Los terminales de Starlink, el negocio de satélites de Elon Musk, se venden en el mercado negro a combatientes rusos y paramilitares en Sudán

Starlink logo

REUTERS/Dado Ruvic

  • El papel que está desempeñando en la guerra de Ucrania Starlink, el servicio de internet por satélite de SpaceX, ya ha sido cuestionado anteriormente. 
  • Una nueva investigación del Wall Street Journal desvela que existe toda una red de distribuidores de contrabando que hacen llegar los dispositivos de la empresa de Musk a algunos de los mayores adversarios de EEUU, como Rusia o Sudán. 

La influencia geopolítica que tiene Elon Musk en determinadas cuestiones suele ser bastante considerable. 

Se ha podido comprobar en las últimas horas con el choque frontal que ha habido entre el multimillonario y el juez de la Corte Suprema de Brasil, Alexandre de Moraes, que ha ordenado que se investigue a Musk por supuestos vínculos con la conjura golpista que tuvo lugar en el país sudamericano entre 2022 y 2023.

El empresario se sitúa entre una de las personas más ricas del mundo, por lo que las actividades que desempeñan sus distintas organizaciones tienen una repercusión directa o indirecta sobre multitud de países y de sus respectivos habitantes. Otro ejemplo de esto pudo verse el año pasado, cuando se conoció la noticia de que Musk habría intervenido de forma estratégica en la guerra de Ucrania.

Según aseguró el biógrafo del multimillonario, el periodista Walter Isaacson, Musk habría ordenado apagar Starlink, el servicio de internet por satélite que ofrece una de sus compañías (SpaceX), para obstaculizar la ofensiva ucraniana contra los buques de guerra rusos, intentando evitar así una posible "derrota estratégica" del Kremlin que generase una contraofensiva nuclear.

Elon Musk

Durante una entrevista para su biografía, el empresario le preguntó retóricamente a Isaacson: "¿Cómo he acabado yo en esta guerra?". "Starlink no estaba pensado para participar en guerras. Era para que la gente pudiese ver Netflix y relajarse, y conectarse a internet para ir a la escuela y hacer cosas buenas y pacíficas, no para realizar ataques con drones", afirmó Musk.

Sin embargo, la influencia geopolítica que estaría teniendo el servicio que ofrece SpaceX no se estaría quedando ahí. Tal y como ha informado el Wall Street Journal, que ha publicado un extenso reportaje sobre Starlink, existe todo un mercado negro que se encarga de distribuir los dispositivos del servicio de internet por satélite de Musk a algunos de los principales adversarios de Estados Unidos.

El medio de comunicación estadounidense apunta que, aunque Rusia ha prohibido el uso de Starlink, en los últimos meses han proliferado los intermediarios que compran los terminales de usuario del servicio de SpaceX y los envían a las fuerzas rusas. Según indica el Wall Street Journal, esto ha erosionado una ventaja en el campo de batalla de la que antes solo disfrutaba el ejército ucraniano (que también depende de estos dispositivos).

Uno de estos vendedores, que desempeña su actividad en Moscú, ha señalado al medio estadounidense que la mayoría de sus pedidos proceden de "los nuevos territorios" —una referencia a las partes de Ucrania ocupadas por Rusia— o son "para uso militar". 

El servicio que ofrece la empresa de Musk proporciona un acceso inmediato y en gran medida seguro a internet. Según detalla el Wall Street Journal, además de resolver el viejo problema de las comunicaciones efectivas entre las tropas y sus mandos, Starlink proporciona una forma de controlar drones y otras tecnologías avanzadas que se han convertido en una parte fundamental de la guerra moderna.

SpaceX tendría la capacidad de limitar el acceso a Starlink a través del geofencing, una técnica que hace que el servicio no esté disponible en determinados países. En cambio, los usuarios de estos aparatos los emplean utilizando la función de itinerancia de datos de Starlink, después de que los distribuidores registren el hardware en los países en los que este servicio sí que está permitido.

Según publica el Wall Street Journal, esta práctica no se limita a la guerra de Ucrania, sino que ha generado toda una red de distribución clandestina en países de África, el Sudeste Asiático y Emiratos Árabes Unidos que posibilita que los dispositivos de Starlink sean utilizados por otros adversarios políticos de EEUU más allá de Rusia, como las Fuerzas de Apoyo Rápido, un poderoso grupo paramilitar sudanés.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.