Por qué en este Mobile World Congress volveremos a oír a hablar de la retribución justa o fair share

Thierry Breton, comisario de Mercado Interior de la Unión Europea y uno de los principales impulsores del Reglamento de la IA.
Thierry Breton, comisario de Mercado Interior de la Unión Europea y uno de los principales impulsores del Reglamento de la IA.

Virginia Mayo/Pool via REUTERS

  • La retribución justa o fair share será uno de los temas que centrarán las demandas de las telecos europeas en el MWC de Barcelona.
  • A horas de que comience la feria, Bruselas presenta un libro blanco y las plataformas digitales sospechan que es un "caballo de Troya" de las telecos.

El Mobile World Congress de Barcelona, la principal cita anual de las telecos, no solo será el escenario donde los operadores exhiban sus innovaciones y planes de negocio más relucientes, sino que será también la oportunidad perfecta para defender su sector y lograr mejoras en la regulación frente a otras industrias en auge como la tecnológica.

Con permiso de quienes piden un sector de telecomunicaciones europeo casi completamente desregulado, esta edición de 2024 del MWC habrá una reivindicación del sector que será la gran protagonista: la retribución justa, también conocida por el término en inglés fair share.

El argumento es siempre el mismo: solo 6 tecnológicas (Netflix, Google, Meta, Microsoft, Amazon y Apple) son responsables de más de la mitad del tráfico de sus redes. Por ello, ven necesario que los reguladores las obliguen a implicarse en el despliegue y en el mantenimiento de las redes de internet fijo y móvil, que hoy costean exclusivamente las propias telecos.

José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica y presidente rotatorio de la GSMA, la asociación global de telecos que organiza el Mobile, es una de las grandes voces que han defendido esta propuesta. 

Hace meses, en el primer día del inversor de Telefónica en años, Pallete afirmó que el fair share no se concibe como un impuesto, sino como un llamamiento a un uso más responsable de la red para los grandes generadores de tráfico.

"Estamos listos para darles [a las tecnológicas] un periodo de tiempo, dos años o lo que necesiten, hasta que reduzcan su tráfico por debajo del 5% del total de la red (...) Si no lo logran, recurriremos a un arbitraje. No queremos su dinero: queremos que nos devuelvan el nuestro", criticó.

Lógicamente esta propuesta no gustó a las tecnológicas. Amazon lo considera un "impuesto a internet" y una medida que socava la neutralidad de la red. También defienden que sus plataformas han hecho crecer a las telecos y que los usuarios pueden acabar pagando más por sus servicios.

Hay un precedente interesante: el de Corea del Sur, país asiático que aprobó en 2018 una normativa similar al fair share.

El pico de tráfico causado por la serie El juego del calamar hizo que Netflix se viese en una disputa judicial con el operador local SK Telecom, al que tuvo que compensar económicamente. Aquella bronca se resolvió con un acuerdo estratégico amistoso. Peor suerte corrió Twitch, que a finales del año pasado cesó sus operaciones en el país asiático a consecuencia de esos altos costes.

Las telecos incidirán previsiblemente en el fair share durante el Mobile World Congress aprovechando que en el último año han conseguido ganar mucha fuerza en sus reivindicaciones, logrando entrar al fin en el calendario político de la Unión Europea.

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Bruselas levanta un polvorín a horas de que empiece el Mobile World Congress

Sin ir más lejos, Bruselas liberó hace unas horas la primera versión de su libro blanco sobre el futuro de la conectividad en el continente. Es la respuesta a una promesa del comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, quien por cierto fue CEO de France Telecom —hoy Orange— entre 2002 y 2005.

Para entender la publicación de este libro blanco apenas unos días antes de que comience el Mobile hay que remontarse varios meses atrás. 

Ya en la feria del año pasado el fair share copó algún que otro titular. Greg Peters, co-CEO de la gran plataforma audiovisual, denunció que la introducción de esa fórmula supondría que las telecos cobrarían dos veces por la misma infraestructura. 

Por su lado, la que por entonces era secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas, reconoció en una entrevista con Business Insider España realizada en el Mobile que sería extraño que las telecos fuesen "las perdedoras de este viaje", siendo una de las primeras veces en las que el Gobierno de España se zambullía en este debate.

En octubre del año pasado se celebró en León una cumbre informal de ministros de telecomunicaciones que acabó descafeinándose. Breton se había convertido en el gran defensor de la industria dentro de la Comisión, pero tuvo que rebajar sus pretensiones ante ese encuentro por la controversia que suscita.

Ni la carta que 20 telecos enviaron a Bruselas por entonces sirvió de mucho: en León se pasó de puntillas sobre el gran elefante en la habitación. La Comisión es consciente de lo mucho que hay en juego en las elecciones europeas de junio, y de que no da tiempo a poner en marcha el proceso legislativo en lo que resta de legislatura.

Así las cosas, el Reglamento de Redes Digitales —DNA en sus siglas en inglés— tendrá que pensarse a partir de la segunda mitad del año. El libro blanco que ha presentado en Bruselas el propio Breton junto a la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, pone negro sobre blanco algunos de los desafíos que aborda la industria de las telecomunicaciones.

Las telecos materializan su propuesta a la Comisión Europea para que las plataformas tecnológicas paguen por el despliegue de 5G y fibra óptica

Por ejemplo, las dificultades de la industria de competir con las telecos de otras partes del planeta. No es lo mismo ofrecer tus servicios para un gran mercado como Estados Unidos o como China cuando en Europa hay 27 estados y no se ha creado un mercado único para las telecomunicaciones: cada país tiene entre dos y cuatro operadores compitiendo.

Esa fragmentación tiene implicaciones en "la capacidad de los operadores de lograr tener la escala necesaria para invertir en las redes del futuro", en particular en aquellas infraestructuras necesariamente transfronterizas, "cruciales para un despliegue efectivo de tecnologías como el IoT".

"Solo algunas operadoras como Orange, Deutsche Telekom, Vodafone, Orange, Iliad o Telefónica están presentes en varios mercados nacionales", apunta el texto.

El documento, en sí mismo, no se pronuncia específicamente sobre qué fórmula podría abrazar la Unión Europea en un futuro, si validar la propuesta de las telecos —el controvertido fair share— o explorar otras iniciativas similares —como aducen ya algunos grupos parlamentarios—. En todo caso, desarrolla varios escenarios y lanza hasta doce consultas que responderán expertos.

El libro blanco, si acaso, se aviene a deslizar la idea de que "nada impide a las telecos consolidarse en varios mercados hoy, pero no lo hacen debido a las diferentes legislaciones nacionales", en palabras de Vestager. "Debemos crear un mercado único para las telecos".

Sin embargo, la idea de impulsar y fortalecer el mercado de las telecos europeo no ha sido bien recibido por todo el mundo. Las plataformas en línea, representadas por la CCIA, han enviado una nota de prensa en la que directamente temen que las propuestas —aunque no sean de momento legislativas— acaben siendo secuestradas por las firmas de telecomunicaciones.

Mientras que la ETNO —la patronal europea de las telecos— ha acogido con satisfacción el libro blanco y las propuestas conocidas esta semana, la CCIA ha sido mucho más dura. "Varias partes del documento podrían servir para favorecer a los operadores de telecomunicaciones tradicionales que quieran resucitar en un futuro su rechazada petición de cánones de red".

Aunque a la CCIA sí le satisface que en el texto la Comisión reconozca que "no hay problemas en el mercado de interconexión IP que justifiquen una intervención", sí le decepciona que entre los hipotéticos escenarios se contemple "un mecanismo de este tipo, que es una petición de los CEO de las grandes telecos".

Por eso, habrá que esperar a la segunda mitad del año para que se constituya la nueva Comisión y se reabra el debate a nivel institucional. La conversación va a estar más viva que nunca en el Mobile World Congress que comienza el próximo lunes.

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