Puede que nunca más necesites enchufar tu coche eléctrico: esta es la razón

Electreon hizo con un Toyota RAV4 más de 1.900 kilómetros sin parar.
Electreon hizo con un Toyota RAV4 más de 1.900 kilómetros sin parar.

Electreon

  • Los largos tiempos de recarga y la falta de cargadores públicos disuaden a la gente de comprar coches eléctricos. 
  • Algunas startups están convencidas de que la recarga de los vehículos eléctricos necesita una transformación radical. 
  • El intercambio de baterías y la recarga inalámbrica de vehículos eléctricos podrían conseguir que tener un vehículo eléctrico fuera mucho más cómodo.

La idea de tener que cargar el coche asusta a los posibles compradores de coches eléctricos. Si todo el mundo quiere dejar de usar combustibles contaminantes más pronto que tarde, esto tiene que cambiar. 

Por supuesto, los fabricantes de automóviles pueden hacer frente a la frustrante larga duración de las paradas de carga diseñando coches que se recarguen más rápido y recorran más distancia entre recargas. Los proveedores de recargas pueden tranquilizar a los ansiosos conductores instalando un mayor número de estaciones de recarga fiables en todo el mundo. Y todo eso, de una forma o de otra, ya está ocurriendo. 

Pero algunas startups están convencidas de que la forma en que recargamos los vehículos eléctricos necesita una profunda transformación. 

Cuando se agota una batería, solo hay que cambiarla

La propuesta de Ample, en la que por ejemplo ha invertido Repsol, es sencilla: en lugar de perder un tiempo precioso esperando a recargar la misma batería una y otra vez, ¿por qué no cambiarla por una nueva y seguir adelante? 

Ample afirma que sus nuevas estaciones, vistas aquí en un 'render', pueden cambiar una batería en cinco minutos.
Ample afirma que sus nuevas estaciones, vistas aquí en un 'render', pueden cambiar una batería en cinco minutos.

Ample

En las estaciones de cambio de baterías de Ample, aproximadamente del tamaño de unas cuantas plazas de aparcamiento, es donde se produce la magia. Cuando un conductor entra en un puesto, su vehículo se eleva y la maquinaria que hay debajo entra en acción, extrayendo de forma autónoma la batería descargada y sustituyéndola por otra totalmente cargada en cuestión de minutos. Se trata de una mejora revolucionaria con respecto a las estaciones de carga rápida habituales, en las que una carga completa puede tardar entre 30 minutos y una hora o más. 

La empresa aún está en sus primeros pasos, pero su tecnología ya está en manos de algunos conductores de Uber en California gracias a un acuerdo con el gigante de la movilidad. Ample planea centrarse en las flotas de taxis, reparto y alquiler de coches antes de dirigirse a los particulares. 

No se podrá llegar a una estación de Ample con cualquier vehículo eléctrico: tendrá que estar equipado con las baterías modulares y extraíbles de la empresa. La empresa planea conseguirlo mediante alianzas con fabricantes de automóviles. 

La estación de Ample eleva los vehículos para acceder a su parte inferior.
La estación de Ample eleva los vehículos para acceder a su parte inferior.

Ample

Dadas las limitaciones actuales de infraestructura y tecnología, los vehículos eléctricos funcionan mejor para quienes no conducen mucho en un mismo día y pueden recargar en casa. John de Souza, cofundador y presidente de Ample, explica a Business Insider que un cambio de baterías rápido, cómodo y barato será clave para que el resto de la gente se suba al carro. 

"Si no puedes permitirte el lujo de tener un aparcamiento por las noches, la cosa empieza a desmoronarse", dice refiriéndose a la propiedad de un eléctrico. "O si conduces muchos kilómetros, acaba derrumbándose".

Ample ofrece algo más que paradas rápidas, explica de Souza. Según el modelo de la empresa, los clientes compran un vehículo sin batería y luego pagan una suscripción a la batería, lo que puede reducir el coste inicial de la electricidad. El intercambio de baterías debería prolongar la vida útil del vehículo al reducir las sesiones de carga rápida, que aceleran el desgaste de la batería, y permitir a los propietarios mantenerse al día de los últimos avances en la química de las baterías, según de Souza. 

La empresa china Nio lleva años vendiendo coches con baterías intercambiables mientras crea la infraestructura necesaria, primero en su país y ahora en Europa. En Estados Unidos, el intercambio generalizado de baterías aún está lejos, pero está ganando impulso. La empresa estadounidense de vehículos eléctricos Fisker acaba de anunciar sus planes de ofrecer la tecnología de Ample en su SUV Ocean a partir de 2024. 

Coches eléctricos y carreteras eléctricas

Para la empresa israelí Electreon, el camino hacia el futuro del vehículo eléctrico está pavimentado con carreteras que recargan los vehículos de forma inalámbrica mientras están en movimiento.

Electreon ha puesto en marcha varios proyectos de recarga inalámbrica de autobuses.
Electreon ha puesto en marcha varios proyectos de recarga inalámbrica de autobuses.

Electreon

La tecnología puede parecer sacada de la ciencia ficción, pero es real. Los primeros proyectos de Electreon se centran en la recarga inalámbrica de autobuses públicos, vehículos con rutas predecibles y depósitos listos para ser reformados. Pero no se detiene ahí. 


Oren Ezer, cofundador y CEO de Electreon, explica a Business Insider que la recarga inalámbrica podría resolver los principales problemas que frenan la revolución de los vehículos eléctricos: infraestructura de recarga insuficiente, autonomía limitada y dependencia de baterías grandes y caras. En un mundo en el que las paradas de autobús, los aparcamientos y las calles electrificadas carguen los vehículos todo el tiempo, esos problemas pasarán a un segundo plano. Esa es la visión a largo plazo. 

Para demostrar el potencial transformador de la llamada "carga inalámbrica dinámica", Electreon se propuso en mayo conducir un Toyota RAV4 Prime —un híbrido enchufable con solo 65 km de autonomía eléctrica— durante 100 horas seguidas sin enchufar ni utilizar gasolina. 

En una pista de pruebas con sus bobinas de carga de cobre incrustadas en el asfalto, Electreon y un equipo de 55 conductores recorrieron 1.940 kilómetros, una hazaña impensable en un vehículo eléctrico convencional. (La flor y nata de la producción eléctrica actual puede recorrer entre 400 y 800 kilómetros antes de tener que parar a recargar).

El todoterreno, especialmente equipado para recibir energía de forma inalámbrica, recorrió la pista a una velocidad de entre 30 y 50 km/h, según Ezer. Además, añade que incluso a velocidades de autopista, las carreteras Electreon pueden mantener la batería del vehículo cargada indefinidamente.

Electreon excava una zanja poco profunda para instalar sus bobinas de carga.
Electreon excava una zanja poco profunda para instalar sus bobinas de carga.

Electreon

Antes de que te asuste la perspectiva de una construcción interminable e invasiva si esta tecnología despega, piensa en lo siguiente: Electreon dice que puede construir 2,5 km de carretera en una noche. No hace falta arrancar una calle entera, dice Ezer, basta con cavar una zanja de unos cinco centímetros de profundidad. 

A pesar de los miles de millones invertidos en infraestructuras de recarga convencionales, Ezer cree que su tecnología triunfará en el futuro. Una señal positiva: en marzo, Electreon anunció un acuerdo de I+D con Toyota. 

"Necesitamos todas las soluciones juntas para acelerar la adopción de los vehículos eléctricos", afirma. "Pero la tecnología inalámbrica será dominante, seguro".

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