Las insolvencias de empresas crecen por primera vez desde la crisis en todo el mundo y podría ser la antesala de una nueva recesión

Alberto Iglesias Fraga
Un analista mira los mercados desesperado por la posible crisis.
  • Las insolvencias financieras crecerán un 1% en los principales países del mundo, algo que no pasaba desde hace una década, justo desde el comienzo de la crisis económica de 2008.
  • Italia y Reino Unido, sumidos en sus respectivas inestabilidades políticas, son los principales artífices de este mal dato, del que no se libran ni Francia ni Alemania.
  • España seguirá viendo cómo se reducen las insolvencias financieras durante este año, pero no podemos olvidar que las quiebras siguen estando en volúmenes récord.

En estos momentos, son muchas las voces que apelan a una cierta ralentización de la economía mundial. Incluso muchos indicadores han llevado a los expertos a anticipar una nueva crisis global como la que el globo vivió a partir de 2008 y de la que, todavía hoy, seguimos recuperándonos. 

Entre estas pistas que presagian lo peor está el crecimiento imparable de la deuda -tanto soberana como especialmente corporativa, que ronda los 1,15 billones de dólares en Estados Unidos, el doble del nivel registrado hace cinco años-, el frenazo industrial de potencias como Alemania o el excesivo tiempo en que los tipos de interés en EEUU y la Eurozona han marcado mínimos históricos (de hecho, en el Viejo Continente esta tasa es actualmente del 0%, penalizando el ahorro y la inversión a largo plazo).

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Pero si hay una métrica que verdaderamente preocupa y es indicador real y palpable de la debilidad real y palpable del tejido empresarial, esa es el nivel de insolvencia de las compañías. O, dicho de otro modo, las empresas que tienen problemas para hacer frente a sus obligaciones con proveedores, y la consiguiente quiebra de esos negocios, lo cual denota a su vez un mal comportamiento de los mercados en los que operan y un descenso del consumo en su sector.

Pues bien, después de casi una década de mejoras relevantes en los niveles de insolvencias corporativas en los principales países del mundo, 2019 va camino de convertirse en el primer ejercicio con números negativos en este parámetro. Así lo asegura la firma Crédito y Caución, en un extenso informe que detalla cómo las insolvencias corporativas crecerán un 1% en los mercados avanzados, "lo que marca el final del ciclo de recuperación" en su opinión.

Las noticias son negativas a escala global, solo con pequeñas excepciones de color en Australia o Nueva Zelanda.

En el caso de España, los analistas resaltan que está previsto que la economía crezca del 2,3% con un crecimiento del empleo y un impulso del consumo, lo cual nos proporcionará "un cierto aislamiento a los vientos en contra del exterior".

¿En qué se traduce esto? En que la tendencia a la baja de las insolvencias que estamos viviendo seguirá constante en 2019, pero eso quizás no sea un dato tan bueno como pueda parecer a simple vista. No hay que olvidar, que el nivel de insolvencias anuales que se registra en nuestro país es 4,5 veces mayor a los niveles precrisis, con lo que ya partimos de un escenario terriblemente difícil para el tejido productivo patrio.

El peso de la incertidumbre política

A juicio de los expertos, el verdadero factor que hará crecer las insolvencias no es otro que las incertidumbres políticas que se están viviendo en muchos países del mundo y que tendrían un impacto extraordinario sobre el rendimiento económico de los mismos.

Y aunque es cierto que en España tenemos nuestras propias dudas en el tablero político (cuatro elecciones en dos meses, la cuestión catalana...), ninguna de ellas se compara con la delicada situación de algunos de nuestros vecinos.

En ese sentido, el documento presentado por Crédito y Caución revela cómo Europa Occidental será la región con un mayor crecimiento de las insolvencias, en torno al 2% superior al del curso pasado.

"Las perspectivas económicas de la eurozona se han deteriorado significativamente después de un segundo semestre de 2018 más débil de lo esperado. Esperamos que el aumento en las insolvencias de la eurozona sea liderado por Italia (muy afectada por la volatilidad económica y política) con un aumento del 6% en el número de quiebras empresariales. En Francia el incremento previsto se sitúa en torno al 1%", revelan los expertos.

Insolvencia por países 2019

Incluso en la todopoderosa Alemania, vulnerable a la desaceleración del comercio mundial y la posible imposición de aranceles en Estados Unidos, se espera un aumento del 2% en los niveles de insolvencia.

No podemos olvidar, por supuesto, a Reino Unido en esta ecuación, con su Brexit por bandera, el cual ha provocado ya cuatro trimestres consecutivos de contracción económica en el país. Así pues, la aseguradora prevé un aumento del 7% en las quiebras corporativas en las islas británicas, tras el crecimiento del 10% registrado en 2018, justo cuando comenzó el proceso de desconexión de la UE.

Una alerta más: esta previsión se basa en una salida con acuerdo, seguida de una transición suave... Imaginen si el proceso se realiza sin acuerdo previo, como parece cada vez más probable.

Estados Unidos tampoco se libra

La cosa no mejora si extendemos nuestras miras al otro lado del océano. De hecho, el mismo estudio prevé que las quiebras en Estados Unidos se mantengan en los niveles actuales, solo por debajo del 80% de los niveles previos a la crisis.

El crecimiento relativamente bueno del país también dependerá de algunos factores de incertidumbre que se resolverán próximamente. "La normalización política y el progreso en las conversaciones comerciales con China, en línea con el final del cierre del gobierno, ayudó a calmar los mercados", dicen los analistas.

"La confianza empresarial sigue siendo razonablemente positiva y el mercado laboral es muy ajustado, ofreciendo una perspectiva estable", añaden.

Si cualquiera de estos elementos cambia, Estados Unidos también contribuiría a que 2019 sea el primer año con más insolvencias financieras desde los tiempos de la crisis económica.  A ello únanle la incertidumbre política con un presidente al borde del impeachment, un Congreso dividido y una retirada paulatina de los estímulos económicos por parte de la Administración Trump.

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