Nervios, tensión y ansiedad: 7 emprendedores españoles comparten la cara menos visible del mundo de las startups

Con los problemas de salud mental ocurre un poco como con los fantasmas en las películas de miedo: están ahí y todos los ven, pero a veces parece que se mantiene la secreta esperanza de que, si se los ignora, tarde o temprano se irán. 

Pero los fantasmas siempre tienen su porqué, su razón de ser, la historia que explica su existencia, e ignorarla solo conduce a rincones cada vez más oscuros y abismos cada vez más profundos.

Algunos de esos fantasmas los conoció hace no mucho Borja Vera, cofundador y CEO de Votum, una startup consagrada a la compraventa de CBD, siglas del cannabidiol, un químico extraído de la planta del Cannabis cuyas propiedades sirven —según algunos estudios— para calmar precisamente síntomas que tienen que ver, entre otras muchas cosas, con la ansiedad.

"He tenido un par de momentos muy duros en estos años en los que llevamos emprendiendo. El primero de ellos llegó cuando ya estaba a punto de finalizar mi antiguo trabajo para poder entregarme en cuerpo y alma a Votum", cuenta Vera que, como en el resto de casos, ha preferido ofrecer su testimonio por correo a Business Insider España. 

"La carga de trabajo y la presión a la que estaba sometido era muy grande, y atravesé momentos de mucho estrés hasta que finalmente abandoné mi antigua vida y comencé al 100% en este proyecto". 

Pero llegarían momentos todavía más complicados. Cerca de medio año más tarde, el estrés de dirigir su propio proyecto condujo a este emprendedor a sufrir fuertes crisis de ansiedad. "Realmente vi en riesgo mi salud", explica. 

Finalmente, un cambio de rutina y el CBD, comenta, lo sacaron del bache. Tras apenas un año de funcionamiento, Votum presume en sus cuentas, a las que ha tenido acceso Business Insider España, de haber alcanzado al menos el punto de equilibrio entre pérdidas e ingresos tras facturar en 2022 más de 70.000 euros. Pero detrás de estos resultados hay una historia que habla de estrés, ansiedad y crisis.

Lo peor es que no se trata, ni mucho menos, de un caso aislado, aunque en ocasiones pueda parecerlo debido al atronador silencio que pesa sobre los problemas mentales que asolan el mundo del emprendimiento.

Una muestra muy clara de ello son los escasos estudios que hay al respecto. Uno de los más completos fue el que elaboró en 2015, hace casi una década, la Universidad de Berkeley, que, con todo su tamaño, su prestigio y sus recursos apenas pudo acceder a 242 emprendedores que quisieran responder sobre su salud mental.

Las conclusiones del informe, citadas por doquier siempre que se vuelve sobre el tema en los medios de comunicación, fueron, como poco, preocupantes: el 72% de los fundadores consultados por Berkeley reconocieron bajo anonimato sufrir problemas de salud mental.

Citando precisamente aquel estudio, a finales del año pasado Alejandro Artacho, CEO de Spotahome, quiso abrir por fin la caja de los truenos en un sincero escrito publicado íntegro en Esquire.

"Al emprendedor se le exige estar siempre fuerte, sereno, con una sonrisa… Y disponible, sin descanso. Lo contrario muestra debilidad y eso no casa con su figura, dentro y fuera de la empresa. A menudo, se le presenta como un héroe invencible, una rockstar. Pero tu startup no eres tú y la realidad detrás 'del personaje' del que se es esclavo puede ser completamente diferente si uno no es consciente de los estragos que emprender puede generar en la persona, a veces de forma silenciosa", explicó entonces.

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En España, el último intento de abordar la cuestión lo ha protagonizado ancla.life, una asociación sin ánimo de lucro dedicada precisamente a tratar de prevenir problemas de salud mental como el estrés crónico, el burnout o la depresión entre los emprendedores.

El último informe de ancla.life sobre el tema data de 2022 y cuenta con el concurso de apenas 29 testimonios, lo que de nuevo da una idea de las pocas ganas que hay de hablar de ello en el ecosistema. 

En el estudio de ancla.life, aproximadamente la mitad de los consultados mostraban síntomas de estrés moderados, severos o muy severos; el 40% síntomas de ansiedad moderados, severos o muy severos y el 35% síntomas de depresión moderados, severos o muy severos. 

A pesar de estos preocupantes datos, los emprendedores con síntomas de estrés presentaron un índice de autoeficacia (percepción de poder resolver uno mismo los problemas) de 4,21 sobre 5, mientras que quienes carecían de dichos síntomas presentaron un 4,08 sobre 5. 

Esto da una idea de hasta qué punto cuestiones como el estrés y la ansiedad no solo no están mal vistas en el ecosistema, sino que se consideran incluso moneda de cambio habitual, casi un mal necesario que en realidad sirve como motor del proyecto. 

Ancla.life recuerda en su informe que esto no es así: "La sintomatología psicológica disminuye la capacidad de liderazgo, la capacidad de toma de decisiones y la de procesar la información".

Los peores días de una vida

Pedro Espinosa es fundador y CEO de Emocional, una startup dedicada al desarrollo de un software que emplea IA para cuidar el bienestar de los equipos en las empresas.

Pero dedicarse precisamente a cuidar la salud mental de los equipos ajenos no ha vuelto a Espinosa invulnerable a los problemas de estrés y ansiedad que trae consigo todo emprendimiento. De hecho, tiene grabada a fuego en la memoria una fecha: 20 de junio.

"Fue antes de levantar la ronda presemilla, cuando teníamos ya un equipo de 16 personas. Era 20 de junio y teníamos 500 euros en la cuenta del banco. Sabíamos que 6 días más tarde teníamos que pagar nóminas con un valor de 35.000 euros, así que nos faltaban 34.500 euros", recuerda el CEO.

"Por suerte, fue un momento en el que vimos los primeros brotes de mercado. Empezamos a tener un producto digital que creíamos que podía aportar un gran valor al cliente y una tecnología que era lo suficientemente disruptiva como para ser un argumento en sí mismo para invertir o comprar Emocional. Lo gestionamos con optimismo, confianza y trabajando mucho".

Finalmente, cuenta, el 30 de ese mismo mes la empresa contó, gracias a una ronda, con 300.000 euros en el banco que les permitieron seguir desarrollando el proyecto. Aunque por poco, la startup tuvo entonces un feliz punto y seguido. 

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Pero las soluciones a las crisis no llegan siempre tan de repente. Ignacio Requena, CEO de la cadena de hostales Room007, vio peligrar de verdad su negocio durante la pandemia, cuando todo el turismo mundial se detuvo.

"Con mucha diferencia, el peor episodio que he vivido se dio durante el coronavirus. La empresa iba como un tiro y de un día para otro tuvimos que frenar en seco. Fue superinjusto, ya que el equipo había trabajado de una forma espectacular para llegar donde habíamos llegado, y por un hecho absolutamente ajeno a cualquiera de nosotros, se tuvo que frenar en seco", explica.

A pesar de todo ello, la empresa salvó los muebles en 2020 con una facturación de cerca de 470.000 euros y un ebitda positivo de 60.000 euros. En 2021, año todavía con restricciones pandémicas, facturaron 300.000 euros y totalizaron un ebitda positivo de algo más de 45.000 euros. Poco a poco, la startup busca regresar a los casi 800.000 euros que llegaron a facturar en sus mejores días.

Tampoco guarda un gran recuerdo de la pandemia Mateo Cusí, jefe de desarrollo de negocio de la startup Urban Air Purifier, fabricante de semiconductores de energías renovables.

"En nuestro caso hemos vivido dos situaciones similares en estos últimos años. La primera fue con el inicio de la pandemia. Habíamos lanzado nuestro producto al mercado y teníamos varios proyectos a punto de confirmarse cuando llegó el confinamiento", relata Cusí.

La empresa salió de aquello, comenta el empresario, haciendo de la necesidad virtud: "Pensamos que iba a ser el fin del mundo, pero vimos que cambiando el sistema de filtrado, nuestra solución podría ser útil para el grave problema mundial que era precisamente el coronavirus". 

Pero los males no terminarían ahí, ni mucho menos. Acabada precisamente la pandemia, Urban Air Purifier se enfrentó a otro problema todavía mayor: tras meses hablando sin parar de virus circulando por el aire, la gente ya ni quería oír hablar de sistemas de filtrado de aire.

"Durante el 2022 se generó un efecto rebote y la gente ya no quería saber nada de soluciones para la calidad del aire, así que nuestro producto se volvió tabú. Estuvimos con incertidumbre y miedo porque veíamos que nuestro proyecto, que siempre ha generado mucho interés, se podría hundir", recuerda Cusí.

La solución, por ahora, la de tantas otras veces: seguir trabajando, buscar nuevas vías de negocio y confiar en que, tarde o temprano, el filtrado del aire volverá a interesar de verdad.

Pero la angustia y el estrés afectan incluso a los más veteranos. Lo sabe David González, fundador de portales como Infojobs y Computrabajo, que hoy forma parte del conglomerado empresarial Redarbor. Este arrojó en 2022 beneficios por valor de más 4 millones de euros. Sin embargo, el camino no ha sido tan bonito como pueda parecer.

"Durante todos estos años como emprendedor he estado a punto de perderlo todo en dos ocasiones. Fueron momentos muy difíciles: las deudas, la casa hipotecada, no saber si podía pagar a mi equipo a final de mes… había muchas preocupaciones", cuenta a Business Insider España.

En su caso, dejarse ayudar por los suyos fue clave: "Contar con apoyo en el ámbito familiar es vital en esos momentos. Tenemos tendencia a pasar las cosas solos, pero es bueno compartir lo que nos pasa para poder hacer frente a los problemas. Aun así, de momentos difíciles también se pueden sacar buenos aprendizajes".

Otro veterano del ecosistema que sabe lo que es sufrir cuando vienen mal dadas es Jesús Monleón, inversor en serie a través de Seedrocket y fundador en su día de proyectos de éxito como Emagister. Tiene muy claro lo que ocurre cuando la ansiedad gana la partida.

"Estando en Offerum [una plataforma de comercio electrónico de cupones de ocio y viajes fundada en 2010 y vendida en 2015], algunos momentos me generaron ansiedad. Cuando te descuidas a nivel de salud, deporte, alimentación, etc. entras en un loop muy perjudicial en el que ganas mucho peso, duermes mal...".

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Emprendimiento y salud mental, un problema del que hay que hablar

"Creo que estamos en una tendencia donde se está hablando cada vez más de salud mental, y está genial, pero creo que deberíamos enfocar el discurso de una forma diferente. Se habla mucho de los problemas, pero muy poco de las soluciones", reflexiona Espinosa desde Emocional.

"Y los problemas ya sabemos que están ahí. Lo que necesitamos es hablar más de qué podemos hacer para solucionar los problemas de raíz, desde una perspectiva más positiva y resolutiva".

Aleix de Castellar, CEO de Apartool, una plataforma de alojamiento temporal para viajes de negocios, es incluso algo más tajante.

"Por supuesto que tenemos que hablar más de esto. La gente debería ir a terapia, sin excepción. De hecho, cuando mejor estás, ese es el mejor momento para ir. Si fuera algo más público lo habláramos más abiertamente, la gente lo normalizaría", explica. 

"Es vital que le dediquemos de forma semanal tiempo a nuestra salud mental y a actividades como el yoga, deporte, terapia, meditación... Son cosas que ayudan a nuestro equilibrio".

También lo tiene claro Irene Gómez, CEO y cofundadora de Keybotic, la empresa de robots autónomos.

"100% se tiene que hablar mucho más sobre salud mental. Mi hermana es psiquiatra, por lo que está en el día a día de las conversaciones familiares, aunque quizás no es lo más habitual. Todos tenemos que pensar que al igual que si nos duele un riñón lo decimos y vamos al médico, lo mismo si no estamos bien anímicamente".

Coincide Irene Chía, CEO de Nabbü, una startup que digitaliza centros formativos: "Creo que es importante que se hable de ello, al final, casi todos los emprendedores pasamos por las mismas fases, errores y decepciones. Es duro y es importante trabajar la salud mental para que todo esto no reste y sea un aprendizaje natural en el que a veces hay cosas buenas y otras no".

David González introduce un matiz: no se trata solo de la salud mental del líder del proyecto, sino de quienes lo acompañan.

"Hay que hablar de salud mental, pero sin exagerar y sobredimensionar esta cuestión. Es importante detectar cuándo hay un problema. Uno debe cuidar de su propia salud mental y, como emprendedores, también debemos preocuparnos de la salud mental de nuestros equipos".

Para Monleón, la cuestión de fondo es algo más profundo. Más allá de la salud mental, opina, hay que ser sincero sobre lo que significa emprender: "La verdad, no sé si hay que hablar de salud mental. Que se hable claro sobre lo que es ser emprendedores sí que me parece importante. Hay que normalizar la realidad".