No todas las mascarillas FFP2 son útiles para evitar contagios: qué debes hacer para que funcionen mejor, según un prestigioso científico español

Una mujer poniéndose una mascarilla FFP2
  • Las mascarillas de tipo FFP2 son las más eficaces para prevenir contagios de coronavirus, y su uso está cada vez más generalizado.
  • Sin embargo, un científico español ha explicado que no todas las FFP2 son útiles como elemento de protección, ya que presentan un problema a la hora de ajustarlas a la cara.
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Las mascarillas FFP2 son las más eficaces para protegerte contra el coronavirus, ya que no sólo evitan que puedas contagiar a otra persona si eres portador del virus, sino que también consiguen que no lo contraigas si estás en contacto con una persona contagiada.

Debido a ello, el uso de las mascarillas FFP2 se está generalizando, y son muchos los que ya la prefieren frente a las quirúrgicas o de tela, a pesar de que su precio es más elevado que el del resto de mascarillas.

Eso sí, hay que tener en cuenta que este tipo de mascarillas no se puede utilizar durante más de 4 horas seguidas, de lo contrario pierden eficacia. Además, presentan algunos problemas que no todo el mundo conoce y que conviene saber para poder utilizarlas mejor.

Así lo advierte el catedrático de Química y Ciencias Medioambientales en la Universidad de Colorado (Estados Unidos), José Luis Jiménez, en una entrevista que ha concedido a ConSalud. Este científico español sostiene que las mascarillas FFP2 no siempre se usan de manera correcta, y que así se pierde parte de su eficacia. 

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"La mejor es la mascarilla FFP2, pero se han vendido mucho las que se colocan en las orejas y esas sellan mal, dejando mucho hueco", argumenta Jiménez al hablar sobre los elementos de protección más útiles contra el coronavirus.

Según detalla este científico, para que las mascarillas de tipo FFP2 cumplan su función correctamente tienen que ser ajustadas lo máximo posible al rostro, de modo que no queden huecos. Así los aerosoles de personas contagiadas no se filtran y el virus lo tendría más complicado para transmitirse.

"Una mascarilla que protege te deja una marca en la cara, el 80% o 90% de la gente la lleva mal", sostiene este catedrático, que considera que las FFP2 podrían dejar de proteger al propio usuario si no la lleva bien puesta, ya que las gotículas del virus serían capaces de traspasar los huecos. 

Por último, Jiménez hace hincapié en que las posibilidades de contagio por el contacto con una superficie son residuales: "Sabemos que la manera de transmisión principal es por el aire, el virus lo respiramos y nos infectamos". De ahí un ajuste adecuado de la mascarilla sea tan importante.

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