El otoño meteorológico ya ha comenzado, y con él se abre la veda para los platos de cuchara, reconfortantes, ricos en legumbres y hortalizas de temporada, y cargados de nutrientes para sobrevivir a los meses de más lluvia y frío del año. No todo es fabada, cocido o callos: puedes hacer desde lentejas indias como las que propone Gipsy Chef a fricandó catalán o potaje de garbanzos y setas.

Si quieres que tus guisos sean mucho más sabrosos, tengan un aroma más exquisito y además, añadir una dosis extra de nutrientes, hay un ingrediente económico que es todo un superalimento —y que además puedes encontrar en conserva en cualquier gran superficie para mayor comodidad—. Se trata de un pimiento típico del mediterráneo: el pimiento choricero.

El truco lo comparte el nutricionista Álvaro Vargas en su cuenta de Instagram, una fuente inagotable de inspiración culinaria y de sabiduría dietética. Una cucharadita o cucharada bastan para revolucionar y potenciar el sabor de tus platos. 

Pimiento choricero: qué es y qué plus aporta a tus recetas

El pimiento choricero aporta un chorro de nutrientes a los platos, y además de en guisos, puedes aprovecharlo para añadirlo a patés vegetales o darle un sabor diferente al hummus. Desde la web Cuídate y come sano explican que estos pimientos se plantan en primavera, entre abril y mayo, y se recolectan en otoño, entre septiembre y octubre.

No es lo mismo que la ñora: desde la web de Anchoas Deluxe explican que el pimiento choricero es un pimiento secado al aire en ristras, lo que facilita que se conserve durante mucho tiempo. Tiene una larga tradición en la cocina vasca, siendo uno de los ingredientes clave del bacalao a la vizcaína.

Si los compras secos, debes rehidratarlos en agua y desechar las semillas y la piel, quedándote con su pulpa de color rojo brillante.

Su aporte calórico es escaso, pero el pimiento choricero puede presumir de una buena densidad nutricional. Gracias a su riqueza en agua y fibra tiene propiedades diuréticas. Si buscas un buen chute de minerales, esta hortaliza aporta hierro, zinc, magnesio, potasio, calcio y fósforo.  

Entre las vitaminas del pimiento choricero, este contiene vitamina A, vitamina E, vitaminas del grupo B —concretamente la B1, B2, B3, y B6—, y, a recalcar especialmente, un estupendo aporte de vitamina C, superior al de las frutas cítricas, y fundamental para fortalecer tu sistema inmune, prevenir resfriados invernales y favorecer la absorción del hierro. 

Entre sus beneficios, los pimientos choriceros cuidan de tu vista, benefician a tu metabolismo gracias a su potencial para quemar grasas, previenen el estreñimiento, fortalecen dientes y huesos, ayudan a reducir el colesterol y los triglicéridos y evitan la hipertensión y la retención de líquidos. Su contenido en licopeno se ha asociado a un menor riesgo de cáncer en estudios este.

Dónde comprar pimiento choricero

Puedes encontrar el pimiento choricero en Mercadona y muchos otros grandes supermercados. Si lo compras en conserva, fíjate en la etiqueta que solo lleve la "carne" de esta hortaliza y como mucho, ácido cítrico o ácido ascórbico como conservante. También puedes encontrarlo fresco cuando está de temporada, ideal para consumirse asado por su potente sabor.

También es un alimento ideal para hacer salsas caseras, gracias a su sabor dulce y ligeramente ácido.