El mercado europeo de yates se arriesga a que los rusos trasladen sus negocios a Dubái: un experto asegura que "todo el mundo tiene miedo" de negociar accidentalmente con las élites sancionadas

Hayley Cuccinello
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El presidente ruso Vladimir Putin en un viaje en barco con su homólogo bielorruso, Alexander Lukashenko, frente a la costa del Mar Negro el 29 de mayo de 2021.
El presidente ruso Vladimir Putin en un viaje en barco con su homólogo bielorruso, Alexander Lukashenko, frente a la costa del Mar Negro el 29 de mayo de 2021.

Sputnik/Sergei Ilyin/Kremlin via REUTERS

Las sanciones económicas contra Rusia y sus oligarcas aún no han hecho mella en la industria de los yates, pero los expertos anticipan que sencillamente estamos contemplando la calma que precede a la tempestad.

Los rusos representan alrededor del 9% del mercado de yates, el segundo más importante tras Estados Unidos, con un 23%, según un estudio de la publicación comercial del sector SuperYacht Times. Los astilleros y los intermediarios aún no han notado el impacto, pero se están preparando para ello, ya que la navegación es muy estacional.

Según Sam Tucker, de la empresa de inteligencia de mercado VesselsValue, esta es una época del año de poca actividad en el Mediterráneo. Si las sanciones persisten, es poco probable que los rusos adinerados regresen en mayo y se lleven su dinero a otra parte, dice a Business Insider.

"Muchos rusos pasan el invierno en climas más cálidos como Dubái, Seychelles y las Maldivas. La cuestión es qué va a pasar una vez que terminen allí", explica Tucker, jefe del grupo de superyates de VesselsValue. "No pueden conseguir un vuelo comercial hacia o desde Rusia, y no se puede volar un jet privado en el espacio aéreo de la UE. Básicamente, están bloqueados en el Mediterráneo a menos que tomen un tren, lo que creo que es bastante improbable".

Mientras tanto, los astilleros están atrapados con yates incautados en sus muelles. Los proveedores de servicios, desde los agentes comerciales hasta los miembros de la tripulación, desconfían de tratar con cualquier cliente con vínculos rusos, incluso si no están sancionados. Tucker ha oído decir a las aseguradoras londinenses que podrían excluir todos los yates rusos, independientemente de que el propietario esté sancionado. Se trata de una situación de bloqueo, dice Tucker.

"Con las empresas occidentales, todo el mundo es muy cauteloso a la hora de hacer negocios con cualquiera que pueda estar relacionado o asociado con algún ruso", cuenta. "Todo el mundo en el sector de los yates está bastante asustado. Las sanciones por tratar directa o indirectamente con los rusos son astronómicas. Te pueden meter en la cárcel".

Las sanciones han tenido un efecto escalofriante en los no oligarcas e incluso en los no rusos

Raphael Sauleau, CEO de la empresa de compraventa internacional Frasers Yachts, dice que las sanciones no han perturbado hasta ahora su negocio. Sin embargo, sí ha notado que los clientes preguntan más sobre si los barcos que se alquilan o se venden son propiedad de rusos.

Aunque los oligarcas rusos no representan la mayoría de los compradores rusos, las duras sanciones han limitado el poder adquisitivo del colectivo, y Sauleau también ha observado que algunos compradores europeos dudan en realizar compras dada la volatilidad que está ocurriendo ahora.

"Vemos a algunos clientes potenciales que quieren ver qué va a pasar en términos del mercado de valores, el mercado de materias primas, el mercado de cereales, lo que sea", explica, refiriéndose al papel de Rusia y Ucrania como principal exportador de grano.

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Un portavoz de Heesen, empresa holandesa de construcción naval, dice a Business Insider que tiene una clientela diversa y una sólida cartera de pedidos, pero la empresa sigue teniendo dudas sobre las consecuencias de las sanciones. 

"Estamos preocupados por la posibilidad de un estallido en los mercados financieros y, en consecuencia, por el impacto que esto tendrá en la demanda del mercado", cuenta por correo electrónico Sara Gioanola, responsable de prensa de Heesen. "Potencialmente, las sanciones a individuos rusos podrían reducir el número de futuros clientes".

Benjamin Maltby, socio del bufete de abogados británico Keystone, afirma que a sus clientes, entre los que se encuentran propietarios de yates y mediadores, les preocupa que la atención mediática sobre los oligarcas y sus yates haya dañado la reputación del sector. Pero no cree que esto sea motivo de preocupación. 

"La parte más fuerte del mercado es Estados Unidos, donde los yates son símbolo de éxito", asegura.

Los astilleros que construyen yates a medida para los rusos tienen las manos atadas

Aunque los estadounidenses representan la mayor parte de los propietarios de yates en general, están empatados con los rusos cuando se trata de yates personalizados de nueva construcción, ya que los rusos poseen el 16%, según SuperYacht Times.

Los yates construidos a medida suelen pagarse a plazos. Normalmente, si un propietario no paga los plazos, el astillero puede hacerse con la propiedad del barco e intentar vender el proyecto a otro cliente, según Tucker. Pero no está claro qué puede hacer un astillero con un yate parcialmente construido que fue encargado por un individuo sancionado que no puede o no quiere pagar.

"Estos yates son enormes, como de cien metros. Es el tamaño de un campo de fútbol", dice Tucker. "Si tienes un yate a medio construir sentado en tu patio, no puedes venderlo, no puedes hacerle ninguna obra y no puedes hacerte con él porque el astillero no es realmente su dueño. Va a ser una verdadera zona gris".

Los astilleros operan con márgenes muy ajustados, según Steve Marshall, inspector de yates de Patton Marine con sede en Miami. Sin esas cuotas, es posible que tengan que obtener préstamos puente para mantenerse a flote, comenta.

Dubái podría convertirse en el nuevo punto caliente para los aficionados a los yates rusos

Con las sanciones mundiales que cambian a diario, es difícil predecir lo que deparará el verano al sector de los yates, según Sauleau. Sin embargo, tanto él como Tucker anticipan que los rusos con grandes patrimonios que han huido a Dubái probablemente pasarán allí el verano.

Los Emiratos Árabes Unidos, a los que pertenece Dubái, no han seguido a los países occidentales en la imposición de sanciones y, al parecer, han asegurado a Rusia que no impondrán ninguna a menos que las Naciones Unidas se lo ordenen.

"Creo que Dubái se va a convertir en un punto caliente para los yates", afirma Tucker, ya que ha estado impulsando el desarrollo de su infraestructura de puertos deportivos y astilleros. Según los datos de seguimiento de VesselsValue, algunos yates rusos también se dirigen hacia el este, hasta Singapur. 

Chris Pliske, inspector de yates con sede en Fort Lauderdale, declara a Business Insider que, en sus 23 años de experiencia, las sanciones suelen provocar cambios geográficos en el sector, no una contracción. A largo plazo, las sanciones podrían dar a la industria de los yates un "empujón" si los yates incautados salen al mercado, porque el inventario de barcos es muy bajo.

"El dinero del lujo no desaparece. Simplemente se desplaza a diferentes regiones y segmentos de negocio en el mundo. Si los artículos de lujo de alta gama no se venden, entonces el mundo está en una depresión o guerra, y todos estamos en problemas".

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