Las ventas de dispositivos tecnológicos no remontan en el segundo semestre pese al Black Friday y tampoco lo harán en 2023: la buena noticia es que los móviles aguantan

La tecnología de consumo, es decir, las ventas de dispositivos como smartphones y ordenadores a usuarios finales, está de capa caída en 2022, con ventas muy por debajo del año pasado, en en el que la pandemia y el trabajo híbrido dieron lugar a cifras históricas. 

Después de una primera mitad de año en la que la inflación y la guerra de Ucrania han tenido un fuerte impacto y en la que gran parte de las esperanzas se centraban en la confluencia del Mundial de fútbol y el Black Friday en el segundo semestre, la pregunta era: ¿mejorará la situación entre julio y diciembre?

Business Insider España ha analizado los datos de los principales segmentos del mercado de tecnología de consumo en España y el resto del mundo en el tercer trimestre de 2022 y las previsiones de los analistas para el cuarto trimestre y el arranque de 2023.

Estas son las principales conclusiones que se extraen de los datos:

Smartphone: el producto rey vuelve a crecer en 2022 en España y mejorará algo más en 2023

El teléfono móvil es, por derecho propio, el dispositivo tecnológico reinante en la actualidad, tanto a nivel del usuario como del mercado, pero venía de una racha muy mala en España, con 4 trimestres consecutivos de caídas.

No obstante, en el tercer trimestre se revirtió esta tendencia y el mercado de smartphones español ha crecido un 7% respecto al mismo periodo del año pasado, y un 3% respecto al trimestre precedente, según datos de Strategy Analytics.

A nivel internacional, el mercado de móviles vive una situación algo más complicada que en España. En todo el mundo se vendieron un 9% menos de smartphones entre julio y septiembre, con 297,8 millones de unidades, según Canalys.

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El cuarto trimestre suele ser el más fuerte del año por las compras de Navidad, pero las previsiones de esta firma de análisis compartidas con Business Insider España señalan que no será suficiente para compensar las caídas y que las ventas totales de smartphones estarán un 9,9% por debajo de2021.

Pese a estos malos datos del segundo semestre, los smartphones podrían dar una alegría el año que viene.

Canalys espera que, a nivel mundial, en todo 2023 se vendan un 1% más de unidades que este año, en el que todo parece indicar que rondarán los 1.200 millones.

Atribuye este crecimiento sobre todo a 2 motivos: el ciclo de vida de los smartphones medio, más corto que el de los otros productos, y la contribución de regiones en alza como el mercado asiático (excluyendo a China) y Oriente Medio, pero no tanto Europa, donde de hecho prevé caídas.

"Los smartphones se actualizan con más frecuencia que los ordenadores. Si tienes un smartphone barato, deja de funcionar correctamente después de 2 años", comenta a este medio Runar Bjørhovde, analista de Canalys.

El golpe es fuerte en PC y tabletas, y no se espera que la caída se modere el año que viene

El ordenador es el decano de la tecnología y lleva todo el 2022 sufriendo un severo correctivo. La segunda mitad del año no está siendo una excepción.

Si el segundo trimestre de 2022 ha supuesto la mayor caída interanual del PC en su historia, el tercero casi le ha igualado, y el mercado de ordenadores ha descendido un 15% más en todo el mundo entre julio y septiembre, según los datos de IDC.

La campaña de Navidad y el Black Friday no serán suficientes para revertir esta tendencia y Canalys estima que la caída del mercado de PC será del 15,1% respecto a 2021, cuando en todo el mundo se vendieron 341 millones de unidades.

Este descenso está afectando a todos los sistemas operativos de ordenadores pero está afectando especialmente a los Chromebook de Google. Windows ha caído un 10% en lo que llevamos de 2022, pero Chrome OS, muy centrado en usos profesionales y educativos, se ha desplomado más del 50% en los 3 primeros trimestres de 2022.

Fijando el punto de mira en 2023, parece que los números rojos no quedarán atrás.

En 2023, se espera que el mercado de ordenadores siga cayendo y que sus ventas estén un 8,1% por debajo de 2022. La demanda no se empezará a recuperar hasta 2024, según Canalys.

Las tabletas tampoco están teniendo un buen 2022, ya que, después del respiro de 2021 y finales de 2020, han vuelto a las caídas de los años anteriores.

En el tercer trimestre de 2022, bajaron un 6% con respecto al año pasado, aunque siguen estando por encima de los niveles de prepandemia.

Pese a ello, las previsiones de todo el año de Canalys indican que las ventas de estos dispositivos caerán un 8,3% durante en 2022 y que el año que viene podrían incluso empeorar más (-10,3% interanual).

En España, el panorama podría ser algo distinto, al menos en algunas categorías. "Esperamos crecimiento en la parte de tabletas y ordenadores ultraligeros en 2023", asegura José Antonio Cano, director de Análisis y Consultoría de IDC España.

El Black Friday era la gran esperanza: aunque no ha sido suficiente, fue el mejor de la historia

Las previsiones de los analistas para el final de 2022 sirven como confirmación de que la gran esperanza del sector durante la primera mitad del año finalmente no ha sido suficiente para salvar el expediente: el Black Friday y el Mundial de Fútbol de Qatar, que han coincidido en fechas este año.

Pese a ello, los datos disponibles dejan entrever que el Black Friday ha sido todo un éxito en ventas que al menos ayudará a las marcas a aliviar la tendencia negativa de 2022 en cierta parte.

Según Salesforce, las ventas mundiales durante la campaña conjunta de Black Friday y Cyber Monday, entre el 22 y el 28 de noviembre, se incrementaron un 2% respecto al mismo periodo de rebajas de 2021. Amazon respalda en este buen diagnóstico en ventas y asegura que ha tenido el mejor Black Friday de su historia.

No obstante, otros análisis no son tan optimistas, como el de la plataforma de pagos flexibles Aplazame, que aunque reconoce un alza en las compras, afirma que se ha reducido el ticket medio financiado un 20,14% respecto al año pasado, lo que puede indicar que el gasto medio ha bajado.

La subida de precios y los problemas de suministro de China se perfilan como las grandes incógnitas de cara a 2023

El lanzamiento de los nuevos iPhone siempre es uno de los grandes acontecimientos a nivel tecnológico del segundo semestre. Este septiembre, los nuevos iPhone 14 llegaron con una serie de novedades tecnológicas pero también con importantes consecuencias para el mercado.

La primera de ellas es el precio. Apple ha subido 100 euros el coste del iPhone 14 y 160 euros en los modelos Pro, pero solo en sus versiones internacionales, ya que en Estados Unidos, su mercado de origen y el más fuerte para la marca, siguen iguales que el año pasado a pesar de la inflación.

Aunque esta subida no la han efectuado otras marcas de tecnología, al menos de forma tan clara como Apple, lo cierto es que en dispositivos como los smartphones, ahora todos los fabricantes disponen de modelos de 1.000 euros o más, precios impensables hace un lustro.

Si el resto de marcas decidirán subir los precios sus catálogos en 2023 debido a la inflación como ya ha hecho Apple, ya sea en las gamas altas o en las medias, es una incógnita que aún está por resolverse. Aunque puede que el mayor golpe se lo lleven precisamente los dispositivos de gamas medias y no los más caros.

"Las gamas altas y gaming con precios más extremos están funcionando muy bien porque, si pueden pagar tanto dinero, probablemente la inflación no les afecte tanto. Son los consumidores que compran gamas medias y quieren las mejores funciones posibles pero no pueden gastar más quienes quizá tengan que buscar dispositivos aún más baratos", expresa Bjørhovde.

La segunda de las consecuencias derivada del iPhone 14 es la dificultad que está teniendo Apple para obtener suministro suficiente, sobre todo de los modelos Pro y Pro Max, debido a los problemas que está teniendo su fabricante, la taiwanesa Foxconn, en sus fábricas en China.

En la ciudad china de Zhengzhou se encuentra una macrofábrica de Foxconn con alrededor de 200.000 empleados que es la encargada exclusiva de fabricar los iPhone 14 Pro y Pro Max. Un brote de COVID-19 en la factoría desató el caos hace unas semanas y la salida de miles de trabajadores por las medidas restrictivas de la planta, lo que ha causado una escasez grave de personal pese a la movilización del Gobierno en los pueblos de provincia de Henan e incluso del Partido Comunista chino. 

Ahora, se unen las protestas contra las políticas de cero COVID de Pekín, que han llevado a las ciudadanos a las calles para reclamar restricciones menos estrictas. Los empleados de Foxconn en Zhengzhou también se han manifestado por centenares contra las medidas restrictivas de la planta, como muestran distintos vídeos.

Apple ya ha tenido que reconocer que los envíos del iPhone 14 Pro y Pro Max de Navidad sufrirán retrasos. Algunos analistas estiman que podrían dejar de vender hasta 16 millones de unidades.

Si la situación se repite en otras partes de China no solo podría suponer un problema para Apple, sino para el resto de compañías tecnológicas, ya que la producción sigue dependiendo del gigante asiático en su gran mayoría.

"El problema de Apple es que es designed in California pero manufactured in China. Lo están montando allí y tampoco pueden hacerlo en otro lado porque los costes de fabricación se dispararían", afirma José Antonio Cano, de IDC.

Sin embargo, en el caso de Apple, la situación tiene una contrapartida positiva: la demanda del iPhone 14 Pro es superior a la que la propia compañía imaginaba, aunque a cambio de un interés menor del esperado en el iPhone 14 Plus.

Pese al impacto de la situación en China, "Apple se siente un poco aliviada porque no ha sido capaz de predecir el máximo de su demanda", según el analista de Canalys.

Una situación que supone un ejemplo paradigmático de los retos a los que se enfrenta el mercado de tecnología de consumo en 2023, en el que la inflación, los precios y las ventas seguirán siendo el foco de atención de las empresas, que mirarán de reojo a lo que pasa en China y el resto del mundo.