Récord histórico de españoles de baja o vacaciones: ¿se ha perdido el miedo a 'desaparecer' en el trabajo?

Ejecutivo de vacaciones
  • El número de personas con empleo pero que no trabajan por estar de baja o de vacaciones está en máximos históricos en 2023.
  • Desde el teletrabajo hasta la gran renuncia, los empleados ya no han vuelto a mirar sus puestos de trabajo con los mismos ojos. "La gente parece menos preocupada por las implicaciones de pedirse una baja", señalan los expertos.

Ahora mismo en España hay más trabajadores que nunca, pero también más empleados que no trabajan. Parece un trabalenguas, pero es realismo estadístico.

Cada vez hay más trabajadores que, teniendo empleo, no trabajan. En el primer trimestre de 2023, el número de empleados ocupados que declaraba no estar trabajando alcanzó los 2,2 millones de personas, según los datos del Observatorio Trimestral del Mercado Laboral de Fedea y BBVA Research. 

"Hay dos causas principales que explican el crecimiento del número de ocupados que no trabajan: los días de permiso por vacaciones y las bajas por enfermedad, accidente o incapacidad", constata Marcel Jansen, investigador de Fedea. En ambos casos, el número de empleados sin trabajar está en máximos históricos.

Como prueba, los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), donde el número de encuestados que respondió que tenían empleo pero no estaban trabajando volvió a dispararse en los últimos meses. “Sigue habiendo más bajas que antes de la pandemia”, observa Jansen. 

Los 2,2 millones de empleados en el primer trimestre superan de lejos los 1,9 millones que había en esta situación en 2008, el periodo más alto con ocupados no trabajando, exceptuando el pico que hubo en 2020. Es el dato más alto sin contar con los meses de pandemia, cuando el parón derivado del confinamiento y los ERTE desvirtuaron las estadísticas. 

El fenómeno, además, se da de forma generalizada en todo tipo de empleos: “no son únicamente ejecutivos de vacaciones”, matiza. Los directores y gerentes con empleo pero sin trabajar representaron, de hecho, el 8% de los ocupados. El porcentaje más bajo, frente a técnicos, administrativos y otros profesionales, cuyo peso alcanza el 10% en todos los casos.

Gran renuncia

Las razones por las que estos empleados no trabajan son muy diversas: desde vacaciones, hasta bajas por incapacidad temporal o enfermedad y permisos de paternidad o maternidad, hasta excedencias e incluso los que todavía continúan en ERTE. Pero el caso más llamativo es el de los empleados de vacaciones y el de bajas por enfermedad. 

Aproximadamente la mitad de ese incremento de ocupados sin trabajar se debe a vacaciones y, la otra mitad, a bajas por enfermedad. "Estamos hablando niveles bastante superiores en términos porcentuales a lo que hemos visto en otros años", añade Libertad González, profesora de Economía asociada en la Universidad Pompeu Fabra y en la Barcelona School of Economics. 

"Hay dos causas principales que explican el crecimiento del número de ocupados que no trabajan: los días de permiso por vacaciones y las bajas por enfermedad, accidente o incapacidad", corrobora Jansen. 

La proporción de personas ocupadas que no trabajaron en la semana de referencia de la encuesta por encontrarse de vacaciones lleva creciendo desde 2021, especialmente desde el tercer trimestre de ese año, después de haber sufrido una importante caída en 2020, como consecuencia de los meses de pandemia y restricciones sociales y a la movilidad. 

Entre 2020 y el verano de 2021, cuando se produce el primer pico de ocupados no trabajando por vacaciones, el incremento podría atribuirse a días de permiso acumulados durante los meses de pandemia. Y en el caso del fuerte aumento generalizado de empleados sin trabajar, una buena parte se explica por el boom de ERTE. Pero ahora los ERTE han desaparecido.

En el caso de personas de baja por enfermedades, accidentes o incapacidad, permisos por nacimientos o excedencia, el porcentaje de empleados que no están trabajando empezó a crecer en 2022 y se ha mantenido prácticamente constante desde entonces.

"No entendemos bien qué está pasando", reconoce González. "Desde el Covid-19 vemos cómo aumentan los ocupados que no están trabajando, y esto no se ha recuperado", comenta.

Dimisiones de empleados

 ¿Se ha perdido el miedo a 'desaparecer'?

Que la pandemia ha marcado un antes y un después en las tendencias del mercado laboral no es una sorpresa para nadie. Desde el teletrabajo hasta la gran renuncia, los empleados ya no han vuelto a mirar sus puestos de trabajo con los mismos ojos.

En todo 2022 hubo más de 70.000 trabajadores que renunciaron a sus empleos en España. Nunca en la historia se habían producido tantas dimisiones como ahora, y eso a pesar de la crisis de precios y la incertidumbre por las consecuencias de la guerra en Ucrania.

En el caso de los trabajadores que no trabajan, el origen podría estar en el mismo punto de inflexión, aunque la causa exacta no esté clara. "La gente parece menos preocupada por las implicaciones de pedirse una baja en su puesto de trabajo", observa Jansen.

"En el caso de las vacaciones, tal vez podría atribuirse a cambios en Recursos Humanos o a un efecto rebote posterior al bajón de la pandemia", explica Florentino Felgueroso, investigador asociado de Fedea.

"El incremento de los empleados de baja por enfermedad también puede deberse a problemas de salud que, antes de la pandemia, no se consideraran baja, y ahora sí" añade González, que cita como ejemplo las infecciones respiratorias, o el repunte de casos afectados por ansiedad.

Jansen, por su parte, señala que en el caso de las bajas por enfermedad podría influir el efecto del envejecimiento de la población: "Desde las mutuas apuntan a problemas derivados de la edad, de movilidad, como fracturas, esguinces...".

Estas ausencias también se perciben en la productividad y el número de horas trabajadas. El número de empleados está en máximos históricos y supera los niveles prepandemia, pero la productividad por hora trabajada apenas se ha recuperado. "Vemos una evolución distinta de empleo y horas, y el motivo principal que explica que las horas hayan disminuido menos es que hay menos ocupados efectivos", añade Jansen.

"Es algo preocupante", reconoce Rafael Doménech, director de análisis económico de BBVA Research, que señala que uno de los efectos de la reforma laboral debería ser la mejora de la productividad derivada del aumento de indefinidos, y eso no está ocurriendo.

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