Por qué es "prácticamente imposible" que lleguen los coches autónomos, según el fabricante chino que rivaliza con Tesla

Un coche de BYD.

REUTERS/Toya Sarno Jordan

  • A pesar de la apuesta de las compañías chinas por los coches autónomos, BYD considera que es imposible que esta se pueda aplicar alguna vez en la vida real.
  • Una de las dudas que plantea la compañía de coches asiática es la responsabilidad de estos vehículos en caso de accidente mortal. Además, considera que a día de hoy tampoco la industria se puede automatizar. 

Aunque haya muchos actores, como Elon Musk, que afirma que la conducción autónoma es el futuro, lo cierto es que hay muchas voces dentro del sector de la automoción que están totalmente en contra.

Tesla ha sido uno de los grandes abanderados de esta tecnología, aunque aún no haya puesto ningún coche 100% autónomo en la carretera. En Europa, el líder es Volkswagen, que ya ha comenzado sus pruebas en Alemania con su propuesta de transporte urbano autónomo, Moia.

Ahora, BYD afirma que la conducción totalmente autónoma es "prácticamente imposible" y la tecnología se aplicaría mejor a la fabricación. Según publica CNBC, la compañía que más coches vende de China considera que la conducción totalmente separada del control humana está muy lejos de ser real. 

"Puede haber muchas industrias y empresas que inviertan mucho dinero en esta tecnología, y después de invertir durante muchos años se demostrará que no lleva a ninguna parte", afirma Li Yunfei, portavoz de BYD.

Según explica Yunfei, hasta la fecha, han estudiado esta tecnología desde muchos aspectos, como el de la seguridad, la ética o la regulación, "incluyendo la aplicación en la industria, y no hemos encontrado la lógica de su uso". 

De hecho, afirma que, por muy mecanizada que estén las fábricas, el montaje final siempre va a depender de la mano humana. En China, cada trabajador cuesta unos 150.000 yuanes al año, teniendo en cuenta el salario mensual y las prestaciones, como la residencia que la empresa tiene que construir.

En 5 años, el coste oscila entre 600.000 y 700.000 yuanes (unos 80.000 euros). Mientras la empresa pueda comprar tecnología automatizada por el mismo precio, su valor es mucho mayor que el de un coche, explica Li. Además, la máquina no tiene que comer ni dormir. Sin embargo, aún no se sabe el coste de un robot que sea capaz de soldar y ensamblar. 

 

BYD lanza esta crítica a pesar de que China es uno de los países que más ha apostado por esta tecnología. Algunas empresas han obtenido la aprobación de las autoridades locales de los suburbios de Pekín, Shanghái y otras ciudades para operar taxis autoconducidos.

La seguridad es otro de los puntos que más preocupan de los coches autónomos, aunque todavía no es legal que coches particulares circulen por la calle, es el objetivo a futuro. Yunfei señala que cada año mueren unos 2 millones de personas en accidentes de tráfico y que, en un escenario de conducción totalmente autónoma, sería difícil determinar quién es el culpable.

A pesar de estas reticencias, lo cierto es que BYD también ofrece tecnología de conducción asistida en algunos de sus modelos. De hecho, a principios de este mes, ha anunciado el lanzamiento de una nueva tecnología de absorción de impactos para sus coches de gama alta.

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