He visitado 57 países con mis hijos, y estos son los 5 mejores para viajar en familia
- Karen Edwards confiesa que su familia se ha divertido más explorando destinos desconocidos que viajando a los típicos puntos más famosos y visitados.
- Sus favoritos son Tanzania, por sus safaris, y Abu Dabi, por su ambiente festivo.
Este artículo se basa en una conversación con Karen Edwards, que escribe en su blog sobre los viajes de su familia por todo el mundo. La transcripción ha sido editada por razones de extensión y claridad.
Desde el año 2000 he visitado 93 países, 57 de ellos con mis cuatro hijos menores de 10 años.
Soy enfermera, pero desde 2014 escribo un blog sobre viajes con mi marido y mis hijos. Abarco muchos destinos poco conocidos y escribo itinerarios para los lugares en los que he estado, explicando cómo funcionan para familias con niños.
Muchos destinos familiares populares tienden a estar masificados. Suelen ser los más mediáticos o los que aparecen en los vídeos más virales de las redes sociales. En Estados Unidos, serían lugares como Disneyland en California o Disney World en Florida, mientras que para los europeos, podrían ser algunas de las zonas turísticas españolas.
Aunque mi familia y yo hemos visitado estos sitios, siempre hemos acabado decepcionándonos. A menudo carecen de experiencias educativas y parecen viajes sin sentido.
Creo que viajar a espacios subestimados hace que los viajes parezcan más exclusivos y que se pueda aprender más sobre las culturas de los países que se visitan; también te mantiene alejado de las trampas para turistas.
Nos fuimos de safari por Tanzania
Nuestra familia visitó Tanzania en 2019 en colaboración con una marca turística. Estuvimos allí durante 12 días.
Nuestros vuelos al país fueron algo caros; pagamos alrededor de 9,000 dólares para nuestra entonces familia de cuatro, incluida una parada en Zanzíbar al final del viaje por unos días. Sin embargo, en conjunto, el viaje no nos costó tanto.
Vivimos experiencias realmente únicas en Tanzania. Fuimos al pueblo de Mto Wa Mbu, que está debajo de una plantación de plátanos, y realizamos un safari por su Parque Nacional del Lago Manyara.
Curiosamente, Tanzania es uno de los pocos lugares del mundo donde se sabe que los leones trepan a los árboles. Recuerdo haberlos visto sentados en árboles altos; era bastante inusual, pero mis hijos disfrutaron mucho de lo cerca que estaban de los animales.
A lo largo de nuestro viaje, realmente sentimos que estábamos experimentando la vida en Tanzania. Nuestro campamento estaba al borde de un río, en plena naturaleza. Era agradable no sentirse rodeado de turistas.
Mis hijos se enamoraron de la cultura de Abu Dabi
Mi familia y yo nos mudamos a Abu Dabi en 2021 y vivimos allí 18 meses. La ciudad tiene muchas similitudes con la glamurosa Dubai, pero la experiencia es más realista.
En Abu Dabi hay festivales increíbles en los que comparten su cultura en diferentes formatos, ya sea a través de la comida local o la artesanía. La sensación es de autenticidad, porque suelen participar y organizarlos principalmente lugareños.
La ciudad se asienta a los pies de Jebel Hafeet, una de las montañas más altas de la región. A lo largo de la subida, encontrarás muchos artefactos antiguos, como cabañas colmena, que llevan allí miles de años. En la cima, podrás contemplar increíbles puestas de sol.
La ciudad también cuenta con el Oasis de Al Ain, que utiliza un antiguo sistema de riego. Tiene unos preciosos caminos pavimentados que parecen calles empedradas.
A mis hijos les encantó Abu Dabi y no paran de pedirme que volvamos; les gustaron mucho todas las celebraciones culturales.
Nos gusta tanto Sri Lanka que estamos construyendo una villa allí
En 2022, mi familia y yo nos trasladamos a Sri Lanka desde Abu Dabi. Pensamos que aquí pasaríamos más tiempo en familia y que sería un lugar asequible para vivir.
Estamos construyendo aquí una villa familiar que debería estar terminada en agosto. La zona donde estamos construyendo tiene muchos cafés, bares y restaurantes cerca.
En general, Sri Lanka es un país increíble que ofrece experiencias muy diversas. Hay plantaciones de té, montañas y playas. En cuanto a la vida salvaje, sus parques nacionales tienen montones de elefantes y leopardos.
En una ocasión, hicimos una excursión de safari en barco a un parque nacional aislado donde vimos a los elefantes nadar por un lago hasta una pequeña isla. Fue increíble.
Las playas de Sri Lanka son totalmente vírgenes. Tienen hermosos paisajes con cocoteros, aguas cristalinas y olas perfectas. Nuestra favorita es la playa de Kabalana.
Como siempre estamos en la playa, mis hijos han aprendido a hacer surf. Creo que es lo más divertido que hacemos los fines de semana en familia.
Las estaciones de esquí y los balnearios son increíbles en Andorra
Visitamos Andorra en 2018 durante unos seis días. La ciudad tiene una fusión única de culturas, aunque creo que la catalana es la influencia más fuerte. Durante nuestro viaje, mi familia y yo recorrimos muchas iglesias antiguas.
También visitamos algunos balnearios y estaciones de Andorra. El sistema hotelero y de esquí es muy familiar.
Durante nuestra visita a la estación de esquí de Grandvalira, mi hija aprendió a esquiar y mi marido a hacer snowboard; la estación tiene una guardería al pie de la montaña, donde los niños pueden jugar o esquiar.
Andorra también tiene unos balnearios increíbles, aptos para familias y divididos por edades.
Nuestro viaje fue en colaboración con la oficina de turismo de Andorra, pero creo que no fue excesivamente caro en comparación con otros lugares del mundo.
En Macedonia me trataron como en familia
Macedonia es un país balcánico situado al norte de Grecia. No he estado allí con niños, pero no tendría ningún problema en llevar a mis hijos.
Tiene muchos pueblecitos preciosos y también es ideal para esquiar.
El país también alberga uno de los lagos más antiguos y profundos de Europa, el lago Orquídea, que limita con Albania. En el lago hay un pueblecito precioso con un restaurante encantador y un ambiente estupendo para relajarse y disfrutar de una buena comida.
Visité el país en 2008 y de nuevo en 2012 con mi entonces novio y ahora marido.
La primera vez fui con dos amigas y éramos mochileras. Llegamos de madrugada en autobús y no teníamos ni idea de lo que estábamos haciendo. El conductor del autobús hizo una llamada y un desconocido vino a recogernos en su coche; pensé que me iba a morir.
Ocurrió todo lo contrario. Nos llevó a su casa, con su familia, y nos quedamos allí con ellos unos días. Acabamos alargando el viaje porque él y su familia eran increíbles.
No hablaban ni una palabra de inglés, y nosotros tampoco podíamos hablar ni una palabra de su idioma. Nos hacíamos gestos y ellos nos daban comida y vino tinto.
Me enamoré totalmente de ellos y de su país.
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