Un vídeo de Rafa Nadal ha ayudado a un grupo de investigadores a encontrar una brecha de seguridad en Starlink, la empresa de Internet de Elon Musk que está siendo vital en Ucrania

Katherine Tangalakis-Lippert
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Cohete de SpaceX llevando varios satélites de Starlink

REUTERS

Después de que SpaceX renunciara a seguir investigando en Starlink como posible alternativa militar al GPS en 2020, un grupo de investigadores encontró la forma de hacerlo sin la ayuda de Elon Musk o de su empresa creadora de la constelación de satélites de internet.

Durante los últimos 2 años, el profesor Todd Humphreys ha liderado un grupo de investigadores de la Universidad de Texas en la ingeniería inversa de las señales de los satélites de Internet con la esperanza de formar un nuevo sistema de navegación que funcione de forma independiente al Sistema de Posicionamiento Global (GPS por sus siglas en inglés) y sus equivalentes europeos, rusos y chinos, recoge el MIT Technology Review.

En un estudio no revisado por pares, Humphreys afirma que el grupo ha creado una caracterización completa de las señales de Starlink sin romper su cifrado ni acceder a ningún dato del usuario procedente de los satélites.

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"La señal del sistema Starlink es un secreto muy bien guardado", ha asegurado Humphreys a MIT Technology Review. "Incluso en nuestras primeras conversaciones, cuando SpaceX se mostraba más cooperativa, no nos revelaron nada de la estructura de la señal. Tuvimos que empezar desde cero, construyendo básicamente un pequeño radiotelescopio para espiar sus señales".

Partiendo de una unidad Starlink programada para transmitir vídeos de alta definición de YouTube del tenista Rafa Nadal, el grupo comenzó a rastrear las secuencias de sincronización del satélite y detectó sus patrones de transmisión: unas 4 secuencias cada milisegundo. 

Estas secuencias, patrones repetitivos de señales emitidas a la Tierra por el satélite, ayudan a los receptores a coordinarse con ellas, dejando pistas sobre la distancia y la velocidad del satélite. 

El receptor terrestre, a partir de la sincronización de las señales recibidas del satélite y de la información disponible públicamente sobre su órbita, puede calcular la distancia al satélite y aproximarse a su ubicación con un margen de 30 metros, explica Humphreys a MIT Technology Review. Con algunos ajustes, la capacidad de geolocalización podría llegar a ser tan precisa como la del GPS, que suele tener una precisión de unos 4 metros en su uso comercial.

El descubrimiento, aunque supone un avance potencial para los servicios de geolocalización, también ha revelado un posible problema de seguridad sobre las señales de Starlink, que actualmente son clave para mantener los servicios de comunicación ucranianos mientras Rusia ha invadido el país, si se utilizan como sistema de navegación.

"Humphreys ha prestado un gran servicio a la comunidad de la navegación al identificar estas secuencias", ha apuntado Mark Psiaki, profesor de aeroespacial en Virginia Tech y experto en GPS, a MIT Technology Review. "Pero cualquier sistema de navegación que trabaje con secuencias de código abierto podría ser falsificado, porque todo el mundo sabrá cómo detectar esas señales y crear otras falsas".

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Starlink se ha convertido en una parte tan integral de las comunicaciones en tiempos de guerra en Ucrania que las recientes interrupciones fueron descritas como "catastróficas" por los funcionarios. 

Musk tuiteó esta semana que Rusia está "trabajando activamente" para destruir los satélites, pero el descubrimiento de Humphreys, que las señales son predecibles y replicables, pone de relieve la posibilidad de una interrupción intencionada de Starlink.

"A medida que pasa el tiempo y se profundiza en su dependencia de Starlink, Ucrania y sus aliados en Occidente se están dando cuenta de que tienen poco control sobre esta empresa y saben poco sobre ella", ha apuntado Humphreys a MIT Technology Review. "Pero ahora muchos millones de personas están interesadas en la seguridad de la compañía, incluida su resistencia a las interferencias".

SpaceX, Musk y Humphreys no respondieron inmediatamente a las peticiones de comentarios de Business Insider.

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