La contaminación te alela: 2 horas de exposición al gas de los tubos de escape altera la conectividad cerebral

Tubos de escape

Getty Images

  • Un nuevo estudio de la Universidad de Columbia Británica (UCB) y la Universidad de Victoria descubre que inhalar gases del tubo de escape de los coches altera la conectividad cerebral en tan solo 2 horas.
  • La zona afectada es la red de modos por defecto (DMN), un conjunto de regiones cerebrales interconectadas que están más activas al dedicarse a los pensamientos internos, como la introspección y el recuerdo.

Los descubrimientos sobre los efectos nocivos de la contaminación son cada vez más frecuentes: al cáncer, a las enfermedades autoinmunes, a la depresión o a los accidentes cerebrovasculares se suma otra consecuencia nefasta de inhalar gases contaminantes: la merma de la conectividad cerebral. 

Es el descubrimiento realizado por científicos de la Universidad de Columbia Británica (UBC) y la Universidad de Victoria y publicado en la revista Environmental Health. El estudio avisa de la peligrosidad de respirar el humo del tubo de escape de tu coche: te atonta en tan solo un par de horas, advierte el informe.

Para llegar a esta conclusión se realizó un ensayo aleatorizado a doble ciego de 25 adultos sanos expuestos a la contaminación de los coches en un laboratorio. En otra fase, los participantes también fueron expuestos a aire limpio filtrado. 

A través de escáneres cerebrales antes y después de ser expuestos a la contaminación, pudo constatarse una conectividad reducida en la red de modos por defecto (DMN), un conjunto de regiones cerebrales interconectadas que están más activas cuando nos dedicamos a pensamientos internos, como la introspección y el recuerdo.

Encuentran microplásticos sorprendentemente grandes en los niveles más profundos de los pulmones humanos

"Es preocupante que la contaminación del tráfico interrumpa estas mismas redes", afirma la neuropsicóloga Jodie Gawryluk, de la Universidad de Victoria. El lado positivo es que las alteraciones detectadas eran temporales, puesto que la actividad cerebral volvía a la normalidad una vez que el aire limpio fluía de nuevo por los pulmones.

Sin embargo, mirando al largo plazo, es otro dato que confirma que la exposición crónica a la contaminación —algo que el 99% de la población mundial padece— causa efectos nocivos para la cognición, la concentración o el estado de ánimo. 

De hecho, en China un estudio ha vinculado contaminación atmosférica con peores resultados en los exámenes de lengua y matemáticas, restando de media un año educativo. 

"Este estudio, que es el primero de este tipo en el mundo, aporta nuevas pruebas que apoyan una conexión entre la contaminación atmosférica y la cognición", aporta el neumólogo Chris Carlsten, de la UBC.

Más investigaciones arrojan luz sobre el riesgo de la polución en el cerebro: en 2020 se detectaron marcadores de alzhéimer en jóvenes, niños y bebés de la contaminada Ciudad de México, mientras que otros estudios descubrieron el origen en nanopartículas metálicas de la contaminación atmosférica en el cerebro de los habitantes, capaces de atravesar la barrera protectora encefálica.

¿Qué consecuencias puede tener inhalar humo de los gases de los tubos de escape? La evidencia científica previa ha hallado vínculos entre la alteración de la conectividad cerebral y la disminución de la memoria de trabajo y el rendimiento laboral.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.