Limpieza del horno sin complicaciones: el truco casero con mantequilla que debes probar

En la búsqueda constante de métodos prácticos y económicos para mantener la cocina impecable, el horno siempre suele ser un punto débil. Es un electrodoméstico algo complejo, ya que acumula mucha grasa carbonizada y no suele limpiarse en el día a día y por ello esta tarea puede ser algo tediosa.

Sin embargo, hay un truco casero que promete hacer que la limpieza del horno sea mucho más sencilla y eficiente. Con solo unos pocos ingredientes y siguiendo algunos pasos simples, podrás eliminar fácilmente la grasa y los residuos orgánicos acumulados en tu horno. 

El secreto está en utilizar mantequilla para una limpieza efectiva y sin mucho esfuerzo. El método consiste en calentar el horno a baja temperatura para ablandar la capa orgánica, a la vez que reduces el riesgo de quemaduras.

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Calienta horno a unos 50 grados. Esto ayudará a ablandar la suciedad acumulada y facilitará su eliminación.

Usa un paño limpio y empápalo con mantequilla, también vale aceite de girasol. Asegúrate de cubrir generosamente las zonas donde se acumulan los residuos, ya sean carbonizados o no. La mantequilla actuará como un agente suavizante y facilitará la eliminación de la suciedad.

Deja que la mantequilla actúe

Una vez que hayas cubierto todas las áreas afectadas con mantequilla, deja que actúe durante unos minutos. Mantén la temperatura del horno en torno a los 50 o 60 grados para potenciar el efecto.

Apaga el horno y, utilizando un estropajo de metal, frota suavemente las zonas cubiertas de mantequilla. Verás cómo los residuos se desprenden con facilidad, gracias al efecto ablandador.

Una vez que hayas eliminado los residuos de suciedad, retíralos con agua y usa un producto antigrasa para dejar un acabado impecable. Limpia el interior del horno con un paño limpio para asegurarte de que no quede ni rastro de la mantequilla.

Este truco casero es una solución efectiva y práctica para eliminar la grasa, manteniendo el horno limpio y reluciente sin invertir demasiado tiempo en la limpieza.