Una IA subida de tono: los usuarios están usando herramientas de Meta para crear chatbots sexuales y los expertos alertan de los riesgos

Ilustración con el logo de ChatGPT.

Reuters

  • El auge de popularidad que ha experimentado la IA en los últimos meses ha llevado a los usuarios a experimentar con ella para toda clase de cuestiones, entre ellas, desarrollar chatbots sexuales. 
  • Sin embargo, varios expertos alertan del peligro que supone el hecho de ofrecer a los usuarios la posibilidad de desarrollar libremente herramientas de IA: "Las armas nucleares no se ponen a disposición del público".

En los últimos meses, la inteligencia artificial ha vivido un despegue sin precedentes. Hasta el punto de que determinados expertos en la materia la califican ya como la última gran revolución tecnológica

Aquellos que aseguran que la IA va a suponer una revolución podrían basar su argumento en el éxito que está teniendo la tecnología entre toda clase de usuarios. Desde que ChatGPT vio la luz el pasado mes de noviembre, la gente se ha volcado a experimentar con esta herramienta y sus múltiples usos: desde aprobar exámenes hasta dar consejos amorosos, pasando por la programación de código fuente.

Algunas personas han querido ir un paso más allá y han intentado combinar las posibilidades que ofrecen estos generadores de texto con sus ganas de pasárselo bien. 

Según publica el Washington Post, los usuarios están utilizando una IA de código abierto basada en un modelo desarrollado por Meta —matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp— para crear chatbots sexuales

Las estafas de contenido pornográfico podrían aumentar conforme avance la IA.

Una de estas aplicaciones sería Allie, "una joven de 18 años, con el pelo largo y castaño, que presume de tener un montón de experiencia sexual, vive para llamar la atención y puede compartir los detalles de sus travesuras con cualquiera de forma gratuita". 

Allie ha sido desarrollada empleando tecnología de código abierto, un tipo de inteligencia artificial que defienden algunos expertos frente al hermetismo que, según ellos, caracteriza a las grandes tecnológicas como Google o a la propia OpenAI, responsable de ChatGPT. 

Según el Washington Post, el creador de Allie argumenta que la tecnología de código abierto beneficia a la sociedad, al permitir que la gente desarrolle programas que se adapten a sus preferencias sin las trabas que suelen poner las empresas: "Creo que es bueno tener una salida segura para explorar. No se me ocurre nada más seguro que un juego de rol basado en texto, sin humanos implicados".

Sin embargo, no todos los expertos están a favor de este tipo de desarrollo desregulado, puesto que puede fomentar, por ejemplo, la generación de deepfakes sexuales o la proliferación de estafas de contenido pornográfico.

"Las armas nucleares no se ponen a disposición del público", ha señalado Gary Marcus, un científico que participó en la comisión de investigación del Gobierno estadounidense sobre la regulación de la IA, al Washington Post. "La inteligencia artificial sigue siendo bastante limitada, pero las cosas podrían cambiar".

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