Los más ricos apuestan ya por el metaverso: un yate de lujo virtual, vendido por más de medio millón de euros

Yate ficticio The Metaflower
Yate ficticio The Metaflower

The Sandbox

  • The Metaflower, un yate de lujo virtual, ha sido vendido por una desarrolladora por más de medio millón de euros.
  • Con 4 pisos, 2 helipuertos, zonas de descanso y recreación y amplia pista del baile, la embarcación solo tiene un problema: no existe en el mundo real.
  • La operación se suma a la compra de varias parcelas en diversos entornos virtuales por más de 2 millones de euros.
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Cuenta, entre otras muchas comodidades, con 4 pisos, una inmensa pista de baile en la que pincha un DJ, diversas zonas de recreación y 2 helipuertos. The Metaflower es, sin ninguna duda, un yate de lujo. Solo tiene un problema: no existe.

Creado por Republic Realm, empresa desarrolladora de universos virtuales, se trata de un activo digital que forma parte de una colección de lujo de NFT que la compañía ha creado pensando en el metaverso.

Presentado hace ya más de 100 días por el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, se trata de una realidad virtual que promete cambiar la vida de sus usuarios igual que lo hizo hace unas décadas internet.

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Aunque entre los expertos precisamente de este tipo de tecnología existen dudas de hasta qué punto esta tecnología tendrá la capacidad de cambiar el mundo tal y como lo imaginamos ahora, no faltan tampoco entusiastas del metaverso.

Entre ellos se encuentra el comprador o compradora del Metaflower Super Mega Yacht, nombre completo de la ambiciosa embarcación. 

Aunque la identidad de este ávido fan de los entornos virtuales aún se desconoce, una cosa es clara: no le ha importado el hecho de que este yate no tenga forma en el mundo real.

Tanto es así que se ha proclamado ganador de una subasta en la que ha tenido que poner sobre la mesa la nada desdeñable cifra de 149 ethereum.

Es el equivalente a unos 650.000 dólares, más de medio millón de euros. Esto convierte a este yate digital en el activo NFT más caro de The Sandbox, el videojuego de metaverso de Republic Realm.

En él, de un modo muy parecido a como puedan hacerlo los jugadores de Minecraft(su estética, de hecho, es muy similar), los jugadores recorren un ancho y tosco mundo fabricado a base de bloques que, por otra parte, ofrece posibilidades casi infinitas.

Entre estas, a cambio de esos casi 600.000 euros, el comprador de este NFT ahora podrá viajar bordo de un yate virtual y celebrar fiestas virtuales con amigos más o menos igual de virtuales que su propio avatar.

Aunque, visto desde fuera, hay quien puede pensar que esto no es gran cosa, lo cierto es que el metaverso está ofreciendo importantes oportunidades de negocio.

The Sandbox, sin ir más lejos, cuenta ya con colaboraciones de marcas como adidas, Atari, Bored Ape Yacht Club, Binance, Snoop Dogg, Los Pitufos, DeadMau5, entre otros, ha recordado este lunes Hypebeast, el medio que ha destapado la operación de compraventa de este yate de lujo virtual.

Pero Republic Real no se va a detener aquí. 

La empresa ha desarrollado además para su videojuego una serie de unas 100 islas privadas virtuales cuya venta se agotó en las primeras 24 horas tras su lanzamiento. 

Su precio mínimo rondó los 250.000 euros.

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La cifra se queda lejos del yate Metaflower, que ha batido todos los récords. Este es a su vez una extensión de la urbanización Fantasy Islands, lo que lo convierte en un NFT único que se une a las propias islas privadas y a las motos acuáticas y lanchas rápidas que dan a sus poseedores acceso a clubs privados.

El yate Metaflower es, por tanto, solo uno de los muchos activos de lujo que piensa lanzar al mercado la desarrolladora.

No es para menos. Esta misma semana Decentraland, otro entorno virtual, vendió una parcela virtual por 2,43 millones de dólares, algo más de 2 millones de euros, en criptodivisas.

La cifra es muy superior al precio de una vivienda en ciudades como Madrid o Barcelona y también supera al de las casas de la exclusiva isla de Manhattan, en Nueva York. 

La operación se conoció después de saberse que otra parcela virtual de otro videojuego, Axie Infinity, se había vendido también por cerca de 2 millones de euros.

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