Con el objetivo de mejorar el acceso a la jubilación anticipada a las personas que trabajan, pero tienen una discapacidad, el Gobierno trabaja en una nueva reforma de las pensiones que busca beneficiar a un sector de la sociedad que tiene muchas dificultades para acceder al mercado laboral.

Recientemente, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones efectuó una segunda reforma que dejaba de lado la medida referida a este colectivo. Sin embargo, el ministerio que dirige José Luis Escrivá proyecta ponerla en marcha próximamente. 

El cambio será significativo, ya que pretende que estas personas puedan beneficiarse de la jubilación anticipada, teniendo solo 5 años cotizados.

Actualmente, la normativa recoge la jubilación anticipada para las personas trabajadoras con una discapacidad igual o superior al 45%, según el Real Decreto 1851/2009.

Así, las personas con discapacidad pueden jubilarse anticipadamente a los 56 o 52 años, dependiendo del grado que tengan. Siendo a los 56 para un grado igual o superior al 45%, y los 52 años para discapacidades del 65% o superior.

¿Quiénes serán los beneficiarios?

La nueva reforma legislará que los trabajadores con un grado de discapacidad del 45% o más se podrán jubilar de forma anticipada, teniendo solo 5 años de cotización en la Seguridad Social. 

Eso sí, hay letra pequeña, ya que uno de los requisitos será poder acreditar que la persona solicitante ha sufrido algunas de las patologías responsables de la discapacidad que recogerá la norma durante 15 años.

A menos que haya cambios en el proceso de redacción de la legislación,  esta no tendrá carácter retroactivo. Se espera que en las próximas semanas el Gobierno presente un borrador para aprobar esta medida.