Tesla quiere atajar la crisis mundial de chips pagando por adelantado a los productores y podría estar considerando tener su propia fábrica

Imagen de la fábrica de Tesla en Fremont (California)
Imagen de la fábrica de Tesla en Fremont (California)

REUTERS/Joseph White

  • La escasez mundial de semiconductores está golpeando fuertemente a la industria automovilística, cada vez más dependiente de componentes electrónicos.
  • Tesla está en conversaciones con varios fabricantes de chips para acordar pagos en adelantado con los que reservarse producción, según el Financial Times.
  • Algunos analistas afirman que la empresa de Elon Musk incluso está valorando tener su propia fábrica, algo que se antoja complicado por el elevado coste y la especialización que requiere.
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La escasez mundial de semiconductores tiene a las compañías automovilísticas como uno de los sectores más afectados: la merma podría ser de 3,9 millones de vehículos menos y más de 90.000 millones de euros en ventas en el conjunto de 2021, según la última actualización del cálculo de la consultora AlixPartners. El motivo es que los vehículos cuentan con cada vez más elementos electrónicos que necesitan de este tipo de componentes, y con el advenimiento del coche eléctrico la lista aumenta.

Ante esta situación, Tesla está en conversaciones con varias compañías fabricantes de chips en Taiwán, Corea del Sur y Estados Unidos para pagar por adelantado con el objetivo de asegurarse el suministro, según afirman fuentes del sector al Financial Times

Este tipo de acuerdos dejan claro lo extraordinario de la situación que vive la industria de los chips: hasta ahora era muy poco habitual que un fabricante de semiconductores aceptara reservar una parte de su producción a un cliente, porque precisamente la flexibilidad para manejar los pedidos era una de las claves de sus beneficios, según explica el rotativo económico.

La crisis que la industria automovilística no vio venir: la escasez de semiconductores golpea a la producción y amenaza la incipiente recuperación del mercado tras la pandemia

De hecho, fuentes de uno de los fabricantes del sector, la compañía surcoreana Samsung, admiten que ya tienen algunas líneas de producción reservadas para clientes, y los acuerdos directos entre fábricas y automovilísticas irán a más, conforme esta industria necesite chips más especializados para sus vehículos, lo que llevará a acuerdos de compra específicos.

Tesla no sería la primera en tomar este camino. En febrero varios fabricantes de vehículos, como los alemanes Daimler (matriz de las marcas Mercedes y Smart) y Porsche (propiedad de Volkswagen, el segundo fabricante mundial) admitieron que estaban considerando acumular existencias de semiconductores para protegerse de la escasez de estos componentes.

¿Una fábrica Tesla de chips?

La empresa de Elon Musk podría ir incluso más allá. "Están comprando capacidad (de producción) en primer lugar, pero están considerando activamente comprar su propia fábrica", asegura al FT Ambrose Conroy, fundadora y consejera delegada de la consultora especializada en cadena de suministro Seraph Consulting.

Sería un movimiento muy inusual, ya que una fábrica de este tipo puede requerir una inversión de más de 20.000 millones de dólares, y es un tipo de negocio difícil de operar para una compañía ajena al sector.

Elon Musk admitió durante la rueda de prensa con analistas para comentar los resultados del primer trimestre que en este arranque de 2021 afrontaron los retos de mayor dificultad en cuanto a cadena de suministro de la vida de Tesla. En concreto, llegó a hablar de "dificultades insanas" para conseguir chips.

Elon Musk admite que los problemas de suministro y la escasez global de chips han provocado dificultades "insanas" para Tesla

En febrero, Tesla tuvo que detener brevemente la producción del Model 3 en su planta de Fremont (California, Estados Unidos) debido a problemas en el suministro por retrasos en mercancías que les llegaban por mar y por el temporal de nieve que retrasó los componentes que llegaban por tierra.

No obstante, la compañía estadounidense explicó que solventaron esta situación desarrollando "nuevos microcontroladores" y creando tecnología para "nuevos chips creados por nuevos proveedores". Según algunos analistas, la ventaja de Tesla es que el diseño de sus chips es propio, lo que les permite tener varios proveedores, mantener una relación muy directa con ellos y adaptar el diseño a los desafíos del mercado.

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