Conseguir que te llamen para una entrevista de trabajo no suele ser fácil, como tampoco ser la persona elegida para el puesto vacante.

Para ello, hay que pasar por distintas pruebas —consciente o inconscientemente—, minimizar los errores y saber enfrentarse y superar con éxito a la clave de las entrevistas de trabajo: las preguntas.

Estas engloban tanto las preguntas que deberías hacer tú —o las que tendrás que guardarte solo para ti— como las que te van a formular las personas que podrían contratarte: desde las cuestiones clásicas hasta otras más raras, incluidas las que suponen una pequeña trampa y las que directamente no deberías ni admitir por ser inapropiadas o ilegales.

Pero, ¿qué puedes hacer cuando no has entendido del todo bien una pregunta o, peor aún, no sabes cómo responder?

En esos casos, hay tres formas sencillas y adecuadas de reaccionar, para "recuperar la compostura en la entrevista y mostrar lo mejor de ti mismo/a como profesional", recoge CNBC, a partir de los consejos de Teresa Freeman, quien tiene 25 años de experiencia como ejecutiva de recursos humanos para empresas como Amazon y Deloitte:

1. Repite o reformula la pregunta que te han hecho

Si ni siquiera tienes del todo claro qué te han preguntado, porque no lo has oído o entendido bien, puedes repetir o reformular educadamente la pregunta que te ha hecho la persona entrevistadora para comprender qué te está pidiendo, explica Teresa Freeman.

"A veces no sabes cómo responder, o puedes pensar que no lo sabes porque no lo escuchaste bien o por la forma en que fue planteado", describe.

2. Redirige la respuesta a tu favor

El problema viene cuando sí has comprendido perfectamente la pregunta, pero no sabes cómo ni qué responder; por ejemplo, porque tendrías que admitir que no tienes experiencia en eso que te piden.

En este tipo de situaciones, un 'truco' puede consistir en llevar la pregunta a tu terreno y dar una respuesta desde un tema o una idea relacionada que te permita destacar tus virtudes y contar aquello que sí sabes y haces bien.

La experta ofrece un ejemplo concreto de lo que podrías decir: "Entiendo que me ha preguntado por una ocasión en la que hice una demostración de análisis de datos complejos para un cliente. Aunque puede que no haya hecho eso en concreto, sí que organicé y proporcioné consolidación de datos para un proyecto para esta empresa o este cliente como becario/a".

3. Muestra ganas de aprender

Este último consejo puede ser una alternativa al anterior, o una continuación si no te ha 'funcionado' esa táctica y la persona entrevistada insiste en preguntarte sobre algo de lo que no tienes experiencia o conocimiento.

Se trata de convertir un posible punto débil (lo que no sabes hacer o desconoces) en una fortaleza que te haga destaca como candidato o candidata para ese puesto de trabajo. ¿Cómo? Muestra tus ganas de aprender y tu entusiasmo por adquirir esa experiencia o habilidad.

"Si alguien te pregunta: 'Cuéntame alguna vez que hayas dirigido un proceso complejo de análisis de datos', puedes decirle: 'Desgraciadamente, aún no he tenido esa experiencia, pero estoy deseando demostrar y reforzar esas habilidades y entiendo que es una parte muy importante del trabajo. Comprendo por la descripción del puesto que la persona que lo ocupe tendrá que hacerlo a menudo, y yo aprendo rápido y me entusiasma ese aspecto del trabajo'", ejemplifica como prototipo de respuesta Freeman.

Así, la persona entrevistadora percibirá que "quieres este trabajo": si los candidatos expresan positividad, energía e interés, "ya tienen mucho camino recorrido", ensalza.