Un tipo de esteroides recetado habitualmente para tratar enfermedades autoinmunes e inflamatorias, como el asma o las alergias, podría provocar cambios en la estructura del cerebro, según un nuevo estudio.

La investigación, publicada en la revista BMJ Open, revela que tanto los glucocorticoides orales como los inhalados "están vinculados con una reducción aparentemente generalizada en la integridad de la materia blanca".

Investigaciones anteriores habían relacionado ya el uso a largo plazo de glucocorticoides orales con anomalías cerebrales estructurales, así como con problemas de salud mental como ansiedad, depresión, confusión y desorientación. Sin embargo la mayoría de estos estudios habían examinado solo a un pequeño número de personas con enfermedades muy concretas. 

Ahora el equipo de científicos, dirigido por académicos del Centro Médico Universitario de Leiden, (Países Bajos), ha seguido a 500.000 residentes del Reino Unido entre 2006 y 2010. Todos los participantes procedían del estudio UK BioBank.

A partir de esa base se examinaron datos de 222 usuarios de glucocorticoides sistémicos y de 557 usuarios de glucocorticoides inhalados. Después se compararon sus hallazgos cognitivos y de resonancia magnética con más de 24.000 personas que no usaban esteroides.

Es por tanto el estudio más grande hasta la fecha en evaluar la asociación entre el uso de glucocorticoides y la estructura cerebral.

Los esteroides orales causaron el mayor daño en la materia blanca

Los hallazgos apuntan a un dañomayor en la materia blanca en personas que usan esteroides orales de forma frecuente durante largos períodos de tiempo. Por contra, el impacto más pequeño se ha registrado en las personas que tomaban los esteroides inhalados.

La velocidad de procesamiento mental de los usuarios crónicos de esteroides orales ha sido más baja que la de quien no los utilizaba. Las personas que tomaban esteroides orales también tenían más apatía, depresión, fatiga e inquietud que las que no los usaban. 

La materia blanca es el tejido que forma conexiones entre las células cerebrales y el resto del sistema nervioso, por lo que los daños en esa zona pueden alterar  la función cognitiva o emocional. Una pérdida de materia gris puede también ralentizar la capacidad del cerebro para procesar información o recordar. Además, también se ha relacionado la pérdida de materia gris con problemas psiquiátricos como depresión, ansiedad e irritabilidad.

Sin embargo, "no hay razón para alarmarse", según la neuroinmunóloga Avindra Nath, directora clínica del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares.

En palabras a la CNN de la especialista, que no ha participado en el estudio, los médicos saben desde hace tiempo que, si les da esteroides a los pacientes, "el cerebro mengua, pero cuando se quitan los esteroides, vuelve".

Esto es debido a la plasticidad cerebral, capacidad del cerebro para reorganizar su estructura, funciones o conexiones. Por lo que estos podrían ser efectos temporales. "No necesariamente tienen que ser permanentes. La materia blanca puede repararse sola", señala.

Utilizados comúnmente para tratar enfermedades autoinmunes e inflamatorias

Por sus propiedades inmunosupresoras, los glucocorticoides se encuentran entre algunos de los medicamentos recetados con mayor frecuencia. Se utilizan para tratar una amplia variedad de enfermedades.

Además del asma, pueden recetarse para tratar alergias, eczema y otras afecciones de la piel, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), enfermedad de Crohn, esclerosis múltiple, y artritis reumatoide entre otras enfermedades.

No obstante, los inhaladores de glucocorticoides no deben confundirse con los inhaladores de alivio rápido que se usan frente a un ataque de asma. Diseñados para relajar los músculos de los pulmones y abrir las vías respiratorias, contienen medicamentos no esteroideos como albuterol, levalbuterol y pirbuterol. 

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Los corticosteroides inhalados analizados en el estudio se prescriben, en cambio, para el control a largo plazo de afecciones inflamatorias. Aunque son muy efectivos, tanto los esteroides sistémicos como los inhalados están asociados con muchos efectos secundarios.

Por ello, los especialistas suelen ser prudentes al recetar estos medicamentos, optando por la dosis más pequeña de esteroides posible que pueda controlar los síntomas. 

Los esteroides pueden provocar aumento de peso, un mayor riesgo de sufrir diabetes y presión arterial alta, comenta el doctor Raj Dasgupta, profesor asistente de medicina clínica en la Escuela de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California al medio.

"Cuando tomas esteroides de forma aguda, definitivamente podrías tener insomnio y problemas para dormir, y cuando tomas esteroides a largo plazo, tienes un alto riesgo de infecciones porque son inmunosupresores", añade.

Se necesita más investigación

"Aunque no está claro si los tamaños del efecto observados tienen consecuencias clínicas para la población de usuarios de glucocorticoides en su conjunto, estos hallazgos son notables dados los efectos secundarios neuropsiquiátricos comunes de los glucocorticoides sintéticos", concluye la investigación.

En cualquier caso, el nuevo estudio tiene algunas limitaciones. Por un lado, no pudo determinar la dosis de esteroides ni hacer un seguimiento de la adherencia. Tampoco pudo diferenciar entre las personas que tomaban esteroides en tableta y las que usaban infusiones, según señalan los autores del estudio.

Ahora bien, dado el uso generalizado de estos medicamentos, los investigadores remarcan la necesidad de que tanto los médicos como pacientes conozcan los posibles efectos en el cerebro. Además solicitan la necesidad de mayor investigación al respecto sobre posibles alternativas.