Spiros Fotinos, CEO de Zeekr en Europa, la marca china de coches que apunta a la generación X: "Hacernos con un cliente de Tesla no es un éxito"

Luis Guisado
Spiro Fotinos, CEO de Zeekr en Europa.
Spiro Fotinos, CEO de Zeekr en Europa.
  • Zeekr es una marca de coches china que nació hace dos años para ganarse a la generación X y triunfó nada más nacer: consiguió 500 millones en su primera ronda de financiación.
  • Business Insider España ha entrevistado a Spiro Fotinos, su CEO en Europa, que cuenta con una larga trayectoria en el mundo del motor: trabajó 25 años en el Grupo Toyota, donde desempeñó cargos tan relevantes como director de Marketing y, posteriormente, responsable de Lexus en Europa.

Spiros Fotinos es un canadiense de ascendencia griega que, actualmente, ostenta el cargo de CEO en Europa de Zeekr, una nueva marca de coches eléctricos perteneciente a Geely que se fundó hace dos años.

Puede que Geely no sea especialmente conocido en Europa, pero es un macroholding en cuya cartera hay nombres como Volvo, Polestar, Smart, Lotus, e incluso Lynk&Co aparte de otras locales, y que además es accionista de Mercedes-Benz o Aston Martin.

Sin duda, toda una aventura la de echar a andar una marca sin tradición en China, un mercado de 24 millones de coches (el 25,6% son eléctricos) que en 2022 exportó, según la Asociación China de Turismos, 2,5 millones de vehículos, superando a Alemania, EEUU y solo por detrás de Japón.

Fotinos ha hablado con Business Insider España para saber su opinión sobre la electrificación, el mercado, e incluso su propia marca de coches. Tiene clara su misión y habla con convencimiento de ella. Y, lo mejor, con franqueza y entrando al trapo a todo tipo de cuestiones.

Le digo que me llama la atención que, en apenas dos años de existencia, una marca oriental dé el salto a Europa cuando otras han necesitado años y años: por ejemplo, BYD  lleva fabricando coches desde 2002. 

"Creo que si no hubiéramos formado parte del grupo Geely, habría sido imposible", responde con la seguridad que da el verse respaldado por una bestia empresarial con 80.000 empleados que tiene en Gotemburgo (Suecia) un centro de I+D y de diseño con unos 1.300 trabajadores que les ha permitido "ser mucho más rápidos".

Y es que precisamente velocidad es lo que lleva esta marca. En 2020, Zeekr simplemente no existía y en 2021 lanzó una ronda de financiación a la que acudieron cinco inversores que pusieron 500 millones de dólares sobre la mesa. Entre ellos, Intel Capital o CATL, el principal fabricante de baterías que asegura haber logrado el pack que hace 1.000 km entre cargas.

Con la velocidad con la que queman etapas, parece que todo les sabe a poco. Le pregunto qué opina de la electrificación: “Va demasiado lenta”.

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Parece que no va a tirarse a la piscina, pero decide mojarse por completo y saltar de cabeza desde el trampolín: "No me refiero a alguien que vive en el centro de Madrid y conduce quizás un Aygo o un Yaris o ese tipo vehículos. Creo que no se está haciendo lo suficiente, sobre todo en la parte premium del mercado".

En España, por el momento circulan unos 300.000 coches eléctricos y de los 45.000 puntos de carga que la Unión Europea dice que deberíamos tener, solo existen 21.000. 

Para él la clave del paso a la electrificación es ese conductor de vehículos de alta gama porque es el que puede permitirse pagar el sobreprecio de los eléctricos: “creo que tal vez no se esté haciendo lo suficiente para ayudarlos a hacer la transición”

Le pregunto precisamente por el consumidor premium: Zeekr es una marca que podría asemejarse a Tesla o a Nio. ¿Son esos sus objetivos? 

En absoluto: "Hacernos con un cliente de Tesla no es un éxito (no me malinterpretes, lo haré encantado) porque ya está convencido de dar el paso. Tenemos que atraer al cliente de berlina premium diésel a los eléctricos".

Eléctricos que son demasiado caros. Lanza un dardo: "El mismo coche, el mismo modelo hoy y hace siete años. Si lo pruebas bajo el régimen actual [se refiere a EuroNCAP], ni siquiera tres estrellas. ¿Dices que ese coche, del que están llenas las carreteras de Madrid, ahora no es seguro?". Eso supone un coste porque hay que invertir en ADAS, por ejemplo.

"¿Y quién paga ese coste ahora? Cada vez que algo de esto sucede, el precio sube más y más. O sistemas de información y entretenimiento o funciones adicionales. ¿Quién los paga?", pregunta.

Sin dudar, asegura que la democratización de la electrificación pasa por repensar la propuesta de movilidad urbana

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"Es injusto. Un coche de 10.000 euros hace siete años cuesta hoy 17.000 [es el ejemplo de un Toyota Aygo]; no creo que los ingresos de los consumidores de esta categoría de vehículos hayan aumentado un 70%". 

"La cosa ha perdido el rumbo", según él, porque al precio de por sí elevado de los eléctricos hay que añadir el de la electrificación. "A menos que podamos desarrollarla de una manera inteligente con baterías del tipo LFP [son más baratas], o lo que sea para contener el coste total del vehículo, no va a suceder". 

"Quieres añadir electrificación a algo que ya es demasiado caro. Lo siento, amigo mío, pero no puedo ayudarte", resume. Y luego lanza desafiante: "¿Quieres un sistema de infotainment? Trae tu propio móvil".

Y a continuación sigue con el cuchillo entre los dientes: "[La electrificación] parece que ha perdido el rumbo de su verdadero objetivo: proporcionar movilidad urbana a la gente sencilla. El tipo que va a trabajar todos los días, vuelve, lleva a su hija al ballet, vuelve, va al supermercado, va un día a Valencia. Eso es lo que quiere la gente".

"Como fabricante premium puedes encontrar la manera de absorber estas cosas, empaquetarlas y venderlas", asegura, para insistir en que el problema lo tienen los generalistas.

 

Problema que no parece la guerra de Zeekr. "Yo estoy en la parte lujosa. No es mi trabajo", asegura. Y es que Zeekr nació con el objetivo de meterse en el bolsillo de los jóvenes de la generación X más pudientes de China con un producto muy tecnológico y de diseño futurista. Ahora, llega a Europa con dos propuestas igual de enfocadas a un público 'techie'.

El primer modelo que saldrá a la venta es el Zeekr 001 (aquí la prueba en Top Gear España), una berlina eléctrica de entre 272 y 544 CV que será capaz de hacer entre 580 y 620 km entre cargas gracias a su batería de 100 kW. 

Empezará a venderse en Suecia y Holanda (unos 60.000 euros) este mismo año "porque estas son las dos sedes de la marca: Gotemburgo con el I+D y el diseño y, luego el negocio, que dirigiremos desde Ámsterdam". A de ahí pasarán a Noruega, Alemania, Dinamarca y Francia para expandirse luego al sur (España, Portugal, Italia) y hacia el este: "En 2026 estaremos en toda Europa occidental".

También llegará un SUV urbano denominado simplemente X y que está emparentado con un eléctrico que ha levantado mucha expectación como es el Volvo EX30 que llegará en 2024 y se están pensando si traer un monovolumen grande, el peculiar 009 enfocado a un público muy premium o a grandes hoteles que quieran utilizarlo como shuttle de lujo.

También trabajan con Google en conducción autónoma

Waymo Zeekr

Pero una empresa con 700 estaciones de carga propias en China y que comercializa todo tipo de soluciones de recarga, esto no parece suficiente.

Desde hace un tiempo proporcionan su plataforma SEA-M a Waymo, la filial de Alphabet (matriz de Google, Gmail, Google Maps, etc.) que está trabajando en conducción autónoma en Estados Unidos.

Ellos proporcionan la base y Waymo lo personaliza: una especie de furgoneta con puertas correderas sin separación que ya está en pruebas en varias ciudades estadounidenses y que se podría adaptar a cualquier necesitad:

He montado en un taxi autónomo de Waymo sin conductor: ha sido un viaje tranquilo y seguro, a pesar de mis temores iniciales

"Podemos personalizar ese vehículo. Si Madrid dijera que quiere lanzar una flota de microbuses, incluso microbuses autónomos en circuito cerrado, podríamos hacerlo".

¿Y cómo ve la llegada de la conducción autónoma a Europa? Aquí es algo más pesimista: "Es difícil porque en Europa está la regulación; tal vez Alemania y Francia estén un poco más avanzados".

Pero además ve algún obstáculo más, no solo relacionado con las regulaciones: "Necesitamos que los fabricantes lo hagan y que los clientes se atrevan a quitar las manos del volante". Le comento que los hay que dicen que para 2025 podría estar lista la tecnología: No, no lo creo. Para ser honesto, creo que llevará más tiempo".

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