Tesla nunca podrá ser una "máquina de beneficios" como Apple porque no existe margen en la industria automovilística, según Paul Krugman

George Glover,
Es improbable que Tesla llegue a convertirse en una "máquina de beneficios" como sus rivales de las grandes tecnológicas Apple y Microsoft, ha advertido el premio Nobel de Economía, Paul Krugman.
Es improbable que Tesla llegue a convertirse en una "máquina de beneficios" como sus rivales de las grandes tecnológicas Apple y Microsoft, ha advertido el premio Nobel de Economía, Paul Krugman.

Nora Tam/South China Morning Post via Getty Images

  • Tesla nunca va a rivalizar con Apple o Microsoft como "máquina de beneficios", según Paul Krugman.
  • Es imposible establecer un monopolio indiscutible en la industria del automóvil, asegura el economista ganador del Premio Nobel. 

Tesla nunca se convertirá en una "máquina de beneficios" como Apple y Microsoft porque no tiene posibilidades de establecer un monopolio indiscutible en la industria automovilística, según el prestigioso economista Paul Krugman.

El premio Nobel afirma que es improbable que los vehículos de Tesla se beneficien nunca del efecto red, que ha ayudado a productos como el iPhone de Apple y los ordenadores personales de Microsoft a establecer una cuota de mercado dominante. El efecto red se produce cuando la gente adquiere un producto porque cree que los demás obtienen beneficios exclusivos de su uso.

"No es el tipo de empresa en la que se puede esperar que un pionero, como ha sido claramente Tesla, establezca una posición de monopolio indiscutible", afirma Krugman a Yahoo Finanzas.

"Tesla no va a ser Microsoft, aunque todo vaya como debería. Tampoco va a ser Apple", añade.

"No se trata de externalidades de red, en las que básicamente la gente usa algo porque todos los demás lo usan, y es muy difícil salirse de ello, por lo que se obtienen décadas de altísimos beneficios".

El precio de las acciones de Tesla se ha desplomado un 65% en el último año. La subida de los tipos de interés ha pesado en todos los valores tecnológicos, pero algunos accionistas de Tesla señalan que las payasadas de su consejero delegado, Elon Musk, en Twitter también han alimentado la venta masiva.

Musk cerró una caótica adquisición de Twitter por 44.000 millones de dólares, despidió a más de la mitad de su plantilla y el año pasado pidió a sus seguidores que votaran a los republicanos. También expresó repetidamente su apoyo a las teorías conspirativas de la derecha, incluida la petición de arresto del principal asesor médico del presidente Joe Biden, Anthony Fauci.

 

Bill Miller es otra de las voces más destacadas del mercado que ha dado la voz de alarma por la menguante cuota de mercado de Tesla. El legendario inversor en valor ha manifestado que estaba vendiendo en corto la empresa de Musk, porque cree que está empezando a perder terreno frente a otros grandes fabricantes de automóviles que están pivotando hacia los vehículos eléctricos.

Krugman afirma que el comportamiento de Musk ha demostrado que no se parece en nada al cofundador y antiguo consejero delegado de Apple, Steve Jobs, famoso por su alto nivel de disciplina y concentración en los productos de Apple.

"Jobs tenía una visión. Y también, permítanme decir que, al menos en cierto punto, importaba que Steve Jobs fuera percibido como un tipo realmente genial, como el tipo de cuello alto negro y vaqueros con un dispositivo increíble en la mano, eso era algo que la gente quería comprar, lo que ayudó a establecer su posición", señala Krugman.

"No creo que aunque Musk hubiera sido tan disciplinado como Steve Jobs, Tesla fuera a ser nunca una máquina de beneficios sostenidos como lo ha sido Apple", añade. "No es culpa suya. Simplemente no es ese tipo de industria".

"Pero entonces, ya sabes, no conozco a nadie que haya hecho tanto para dañar su imagen cool en tan poco tiempo como Musk ha hecho".

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