Así consiguió trabajar en Google gracias a un vídeo viral en el que pedía una oportunidad

Beatrice Nolan
| Traducido por: 
 Mariana Kobayashi solicitó por primera vez un puesto en Google en junio de 2023.
Mariana Kobayashi solicitó por primera vez un puesto en Google en junio de 2023. Mariana Kobayashi
  • Tras ser despedida de LinkedIn, Mariana Kobayashi, envió un vídeo de solicitud de empleo a Google.
  • No consiguió ese empleo en concreto, pero el vídeo llamó la atención de Google.

Es notoriamente difícil conseguir un trabajo en Google.

El gigante tecnológico, famoso en su día por sus lujosas ventajas, recibe millones de solicitudes al año, y algunos calculan que es casi 10 veces más difícil conseguir un trabajo allí que ser aceptado en Harvard.

Para Mariana Kobayashi, una ejecutiva de cuentas que trabaja actualmente en la oficina de Google en Dublín, se trataba de destacar entre la multitud.

Tras ser despedida en LinkedIn, Kobayashi dice que se fijó en Google en junio del año pasado.

Sin embargo, según cuenta a Business Insider, decidió adoptar un enfoque diferente para presentar su candidatura: crear un vídeo en el que explicaba por qué debería conseguir el puesto.

El vídeo repasaba su experiencia laboral e incluía referencias grabadas de antiguos compañeros y amigos del sector.

Todo el proceso duró unas 10 horas, según ella. Una vez terminado, Kobayashi utilizó ContactOut, una herramienta de búsqueda de correo electrónico, para enviarlo directamente al responsable de contratación.

También colgó el vídeo en Internet, y rápidamente se hizo viral.

"Mucha gente se puso en contacto conmigo para ofrecerme un café y hablarme de puestos de trabajo", explica. "Luego se puso en contacto conmigo la responsable de contratación del puesto y me reuní con ella".

Una solicitud orientada a un fin

Kobayashi afirma que la responsable de contratación de Google le dijo que estaba sobrecualificada para el puesto al que se había presentado.

Sin embargo, se quedó impresionada con el vídeo y el contenido de LinkedIn de Kobayashi, y prometió mantenerla en la lista de candidatos para otros puestos.

"Hice un seguimiento cada dos meses, informándole de mis progresos y de lo que estaba haciendo. En septiembre, vi un puesto de ejecutiva de cuentas", cuenta Kobayashi.

Kobayashi cuenta que consiguió que un amigo la recomendara y presentó su candidatura inmediatamente, a pesar de estar algo por debajo de los requisitos para el puesto.

La reclutadora también se puso en contacto con ella para hablarle del puesto, ofreciéndole ponerla en contacto con el responsable de contratación.

"Era una solicitud muy enfocada a un propósito, y creo que eso me hizo destacar, que la reclutadora ya estuviese de mi parte, también ayudó", razona.

jerry lee

Reconocer sus 'red flags'

Kobayashi dice que envió dos documentos después de las entrevistas. Uno destacaba los motivos por los que una empresa debería contratarla, y otro detallaba lo que ella consideraba sus 'red flags' o banderas rojas.

"Era un documento que decía: 'Por qué no deberían contratarme'" explica. "Pero también incluía una página que decía: 'Así voy a convertir mis red flags en green flags'".

Dijo que carecía de experiencia en ventas, y quería dejarlo claro al tiempo que demostraba que tenía un plan para solucionarlo.

Una entrevista de tres fases

Kobayashi explica que la entrevista constaba de tres fases de llamadas de unos 45 minutos, que incluían un estudio de caso y una evaluación de liderazgo.

"Después de una entrevista, les envié los documentos, y les encantó", confiesa.

Una vez finalizado el proceso de entrevistas, se puso en contacto semanalmente con el reclutador.

"Tuve que esperar un mes hasta que recibí una respuesta diciéndome que estaba en la selección final", dice. "Una semana después, recibí una oferta de trabajo".

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