Apple ha presentado a bombo y platillo, como ya es costumbre, su nueva familia iPhone 15, una flamante serie de móviles con varias novedades con respecto al año pasado entre las que destaca el puerto de carga USB-C, que por fin se adapta a la ley europea, y otras novedades en la cámara.

Pero tener lo último en tecnología nunca es barato y menos si tiene el logo de Apple, marca especializada en productos premium, por lo que muchas de las miradas en la presentación estaban centradas en el precio con el que saldrían al mercado.

Sorprendentemente, no se produjo la subida de precios que muchos expertos habían vaticinado, ya que los precios en Estados Unidos se mantuvieron iguales a los del año pasado e incluso ha habido una ligera bajada de precios a nivel internacional que también ha afectado a España.

El iPhone 15 tiene un precio de partida de 959 euros, 50 euros menos que su predecesor. El iPhone 15 Plus, con pantalla más grande pero las mismas características, también baja de precio 50 euros, ya que parte de los 1.109 euros en su configuración de entrada.

En los modelos más premium, el iPhone 15 Pro ha bajado 100 euros de precio (hasta los 1.219 euros de este año), mientras que el iPhone 15 Pro Max mantiene su coste con respecto al año pasado, con 1.469 euros.

¿Hay vida más allá del iPhone? El futuro de Apple y del smartphone

Pero más allá de la vorágine de la actualidad, conviene poner en contexto a qué equivalen los precios en comparación con el salario mínimo, y nos encontramos una tendencia curiosa desde los inicios del iPhone en España, cuyo primer modelo fue el iPhone 3G en 2008.

En 2008, un español con el salario mínimo interprofesional (SMI) de por aquel entonces podía comprarse el modelo más potente de iPhone 3G por menos de su sueldo de un mes: 299 euros costaba el móvil, frente a los 600 euros que se cobraban como mínimo por una jornada completa.

Pero Apple fue aumentando de forma progresiva el precio de sus móviles hasta que en 2010 se produce el sorpasso, y el iPhone 4 ya cuesta más que el SMI de ese año, con 633,3 euros de sueldo frente a 699 euros del móvil insignia de Apple.

Desde entonces los precios de los móviles han aumentado tanto que no siquiera un aumento de más de 400 euros en el salario mínimo interprofesional de España, en un panorama que cada vez está más descompensado para los que quieran el iPhone en su configuración más potente.

Los móviles de Apple tienen como hito que han llegado a costar en sus modelos más caros más del doble del salario mínimo de ese año, como ocurrió en 2018 con el iPhone XS y como volvió a repetirse el año pasado con el iPhone 14 Pro Max de 1 TB de almacenamiento.

Con la bajada de este año, acceder al mejor iPhone se vuelve ligeramente más accesible para los españoles con el SMI, ya que es necesario que reúna 1,82 meses de sueldo para hacerse con el iPhone 15 Pro Max de 1 TB. 

En cualquier caso, es difícil que los usuarios reúnan esta cantidad de dinero para un móvil, como demuestran los datos de ventas en el segundo trimestre, en el que Apple ha vendido un 15% menos de unidades en España que en 2022 y apenas llega al 11% de cuota, frente al 17% internacional.