas reclamaciones que ya son históricas para el sector.

La industria de las telecos tiene motivos para estar ilusionada por la futura llegada de un cambio en la regulación, gracias a la reciente publicación del libro blanco de Thierry Breton, que recomienda a la futura Comisión Europea que salga de las elecciones de este año que tome una serie de medidas para proteger a las compañías europeas de telecomunicaciones. 

Entre estas recomendaciones, sospechan los críticos, estaría la del fair share, es decir, la retribución justa por parte de las grandes plataformas como Google, Meta, Netflix, Microsoft y Amazon. Solo 6 compañías generan más de la mitad del tráfico que procesan en la actualidad las redes que costean las telecos, que proponen que lo reduzcan o que asuman parte del coste de despliegue.

Pero la situación que vive es de auténtica emergencia y está perdiendo la paciencia ante las dificultades para costear el desarrollo de las redes para el mundo digital del mañana.

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"Somos la última esperanza de Europa en tecnología. Solíamos ser un foco de innovación, pero ahora hay un gap de 200.000 millones de euros", como denuncia Álvarez-Pallete, en referencia a la necesidad de financiación para que se cumplan los objetivos marcados por la Unión Europea para 2030.

En la lucha por la inversión, las telecos europeas utilizan muy a menudo la comparación con China y, sobre todo, con Estados Unidos, que ha pasado de estar por detrás de Europa a tener una red, sobre todo la 5G, mucho más avanzada que la del Viejo Continente. 

Y esto tiene mucho que ver precisamente con la capacidad de inversión, ya que en la actualidad el sector telco estadounidense invierte 240 dólares por ciudadano, mientras que en Europa esta inversión se reduce a 109 dólares por persona.

Como parte de las reivindicaciones, los grandes operadores han pedido que cambie el modelo actual por el que se asignan las concesiones del espectro radioeléctrico en Europa para que se parezca de nuevo al sistema norteamericano.

Así lo ha manifestado Margheritta della Valle, CEO de Vodafone, que compara pujar por una casa que ya has comprado con las licencias de espectro temporales en Europa, algo que no ocurre en Estados Unidos, donde se conceden a perpetuidad.

"Necesitamos certeza con el espectro", ha reclamado la máxima directiva del operador rojo, que recientemente ha tomado la decisión de salir del mercado en España y ha vendido su negocio en nuestro país a Zegona por 5.000 millones de euros.

Deutsche Telekom estima que el coste que las telecos europeas deben asumir por la necesidad de renovar licencias cada 20 años es de 65.000 millones de euros. "Ese dinero no se recupera, crea escaseces artificiales", denuncia su CEO.

El otro pilar de las reivindicaciones de las telecos para pedir un nuevo marco regulatorio tiene que ver con la política de competencia europea, que consideran desfasada y que les pone en desigualdad frente a los operadores de Estados Unidos y China.

Con consecuencias palpables como el despliegue de redes en zonas remotas, donde no puede haber múltiples redes rentables. "La consolidación local necesita volverse posible en Europa. En un mundo con 5G, en el mundo rural no es económico que haya cuatro redes 5G en todas partes. No tiene sentido", denuncia.

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Uno de los efectos más claros de esta política de competencia europea ha sucedido en España, donde Orange España y MásMóvil acaban de recibir la autorización para fusionarse y formar el primer operador por número de clientes, por delante de Telefónica. 

Pero la luz verde ha llegado con los remedies, es decir, condiciones para mantener la competencia que han beneficiado al que se convierte en cuarto operador: Digi, que recibe sus primeras frecuencias de red móvil y que podrá llegar a un acuerdo mayorista preferente con Orange-MásMóvil (ahora funciona con la red de Telefónica).

"No queremos eliminar la competencia, y seguiremos compitiendo en España", defiende Christel Heydemann, la CEO del Grupo Orange.

Esta decisión, reconoce la ejecutiva, le permitirá a largo plazo seguir teniendo la capacidad de invertir en redes con las que seguir compitiendo con el resto de operadores.

"Tendremos más escala y podremos invertir más en las redes. Orange en España se estaba quedando por detrás de Telefónica en 5G, y la fusión con MásMóvil permitirá invertir en fibra y seguir adelantando en infraestructura", apostilla la ejecutiva.

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