Este año he volado en clase business en seis aerolíneas: existe una gran diferencia entre las mejores y las peores

En los últimos 12 meses, he podido probar seis clases business diferentes en vuelos internacionales gracias a mi trabajo como periodista en Business Insider. Y, tras volar en todas ellas, he descubierto que no se parecen demasiado entre sí.

Mis vuelos en primera clase empezaron en septiembre de 2022, cuando viajé en el vuelo inaugural de Air New Zealand de Nueva York a Auckland, que actualmente es el cuarto vuelo más largo del mundo (unas 18 horas de duración).

Después, en enero, hice el vuelo más largo del mundo de Singapur a Nueva York con Singapore Airlines, seguido de un viaje de París a Newark (Nueva Jersey) en una aerolínea poco conocida de clase business llamada La Compagnie.

En marzo, volé en la mayor compañía aérea de Japón, All Nippon Airways, en su famosa clase preferente The Room. En junio, probé la nueva clase preferente de la aerolínea alemana Condor, de Nueva York a Frankfurt.

Más recientemente, viajé 12 horas de Los Ángeles a Seúl (Corea del Sur) en la clase preferente Prestige de Korean Air.

Después de experimentar cada una de ellas y teniendo poca experiencia previa de vuelo en clase business, me di cuenta de lo diferente que es el producto de lujo de cada aerolínea, hasta el punto de que mi favorita y mi menos favorita están a kilómetros de distancia.

He aquí la comparación de las seis cabinas de clase preferente y sus ventajas e inconvenientes, incluyendo la privacidad, la comida, el diseño de los aseos y la comodidad de las camas. Business Insider pagó una tarifa de prensa por todos mis vuelos.

Lo que más me llamó la atención de estas seis aerolíneas fue que ninguna se parecía realmente a la otra, sino que cada una tenía sus propias peculiaridades que determinaban el éxito o el fracaso de la experiencia.

Las seis aerolíneas en las que he volado en clase preferente de largo recorrido son Air New Zealand, Condor, All Nippon Airways, Singapore Airlines, La Compagnie y Korean Air.

Singapore Airlines, ANA y Korean Air son consideradas compañías de cinco estrellas por la web de clasificación de aerolíneas Skytrax. Y es fácil ver que están en una liga propia en términos de servicio y comodidad.

Condor y La Compagnie, por su parte, se centran más en el ocio y se dirigen tanto a viajeros de negocios como a turistas. De hecho, La Compagnie se asoció recientemente con una compañía de viajes para lanzar viajes VIP al Caribe a partir de este otoño.

Por su parte, Air New Zealand se encuentra en una especie de isla propia, literal y figuradamente. Es una gran aerolínea internacional con productos únicos como el Skycouch, pero no está al nivel de lujo de las aerolíneas asiáticas, y su clase business 777/787 necesita algunas mejoras.

La característica más significativa que diferencia a cada aerolínea es probablemente la privacidad: All Nippon Airways puso el listón muy alto.

En marzo volé en la mayor aerolínea de Japón, en la clase preferente The Room del Boeing 777-300ER de la compañía. El viaje duró unas 14 horas y fue sin duda mi favorito del año.

Lo que hace particularmente especial a la clase preferente de la aerolínea es su puerta de privacidad total, que la asemeja más a una pequeña habitación de hotel que a un asiento de avión.

De hecho, era la única aerolínea que lo ofrecía. Las otras cinco tenían algún tipo de reposacabezas con forma de ala o un tabique intermedio, pero ninguna era tan envolvente como la de ANA. 

Aunque no me importa no tener una puerta, es difícil superar el hecho de tener una suite totalmente cerrada, y me resultó extremadamente fácil relajarme y dormir.

Korean Air es la única compañía aérea que ofrece un espacio algo más cerrado gracias a su exclusiva Apex Suite, lo que la hace comparable a ANA en términos de privacidad.

La clase business del Boeing 747-8i de Korean Air se encuentra en los dos niveles del avión de dos pisos, con una configuración 2x2x2 en el primer piso y una disposición 2x2 en el segundo.

Mientras que una disposición de dos asientos significa normalmente que el pasajero de la ventanilla no puede acceder libremente al pasillo, el producto Prestige de Korean Air utiliza un diseño poco común conocido como Apex Suites. Solo unas pocas compañías las utilizan, entre ellas Japan Airlines, Oman Air y Gulf Air.

El diseño Apex es bueno porque presenta una disposición escalonada que permite instalar una pasarela entre el asiento de ventanilla y el pasillo.

De este modo, todos los pasajeros tienen acceso directo al pasillo, lo que optimiza el espacio sin sacrificar la capacidad.

En mi viaje, me encantó este diseño porque me sentía aislada en mi pequeño rincón del piso superior. Además, el separador central impedía el paso a mi vecino, lo que hacía que el segundo nivel del 747 pareciera más un jet privado que un avión comercial.

Sin embargo, me di cuenta de que este nivel de privacidad solo estaba reservado para los afortunados que conseguían un asiento con ventanilla.

Lo que hace que el asiento de ventanilla de Korean Air sea tan privado es que está protegido por el asiento del pasillo, lo que significa que los auxiliares de vuelo y otros pasajeros no pueden mirar fácilmente. Sin embargo, el asiento del pasillo no tiene el mismo nivel de privacidad, porque no hay puerta que bloquee la entrada.

Sin embargo, la pared del asiento se extiende bastante, por lo que los pasajeros que duermen pueden sentirse protegidos de cintura para arriba.

Ninguno de los asientos de las demás compañías ofrece la sensación de una cápsula, y La Compagnie es probablemente la que más carece de intimidad.

Singapore Airlines, Condor y Air New Zealand disponían de privacidad, y esta última aprovechaba la disposición en ángulo 1x1x1 de la cabina para crear un asiento tipo cápsula. Cada tumbona estaba inclinada, por lo que no se podía ver a nadie a cada lado cuando se estaba tumbado, aunque los pies de la gente del otro lado del pasillo se asomaban, pero hablaremos de eso más adelante.

Aunque no me importó la situación para dormir en ANZ, los auxiliares de vuelo tenían que subir y bajar la cama, ya que yo no podía hacerlo por mi cuenta, lo que era un inconveniente.

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Sin embargo, la distribución 2x2 de La Compagnie fue la que menos me gustó. En algunos casos, dos desconocidos podían estar sentados uno al lado del otro con solo un pequeño semicírculo blanco dividiendo el espacio.

En mi vuelo, tuve suerte de conseguir una fila para mí sola, pero podía ver directamente al otro lado del pasillo a la persona que dormía en el asiento de la ventanilla del lado opuesto al mío. Así que el separador no me ofrecía gran cosa.

Reconozco el mérito de La Compagnie por su modelo de negocio único, que vuela con Airbus A321neos en clase business entre Europa y Estados Unidos. Y las tarifas son relativamente más baratas.

La Compagnie vuela desde el aeropuerto internacional Newark Liberty de Nueva Jersey a París, Niza y Milán, por lo que su mapa de rutas es bastante reducido. Los precios de los billetes también rondan los 2.500 dólares (2.360 euros) de media para un viaje de ida y vuelta. 

Sin embargo, después de volar con la aerolínea, me di cuenta de que en general tiene un producto de nivel inferior en comparación con otras grandes aerolíneas internacionales con las que he volado.

Esto se debe sobre todo a su disposición 2x2, lo que significa que los pasajeros de los asientos de ventanilla no tienen acceso directo al pasillo, un factor decisivo para muchos viajeros frecuentes y algo que las aerolíneas están abordando activamente a medida que diseñan nuevos productos de clase business.

No obstante, sigo pensando que esta aerolínea es una opción rentable, especialmente para quienes viajan juntos, y no se verán tan afectados por la falta de intimidad y de acceso al pasillo.

Condor también ofrece tarifas más bajas que Air New Zealand y las tres aerolíneas asiáticas, pero aprecio su acceso directo al pasillo y su mayor privacidad en comparación con otras compañías.

Al igual que La Compagnie, Condor intenta atraer a viajeros de ocio con un presupuesto más elevado o a aquellos que quieran derrochar en un billete único de clase business para unas vacaciones de lujo.

La aerolínea de bajo coste ha renovado recientemente su clase business para sus Airbus A330-900neos, y sin duda la recomiendo frente a competidores más caros.

Aunque la privacidad es uno de los principales atractivos para los clientes de clase preferente, la propia cama también puede cambiar las reglas del juego. De las seis, ANA y Singapore Airlines ofrecen la mejor experiencia de cama plana.

Tanto Condor como La Compagnie ofrecían la típica cama estrecha lo bastante ancha como para tumbarse boca arriba o de lado. Dormir boca abajo o sacar una rodilla requiere un poco más de maniobra.

Korean Air y ANZ ofrecían más espacio. Pero ninguna de las cuatro ofrecía tanto espacio como Singapore Airlines o ANA. Ambas aerolíneas tienen un asiento muy ancho, que en realidad es más bien un sofá para dos personas.

Por eso, cuando el asiento se convertía en cama, los asientos eran mucho más grandes de lo que esperaba y podía estirarme como quisiera. Además, ambas aerolíneas proporcionaban dos almohadas para dormir, al igual que ANZ.

Aunque sus camas son más estrechas, Korean Air y ANZ me permitieron dormir cómodamente boca abajo.

En ambos vuelos dormí unas siete horas, alternando entre boca abajo y de lado. Intenté dormir boca abajo en Condor y La Compagnie, pero me resultó más práctico de lado o boca arriba.

En general, todas las camas de las seis compañías aéreas estaban bien acolchadas y eran suficientemente blandas para dormir. Condor incluso ofrecía un colchón grueso, que compensaba la cama más delgada.

Aunque para mí no es tan importante en comparación con otras características de diseño, un espacio de almacenamiento adecuado y eficaz puede hacer que un asiento de clase business parezca más grande, lo que resultó especialmente acertado en Korean Air.

Korean tiene, con diferencia, el mayor espacio de almacenamiento de las seis aerolíneas, gracias a los dos compartimentos gigantes situados junto a mi asiento de ventanilla.

Pude meter mi bolso, la almohada y la manta, mi botella de agua y los cargadores, y todos los demás objetos que llevaba, lo que significaba que mi asiento estaba completamente vacío.

Esto realmente hizo que el espacio ya grande se sintiera aún más grande. Pero esta es otra ventaja exclusiva del asiento de ventanilla de la clase business del 747 de Korean Air, ya que los pasajeros del asiento del pasillo tienen que conformarse con menos compartimentos.

Aunque Korean Air gana la guerra del almacenamiento, Singapore Airlines y ANA le siguen de cerca gracias a sus diversos cubículos, compartimentos y estantes.

Tanto ANA como Singapore Airlines ofrecen un pequeño compartimento en la pared delantera del asiento, junto a la pantalla. En él caben cosas como vasos, un pasaporte y cables de carga.

Singapore Airlines también dispone de una ranura en el reposabrazos para botellas de agua, auriculares y otros objetos voluminosos. 

Condor, ANZ y La Compagnie flaquean definitivamente en comparación con las aerolíneas asiáticas, ya que todas ofrecen únicamente pequeños huecos para guardar objetos.

En general, no sentí que tuviera sitio para todas las cosas que quería guardar en mi asiento en ninguna de las compañías europeas, ni en ANZ.

Ambas disponían de pequeñas cosas como una mesita auxiliar y un bolsillo, pero tuve que ser creativa para guardar mi portátil, un libro y una muda de ropa.

En realidad, ANZ tiene uno de los peores sistemas de almacenaje: es prácticamente igual que en clase turista.

El almacenamiento puede ser un gran inconveniente cuando se vuela con ANZ, pero se espera que la compañía ponga remedio a este problema con la mejora de la cabina business premier que llegará en 2024.

Los nuevos asientos se instalarán en los futuros Boeing 787 y se adaptarán a los existentes, aunque los 777 permanecerán como están.

Además de solucionar el pésimo almacenamiento, el nuevo asiento reclinable también solucionará el incómodo ángulo del asiento, que impide disfrutar de las vistas por la ventana, así como la incomodidad de que el personal de cabina monte cada cama reclinable.

Además, ANZ ha perdido puntos por su minúscula pantalla de televisión, la más pequeña que he visto en una clase business.

Mientras que ANZ distingue su clase business por la cama reclinable y la comida de primera calidad, el espacio de almacenamiento y la televisión son más propios de la clase turista.

La pantalla de 28 cm es molesta porque sobresale del lateral del asiento, lo que significa que hay que guardarla para el despegue y el aterrizaje y los pasajeros no pueden utilizarla durante esos momentos. Además, su incómoda posición dificulta la visión cuando se está tumbado.

Afortunadamente, había un montón de buenas películas y programas para elegir. Y, lo admito, personalmente me gustó lo cerca que estaba la televisión de mi cara cuando estaba sentada comiendo. Resultaba acogedor, así que esa fue otra ventaja.

En comparación, Singapore Airlines y ANA ofrecen las pantallas más grandes, y Condor, Korean Air y La Compagnie, pantallas planas de tamaño decente.

La pequeña pantalla de ANZ tiene solo unnos 28 cm de ancho, menos que las pantallas de 33,8 cm de las cabinas económicas premium de compañías como Emirates y United Airlines.

El televisor más grande es el de ANA, con 61 cm de ancho. Le siguen Singapore Airlines con 45,7 cm, Condor con 44 cm, Korean Air con 43 cm y, por último, La Compagnie con 40 cm.

Al menos todas las compañías ofrecen un mando a distancia, aunque el de Singapore Airlines, ANA y Korean Air son mejores, otra de las cosas por las que destacan las aerolíneas de cinco estrellas.

A diferencia de Condor, La Compagnie y ANZ, los mandos a distancia de las tres compañías asiáticas tienen una pantalla táctil. Pude ver cosas como el plan de vuelo, así como desplazarme por los títulos directamente en el mando y hacer selecciones.

Son los pequeños detalles como este los que hacen que algunas aerolíneas sean más agradables que otras.

En cuanto a las otras ventajas habituales de la clase preferente, las seis aerolíneas ofrecen algún tipo de kit de aseo, y la mayoría también zapatillas y un antifaz.

Los kits de amenities son bastante similares, incluyendo lociones, calcetines, antifaces y otros artículos de aseo. Por su parte, ANA y ANZ incluso proporcionan pijamas, aunque el de esta última fue exclusivo para el vuelo inaugural.

No podría decir que hubiera un artículo mejor que otro, pero la bolsa de La Compagnie fue mi favorita porque tiene dos ranuras separadas para organizarlo, y la he reutilizado regularmente desde entonces.

Además, las bandejas de las seis compañías son ajustables y se guardan fuera de la cama, por lo que no sentí que me quitaran espacio para las piernas al dormir.

La Compagnie tiene probablemente la bandeja más básica, que se dobla por la mitad y puede moverse hacia delante o hacia atrás. La de Condor también es más pequeña que las de sus competidoras, pero me pareció que era la mesa robusta que esperaba en clase preferente.

Las tres aerolíneas asiáticas y Air New Zealand tienen mesas gigantes, y me gustaron especialmente las de Korean, ANA y Singapore Airlines porque pueden ajustarse a varias posiciones diferentes.

Aparte del producto físico en sí, me pareció que el nivel de atención al cliente fue excelente en las seis aerolíneas —lo que se espera de la clase business—, aunque algunas brillaron especialmente.

Las principales aerolíneas asiáticas son famosas por el alto nivel de atención al cliente de su tripulación de cabina.

Aunque las diferencias son más evidentes en las cabinas económicas, como pude comprobar en un reciente vuelo internacional de United Airlines, también lo he notado en la clase business.

Creo que Korean Air, Singapore Airlines y ANA tienen los auxiliares de vuelo más sobresalientes: siempre están pendientes de mí, mantienen llenas las bebidas y se aseguran de que nunca falte nada.

Singapore Airlines pone un enorme énfasis en el desempeño de sus auxiliares de vuelo, que pasan por un intenso proceso de formación de cuatro meses que incluye un foco especial en la etiqueta y la elegancia, entre todos los cursos de seguridad requeridos.

De hecho, las tres aerolíneas asiáticas en las que he volado este año estaban entre las 20 mejores tripulaciones de cabina de Skytrax para 2023.

Eso no quiere decir que los tripulantes de cabina de Condor, La Compagnie y ANZ no fueran estupendos, pero hay una diferencia evidente en cómo actúan y desempeñan sus funciones.

Personalmente, me da igual.

Una de las partes más asquerosas de volar es el lavabo, pero me alegró ver que las seis aerolíneas se esfuerzan por mantener los baños limpios y frescos durante los vuelos largos.

Mi reciente vuelo con United Airlines demostró lo asquerosos que pueden llegar a ser los baños en clase turista, con papel higiénico y papeleras desbordadas esperándome siempre en el lavabo durante mi viaje de Londres a Newark.

Fue una gran diferencia con respecto a mis vuelos en clase turista con ANA y Singapore Airlines este año.

Afortunadamente, las demás aerolíneas no flaquearon en la limpieza de los lavabos de clase business, y agradecí los artículos de tocador, los espejos de cuerpo y hasta el bidé que había en las seis aerolíneas. 

Pero, sin lugar a dudas, el mejor aseo es el de ANA, gracias a su excepcional bidé.

Solo unas pocas aerolíneas disponen de bidé, entre ellas ANA y Japan Airlines, lo cual tiene sentido si tenemos en cuenta que ambas son japonesas. Es un auténtico descubrimiento tenerlo a bordo. 

También aprecio el espejo de cuerpo entero de la mayor aerolínea japonesa, que también tiene Singapore Airlines. Esta última también dispone de un sistema de apertura de papeleras sin contacto.

Las aerolíneas tienen los aseos llenos de artículos de tocador, como cremas, enjuague bucal, cepillos de dientes y pasta dentífrica.

Además, me gustó el diseño de los de ANZ y Singapore Airlines, el primero con un divertido papel pintado y el segundo con un acabado de madera que lo hace más acogedor.

Probablemente, una de las partes más divertidas de volar en clase business es probar todas las comidas del vuelo, muchas de las cuales incluyen la cocina local de la aerolínea.

Me encantó comprobar que las tres aerolíneas asiáticas ofrecían platos típicos junto con opciones de comida occidental. La comida incluía sushi y edamames en ANA, un plato de arroz tradicional llamado bibimbap en Korean Air y sopa de fideos en Singapore Airlines. 

Hasta que volé con Korean Air, mi comida favorita era la de Singapore Airlines, gracias al delicioso plato de ternera con espinacas salteadas, champiñones asados y patatas.

También pude probar el postre conocido como la isla flotante de Singapore Airlines, sin duda el dulce más inusual y sabroso que he probado en una aerolínea.

La aerolínea también es conocida por sus "comidas de bienestar" que ayudan a saciar el apetito, los picos de insulina y la digestión durante los viajes de 19 horas de Estados Unidos a Singapur, y pude notar la diferencia.

Pero Korean Air me sorprendió con la que ahora es oficialmente mi comida favorita a bordo.

El bibimbap venía con carne picada, verduras, aceite de sésamo y gochujang, una pasta picante.

Me pareció que los sabores eran perfectos, y me encantó que pudiera añadir el nivel de picante que quisiera e incluso crear pequeños rollitos con las hojas de alga.

La Compagnie también cumplió su promesa de ofrecer comida de primera calidad durante el vuelo.

La aerolínea presume de que su cocina es una parte importante de su producto a bordo –incluso invita a chefs de restaurantes con estrellas Michelin a crear platos personalizados– y descubrí que apuesta por lo que promete.

La comida de mi vuelo en concreto fue única gracias a las trufas espolvoreadas sobre las vieiras, un aperitivo que nunca había visto en una compañía aérea, pero que la aerolínea boutique ejecutó a la perfección. El entrante de salmón y la tabla de quesos que lo acompañaba también estaban deliciosos.

En general, ninguna de las aerolíneas tenía mala comida.

La comida de ANA era deliciosa, como era de esperar, al igual que la de Condor y ANZ.

Me gustaron especialmente la tabla de quesos, el té verde y la caja tipo bento de ANA, y me impresionó la gran variedad de aperitivos de la aerolínea alemana. 

Después de volar en las seis aerolíneas en clase preferente, no hay ninguna aerolínea especialmente "mala" que me pareciera pésima en general. Sin embargo, ANA es mi favorita.

Aunque me gusta más la comida y el espacio de almacenamiento de Korean Air, ANA simplemente cumple todos los requisitos que considero más importantes en la clase business de una aerolínea: una puerta corredera, una cama gigante lo suficientemente grande como para que me pueda tumbar a dormir, cocina tradicional, un estupendo sistema de entretenimiento a bordo y auxiliares de vuelo que mantuvieron mi taza de té llena.

Toda la cabina parecía un montón de habitaciones de hotel en miniatura, cada una de ellas con total intimidad en un espacio acogedor. También me encantaron los pijamas, todo el espacio de almacenamiento y, por supuesto, el bidé.

Mientras tanto, Singapore Airlines y Korean Air superan a La Compagnie y Condor simplemente en espacio de almacenamiento y camas.

Las tres aerolíneas asiáticas son fácilmente las tres mejores de las seis aerolíneas en las que he volado, aunque los 747 aviones de Korean Air no tienen wifi, lo que la sitúa por detrás de Singapore Airlines y ANA en cuanto a preferencia general.

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Condor, por su parte, supera a La Compagnie y ANZ a pesar de ser una aerolínea económica.

Puedo ver los sacrificios que ha hecho Condor para mantener las tarifas bajas, como la privacidad y el almacenamiento, pero los nuevos asientos son una mejora importante respecto a su antiguo producto, con acceso directo al pasillo y el colchón mullido.

El de La Compagnie queda por debajo del de Condor por su falta de acceso directo al pasillo y su mínima intimidad. El separador es simplemente más pequeño de lo que me gustaría, y el alerón de Condor da una mayor sensación de privacidad.

Además, la aerolínea alemana también ofrece asientos prime en la parte delantera por un precio adicional, lo que proporciona más espacio y privacidad.

Sin embargo, en lo que respecta a ANZ, la clase preferente está en lo más bajo del podio.

Como ANZ fue la primera clase business en la que volé por trabajo, definitivamente me impresionó más en ese momento debido al asiento reclinable y a la comida. Y, aunque el ángulo era extraño, me sentí como si tuviera privacidad aparte de los incómodos pies que sobresalían de la sección central de los asientos.

Pero, después de volar en varios otros vuelos business desde entonces, las deficiencias del producto son más evidentes.

La pantalla es vergonzosamente pequeña, al igual que la falta de espacio de almacenamiento. Y el hecho de no poder hacer mi propia cama y tener que esperar a la azafata fue un inconveniente.

Es increíble lo diferentes que son los productos de clase preferente de ANA y ANZ, sobre todo teniendo en cuenta que ambos vuelan a destinos muy lejanos cruzando el Pacífico.

La clase business de ANZ es muy inferior a la de ANA. Es cierto que eran buenos asientos en la época en que las cabinas en ángulo eran populares, pero la evolución del mercado ha obligado a aerolíneas como ANA a introducir cambios, y ANZ simplemente se ha quedado atrás.

En general, no recomendaría volar en la clase preferente de ANZ si hay otras opciones, como United Airlines o la australiana Qantas, pero sigue siendo perfectamente cómoda para dormir, y a veces es lo único que importa en los viajes de larga distancia.