Una profesora de yoga pensaba que sufría ansiedad y alergias, pero en realidad tuvo 3 infartos en menos de un mes

AnandaDina Pinelli con su perrita.
AnandaDina Pinelli con su perrita.Dina Pinelli
  • Como profesora de yoga, Dina Pinelli hacía ejercicio de forma regular y llevaba una dieta sana. 
  • Sin embargo, su estilo de vida no le impidió sufrir 3 infartos en menos de un mes cuando tenía 45 años.
  • Al principio, esta mujer confundió sus síntomas con ansiedad o alergias. Ahora, ha aprendido a escuchar a su cuerpo.

Dina Pinelli pensaba que era "el epítome de la salud", hasta que sufrió 3 ataques al corazón el mismo mes, en junio de 2020.

Esta profesora de yoga, que tenía 45 años en ese momento, cuenta a Business Insider las claves de su estilo de vida saludable. Después de que su padre padeciese un ataque cardíaco masivo décadas antes, toda su familia decidió comer alimentos orgánicos y no procesados. Además, ella practicaba ejercicio a menudo y meditaba a diario.

A mitad de camino de su iniciativa para caminar 5 kilómetros todos los días durante una semana, se encontró tirada en la cinta con dolor en el pecho y dificultad para respirar. Más tarde se enteró de que había sufrido uno de sus múltiples infartos.

"Estaba tan enfadada conmigo misma por no poder completar el reto que me presionaba", relata. "Intenté tanto todo ese autocuidado positiva que en realidad podría haberme matado".

Ahora, Pinelli comparte su historia como voluntaria de la campaña Go Red For Women Real Women de la American Heart Association. Su principal propósito es que otras mujeres conozcan las señales de un ataque al corazón que ella pasó por alto

El perro de Pinelli la salvó de su primer ataque al corazón

Desde abril de 2020, Pinelli había experimentado algo de sudoración y dificultad para respirar cuando trataba de pasear a su nuevo cachorro, Ananda. Ella confundió estas señales, asumiendo que sus síntomas estaban causados por una combinación de alergias y ansiedad, pero todo llegó a un punto crítico una noche de junio.

La profesora de yoga se despertó con su perrita lamiéndole las manos e inmediatamente sintió que algo iba mal. 

"Me senté en la cama y no podía moverme", explica.

 

Primero, sintió un dolor en el centro del pecho como si alguien le hubiera dado una paliza en un combate de boxeo. Le dolían las muñecas y los codos de ambos lados, casi como si al final hubiera intentado devolver el golpe a su oponente, pero se hubiera olvidado de llevar guantes, cuenta en su relato.

Tras 45 minutos de sudar y estirarse para soportar el dolor, Pinelli dijo que pudo levantarse de la cama y se tomó un Aleve antes de volver a dormir.

Al día siguiente, Pinelli se despertó con una sensación similar a acabar de correr una maratón: cansada, aturdida y dolorida por todas partes. 

Su segundo infarto le sobrevino menos de una semana después

Su segundo infarto le llegó en la cinta de correr menos de una semana después del primer episodio. Sentía el mismo dolor en el pecho, las muñecas y los codos, y esta vez llamó a su médico.

Pinelli tiene antecedentes de ansiedad, así que cuando habló con su médico a través de telemedicina, esperaba que le recetara Xanax. Afortunadamente, el médico pudo verla en persona y optó por examinar su corazón con un electrocardiograma.

"Todos me dijeron: 'Tienes 45 años, estás sana y eres profesora de yoga, te pondrás bien'", cuenta Pinelli. "Y no lo estaba. En lugar de eso, encontraron una obstrucción del 100% y me pusieron un stent".

Un stent es un tubo que se utiliza para abrir una arteria obstruida o estrechada en una crisis cardiaca, según la Asociación Americana del Corazón. La colocación de un stent puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir otro infarto, pero algunos pacientes pueden necesitar varios procedimientos para mantener abiertas sus arterias.

Tras su tercer infarto, Pinelli aprendió a escuchar a su cuerpo

Aproximadamente una semana después de que le pusieran el primer stent, Pinelli volvió a sentir dolor mientras paseaba al perro con su padre. Incluso después de sus ataques anteriores al corazón, dijo que seguía dudando antes de llamar a su médico.

"No quería ser esa persona hipocondríaca", apostilla.

Pero Pinelli decidió escuchar a su cuerpo y volvió al médico para hacerse más pruebas. Su electrocardiograma y sus niveles de troponina —medidores de la función cardiaca— resultaron anormales, y sufrió su tercer infarto en el hospital. Necesitó la implantación de otro stent y también le recetaron betabloqueantes para reducir la tensión arterial.

¿Cómo empezar a hacer yoga? 11 cosas que debe saber todo principiante

La profesora de yoga relata que su recuperación fue más lenta de lo que le hubiera gustado, pero cambiar de un médico a una cardióloga supuso "un mundo de diferencia". Su nueva doctora le ajustó la medicación y le enseñó a retomar gradualmente el ejercicio, algo que le aterrorizaba después de sus infartos.

Ahora, Pinelli ha aprendido que debe estar atenta a su única señal de alarma de infarto —dolor en la muñeca y el codo—, pero puede mantener un ritmo de carrera sin preocuparse de que el ejercicio la mate. Desde entonces no ha vuelto a sufrir un infarto y ha aprendido a escuchar a su cuerpo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.