He seguido la rutina matutina de Tim Cook, CEO de Apple, durante una semana: me dejó exhausta y con una incipiente adicción a la cafeína

Desde que me mudé al área metropolitana de Nueva York en enero, he estado trabajando para establecer una rutina matutina productiva que me ayude a tener éxito en mi transición a la edad adulta.

Ya sabes, esa cosa aterradora sobre la que todo el mundo te advierte cuando te gradúas de la universidad.

Hasta ahora, la adaptación a la vida laboral de 40 horas semanales ha sido exactamente eso: una adaptación. Y aunque aún no he alcanzado los mismos niveles de existencialismo que algunos de mis compañeros de la generación Z (dame tiempo), definitivamente he sentido que nunca terminaré mi interminable lista de cosas por hacer.

Durante mi primera semana de trabajo, estaba lista para irme a dormir a las 8 de la tarde y realmente no podía entender cómo alguien tenía la motivación o la energía para hacer ejercicio, por no hablar de criar una familia o ser social, lo que provocó una llamada telefónica muy empática a mis padres.

Desde entonces he encontrado un ritmo mucho mejor, pero la experiencia me hizo pensar: ¿Qué tipo de persona productiva podría emular para alcanzar mejor mis objetivos?

UN CEO.

Los CEO son famosos por su gran conocimiento del sector, sus apretadas agendas y su capacidad para dirigir a los demás. Como persona que acaba de empezar su carrera, no se me ocurría un puesto mejor al que aspirar.

La siguiente pregunta era: ¿Qué CEO? La rutina diaria de Mark Zuckerberg empieza corriendo y entrenando MMA, así que fue un no inmediato por mi parte. Pero Tim Cook, CEO de Apple, se levanta temprano —entre las 4 y las 5 de la mañana—, responde correos electrónicos, hace entrenamiento de fuerza varias veces a la semana, luego se ducha, se prepara y toma un café y quizá un desayuno ligero. Menos la hora de levantarse temprano, su rutina parecía muy asequible, con oportunidades realistas de integrar hábitos más saludables en mi propia vida.

Una vez tomada la decisión, me entusiasmó empezar un reto de una semana para ver si copiar la rutina de Cook me ayudaría a poner en marcha mi propia productividad.

La cosa fue así.

Aproveché la noche del lunes para prepararme para levantarme temprano el martes, terminando las tareas domésticas y acostándome temprano para facilitar la transición

Sé que los retos de este tipo suelen empezar el lunes por la mañana, pero durante la semana que elegí para completarlo, la combinación del horario de verano y una madrugada viendo los Óscar me hizo necesitar un poco más de tiempo para prepararme para este enorme cambio de rutina.

En un episodio de 2023 de Dua Lipa: At Your Service, Cook dijo que es "un madrugador" que suele despertarse entre las 4 y las 5 de la mañana.

Entre los beneficios de despertarse temprano está el de estar en una mejor posición para tener éxito, según ha publicado en el pasado Business Insider.

"Las personas madrugadoras también se anticipan a los problemas e intentan minimizarlos, según demostró mi encuesta", dijo Christoph Randler, biólogo, a Harvard Business Review en 2010, refiriéndose a su estudio de estudiantes universitarios. "Son proactivos. Varios estudios han relacionado este rasgo, la productividad, con un mejor rendimiento laboral, un mayor éxito profesional y salarios más altos."

Normalmente me voy a dormir entre las 11 de la noche y la medianoche y me despierto sobre las 7:30 de la mañana, así que decidí adoptar un enfoque bastante liberal de la rutina de Cook y puse mi alarma a las 4:45 de la mañana, planeando irme a dormir a las 10:30 de la noche.

Los lunes trabajo desde casa, así que podía dedicarme inmediatamente a completar las tareas domésticas y las tareas menores que había pospuesto durante el fin de semana.

A las 10 de la noche, la cocina estaba limpia, la colada doblada, la ropa para ir al gimnasio y al trabajo elegida y mi rutina nocturna completa, cosa que nunca ocurre. Me permití 30 minutos de TikTok porque parece que todavía no puedo dejar de cometer el error de mirar pantallas antes de acostarme, luego apagué el teléfono e hice todo lo posible por dormirme.

El primer día empezó de forma productiva con una sesión de pilates en casa

No creo que nada pueda incentivarte de verdad a levantarte a las 4:45 de la mañana, excepto quizá un vuelo a unas vacaciones tropicales, y como esto no eran unas vacaciones, me decepcionó mucho levantarme tan temprano.

Pero, al parecer, Cook no se siente así. En "Dua Lipa: At Your Service", dijo que pasa su primera hora centrado solo en el correo electrónico.

"Soy bastante religioso a la hora de hacerlo", dijo. "Leo correos electrónicos de muchos clientes y empleados, y los clientes me dicen cosas que les encantan de nosotros o cosas que quieren que cambiemos. Los empleados me dan ideas. Pero es una forma de estar al tanto de lo que siente la comunidad, y me encanta".

Es imposible que mi bandeja de entrada esté tan llena como la suya, así que revisé mi correo electrónico lleno de anuncios y leí algunos mensajes de Slack antes de volver a dormirme.

Me desperté de nuevo a las 6:20 de la mañana, me puse la ropa de gimnasia y las lentillas y me dirigí al salón para hacer ejercicio.

Cook, que tiene 63 años, dijo a Lipa: "Paso una hora en el gimnasio, normalmente haciendo ejercicios de fuerza, y tengo a alguien que me empuja de verdad a hacer cosas que no quiero hacer, y no hago nada de trabajo durante ese periodo de tiempo. Nunca miro el teléfono".

Puede que Cook tenga un entrenador, pero yo tengo los vídeos de YouTube de "Pilates Body by Raven". Aunque sólo hice ejercicio durante unos 30 minutos, la actividad me ayudó a despertarme y me sentí bien al esforzarme probando algo nuevo.

Desde que dejé de jugar al fútbol después del instituto, me ha costado mantener una rutina de ejercicios constante. Normalmente, entreno durante un par de días o semanas y luego no vuelvo a hacer nada durante meses, así que fue emocionante encontrar una nueva actividad que me gustara. Me motivó creer que esto podría formar parte de mi rutina normal.

Ver salir el sol sobre Nueva York fue un momento especial que me hizo sentir realizada

Después de hacer ejercicio, me paré a contemplar el amanecer, algo que nunca estoy despierta para apreciar, y luego llegó la hora de prepararme para ir a trabajar.

Me duché y me vestí, pero levantarme tan temprano me dio una falsa sensación de seguridad horaria, así que acabé llegando tarde y saltándome el desayuno para llegar a tiempo a la oficina.

En general, mis primeras impresiones de esta nueva rutina fueron positivas.

Aunque me sentía un poco cansada a media tarde, el primer día me pareció un éxito y me alegré de haber empezado el día de forma productiva y con un entrenamiento ya terminado para poder relajarme al llegar a casa.

El miércoles me costó levantarme temprano, pero disfruté haciéndome el desayuno y el café

El martes me fui a la cama entre las 22:30 y las 23:00 y me sentí como si apenas hubiera dormido cuando intenté despertarme a las 5:00. Estoy segura de que el pilates tuvo algo que ver.

Con los ojos entreabiertos, ojeé rápidamente mi correo electrónico y las notificaciones de Slack antes de dejarme llevar por el sueño. Cuando me desperté de nuevo, usé TikTok para postergar el ejercicio antes de forzarme por fin a hacer al menos algo.

Me decidí por un rápido entrenamiento de fuerza de 20 minutos que consistía en abdominales, elevaciones de piernas, flexiones y un poco de "levantamiento de pesas", es decir, yo levantando mis bonitas pesas de 3 kilos compradas en unos grandes almacenes.

Como trabajaba desde casa, tuve tiempo de preparar el desayuno después de ducharme y vestirme.

Durante una entrevista de 2017 con Andrew Ross Sorkin, columnista de The New York Times, Cook "se zampó claras de huevo revueltas, cereales sin azúcar, leche de almendras sin azúcar y bacon." También suele tomar café.

No me gusta el bacon y no tenía cereales sin azúcar, así que me preparé claras de huevo revueltas y una taza de café con azúcar y leche de almendras y vainilla sin azúcar.

Aunque normalmente no bebo café (ni siquiera me gustaba cómo sabía el mío), seguí sorbiendo de mi taza mucho después de que su contenido se enfriara, así que supongo que eso significa que funcionó... o que lo necesitaba.

A lo largo del día, me sentí con energía y orgullosa de mí misma por haberme esforzado en hacer una pequeña sesión de ejercicio, aunque no tuviera éxito en todos los aspectos de la rutina.

Empezaba a ver algunas posibilidades prácticas de mejora en mi vida fuera del reto.

El jueves fue el mejor día de la semana con diferencia, me sentía con energía, fuerte y preparada para el ajetreado día que me esperaba

El jueves me sentí más despierta que los dos días anteriores, a pesar de haberme dormido el miércoles a medianoche.

¿Significó eso que salté de la cama para empezar mi entrenamiento? No, pero me dio algo de tiempo extra para cargar mi teléfono, ya que me había olvidado de hacerlo la noche anterior. Luego salí de la cama a mi "nueva normalidad" de las 6 de la mañana e hice otro vídeo de "Pilates Body by Raven", esta vez centrado en fortalecer el tronco.

Puede que no sea fan de la hora a la que se levanta Cook, pero tengo que agradecerle que no sea una persona de cardio. Terminé mi entrenamiento en 30 minutos, me duché y me vestí, pero no tuve tiempo suficiente para cocinar claras de huevo. Así que decidí ir a desayunar al Dunkin' que hay cerca de mi oficina.

Mi café con leche de vainilla helado fue el capricho perfecto y la motivación para un día ajetreado en la oficina

Me tomé un café helado de vainilla con leche y un donut glaseado.

A pesar de no haber conseguido cocinar huevos en casa y de no haber completado toda la rutina matutina de Cook, el jueves fue el primer día que sentí que las cosas empezaban a cambiar.

Tiendo a ser un poco ilusa y creo que puedo ver resultados a los pocos días de probar algo nuevo. Aun así, me sentí más fuerte durante el entrenamiento y más despierta a lo largo del día, y no creo que fuera sólo una coincidencia.

El ejercicio regular ayuda a aumentar la energía, así como a mejorar la concentración y el estado de ánimo. Saber que estaba empezando a experimentar algunos de estos beneficios me hizo querer seguir despertándome temprano para hacer ejercicio una vez terminado el reto.

Quedé con un amigo de la universidad y algunos compañeros de trabajo después del trabajo para la hora feliz, así que llegué a casa más tarde de lo habitual pero totalmente satisfecha con la energía que tenía para hacer todo.

El viernes por la mañana, sin embargo, fue un duro despertar. Me levanté agotadísima y abandoné la rutina por completo

Justo cuando sentía que lo tenía todo resuelto, se vino abajo.

Me gustaría tener una foto para documentar el caos que era yo el viernes, pero en su lugar, todo lo que puedo ofrecer es una foto de lo organizada que estaba el miércoles para que podáis imaginar lo contrario.

Me dolía todo el cuerpo por los entrenamientos y estaba muy cansada. Fue decepcionante sentir un cambio tan completo del jueves al viernes; sentí como si toda la adrenalina y la motivación interna que me habían estado empujando hacia delante durante toda la semana se hubieran estrellado.

Mi único objetivo para el día era superarlo, pero creo que esa también fue una lección importante en este experimento.

A mis 22 años, no tengo ningún deseo de convertirme pronto en CEO, pero la experiencia me ayudó a adquirir una nueva perspectiva sobre la productividad

Probar un reto como este fue realmente útil para dar forma a mi perspectiva general sobre la productividad, pero no recomendaría esperar hacer grandes cambios como este de la noche a la mañana. Cambiar la hora a la que me voy a dormir, averiguar qué días me gusta hacer ejercicio y entender cuándo mi cuerpo necesita descansar llevará tiempo, y precipitar los resultados solo contribuyó a mi caída del viernes por la mañana... y al posterior bajón del fin de semana.

A mis 22 años, no tengo planes de convertirme pronto en CEO de una empresa multimillonaria—después de todo, Cook tenía 50 años cuando tomó las riendas de Apple—, así que compararme con alguien con mucha más experiencia vital y recursos sería un desperdicio.

En cambio, este reto me ha ayudado a reconocer que mi vida como periodista no tiene por qué empezar a las 5 de la mañana para ser "productiva", pero puedo entender lo bien que sienta hacer ejercicio por la mañana y, por supuesto, disfrutar de un café con leche de vainilla helado de vez en cuando.