No todo es alzhéimer: otros problemas de salud que acarrean demencia secundaria (y reversible)

Demencia concepto ilustrado

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  • No todo el mundo que padece deterioro cognitivo y problemas de memoria tiene un diagnóstico de alzhéimer.
  • Existen las llamadas demencias secundarias, de carácter reversible, que tienen su origen en otras enfermedades de diferentes tipos, desde metabólicas y vasculares a infecciosas o incluso tumores.

La Sociedad española de neurología establece determinados criterios para el diagnóstico de la demencia. Debe haber alteraciones en al menos dos áreas cognitivas —memoria, atención y concentración, lenguaje, gnosias, praxias, funciones visoespaciales, funciones ejecutivas y conducta—. Deben ser adquiridas, objetivadas en la exploración y persistentes en semanas o meses.

No toda la demencia es alzhéimer: según la Organización Mundial de la Salud, el alzhéimer es la forma más común de demencia y puede representar entre un 60% y un 70% de los casos. Para mitad de siglo, podría haber 150 millones de adultos con demencia en todo el planeta.

 

¿Todas las demencias son irreversibles? La respuesta corta es no: dependiendo de las causas, los síntomas o la localización en la afectación cerebral cabe diferenciar entre demencia primaria y secundaria.

Las demencias primarias son aquellas que están provocadas por enfermedades degenerativas que afectan al sistema nervioso, como el alzhéimer, la demencia por cuerpos de Lewy, la demencia frontotemporal y la demencia asociada al párkinson. También hay otras menos frecuentes como la parálisis supranuclear progresiva, la enfermedad de Huntington o la degeneración corticobasal.

¿Qué son las demencias secundarias?

Las demencias secundarias son aquellas producidas por una enfermedad conocida, que puede ser vascular, inflamatoria, infecciosa, vascular, tumoral, traumática, hidrocefalia o endocrino-metabólica. Desde la esclerosis múltiple al VIH, el hipotiroidismo o el déficit de vitamina B12 pueden causar problemas de memoria. 

Se calcula que las demencias secundarias suponen el 10% de los casos.

Dicho de otro modo, el origen de la demencia secundaria no es un problema neurodegenerativo, sino la consecuencia de otras enfermedades subyacentes, como trastornos metabólicos, deficiencias vitamínicas o intoxicación crónica por alcohol. Si hay un diagnóstico precoz y se tratan adecuadamente, la demencia es reversible. 

En un comunicado de prensa, la organización sin ánimo de lucro Alzheimer Forschung Initiative (AFI) enumera una serie de causas que pueden provocar demencia reversible:

  • Aumento de la presión intracraneal: según MedlinePlus, se debe a un aumento de la presión del líquido cefalorraquídeo que rodea el cerebro y la médula espinal. Puede desencadenar problemas de memoria, incontinencia urinaria o inestabilidad al caminar. Puede tratarse a través de cirugía, medicamentos, drenaje y soporte respiratorio. 
  • Delirio: Según la Alzheimer's Research Initiative, se trata de un estado temporal de confusió que puede implicar alteración de la conciencia y problemas de atención y memoria. Puede desencadenarse por factores de estrés físico, como una operación quirúrgica, pero también por factores de estrés emocional, como un shock traumático. 
  • Tumores cerebrales: Un tumor en el cerebro también puede causar síntomas similares a la demencia, como deterioro de la memoria y cambios de personalidad. Sin embargo, si se puede extirpar quirúrgicamente con éxito, los síntomas pueden desaparecer.
  • Carencia de vitaminas: la falta de vitamina B12 es una causa muy poco frecuente de demencia reversible. Entre sus síntomas destacan una función cognitiva lenta, falta de concentración y fallas de la memoria. La falta de glucosa o tiamina también pueden causar demencia secundaria. 
  • Depresión: Los síntomas de la depresión también pueden confundirse con los de la demencia o el delirio. Los pacientes con depresión pueden tener dificultades para tomar decisiones, olvidos, desgana y falta de concentración. 

Además, la demencia secundaria puede estar causada por enfermedades autoinmunes o inflamatorias, como la encefalitis o la esclerosis múltiple, representa el 20% en las demencias en personas menores de 45 años. También puede haber demencia postraumática, a consecuencia de un traumatismo craneoencefálico grave o repetido.

Los metales pesados, el alcohol o los fármacos también pueden provocar cambios bioquímicos que alteren las funciones cognitivas. Lo fundamental, sea cual sea la causa de la demencia primaria o secundaria, es recibir un diagnóstico médico profesional.

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