Si nunca has trabajado o, más concretamente, no has cotizado nada o lo suficiente, también puedes tener derecho a recibir una pensión.

Se trata de las denominadas prestaciones no contributivas (PNC), que cuentan con unos requisitos diferentes —y menos exigentes en términos de cotización— que las prestaciones contributivas. 

A diferencia de estas últimas, para cobrar una PNC no se exige haber cotizado durante 15 años como mínimo, por lo que se puede acceder a ellas si no se ha trabajado tanto tiempo o si se ha hecho pero sin inscribirse a la Seguridad Social —por ejemplo, alguien en situación irregular o que se haya quedado en casa cuidando de los hijos o la familia—.

¿Quién tiene derecho a una pensión no contributiva?

Las pensiones no contributivas "son prestaciones económicas que se reconocen a aquellos ciudadanos que, encontrándose en situación de necesidad protegible, carezcan de recursos suficientes para su subsistencia en los términos legalmente establecidos, aun cuando no hayan cotizado nunca o el tiempo suficiente para alcanzar las prestaciones del nivel contributivo", define la Seguridad Social.

Las pensiones no contributivas en España pueden ser de invalidez y de jubilación, y están gestionadas por los órganos competentes de cada comunidad autónoma y las direcciones provinciales del Imserso (Instituto de Mayores y Servicios Sociales).

Los requisitos para tener derecho a una pensión no contributiva de jubilación y de invalidez son los siguientes:

• Carecer de ingresos suficientes: en 2024, esta carencia se cumple si las rentas o ingresos personales son inferiores a 7.250,60 euros anuales, aunque los límites varían (desde los 12.326,02 euros hasta los 56.192,15 euros anuales, según el caso) si se convive con un cónyuge o familiares, pues entonces se suman las rentas de los miembros de la unidad de convivencia.
• No tener derecho a una pensión contributiva por cotización insuficiente.
• Residir en España: durante un periodo de al menos cinco años (para la de invalidez) o de 10 años (para la de jubilación).
• Cumplir con el requisito de edad: 65 o más años (jubilación) o a partir de 18 y menos de 65 años (invalidez).
• En el caso de la pensión no contributiva de invalidez, se requiere también contar con un grado de discapacidad igual o superior al 65%.

Las PNC de jubilación e invalidez son incompatibles entre sí, así como con las pensiones asistenciales y algunas otras ayudas.

La cuantía íntegra de las pensiones no contributivas es de 7.250,60 euros al año en 2024 (517,90 euros al mes, en 14 pagas), tras la última revalorización, mientras que la mínima, de un 25%, es de 1.812,65 euros anuales (129,48 euros al mes).

Si dentro de una familia conviven varias personas beneficiarias, la cuantía que cobrará cada una será menor a la íntegra mencionada antes (6.163,01 euros anuales si son dos, 5.800,48 euros anuales si son tres...).

Por el contrario, las personas con invalidez que tengan una discapacidad del 75% o superior y acrediten necesitar a otra persona para "realizar los actos esenciales de la vida" podrán percibir un complemento del 50% (3.625,30 euros al año), con lo que su prestación quedaría en total en 10.875,90 euros anuales, o 776,85 euros mensuales, informa el Imserso.