La revolución de los eléctricos chinos ya está aquí: por qué la industria y el mercado español del automóvil cambiarán para siempre

El futuro del parque automovilístico español pasa por el coche eléctrico. Eso es algo que Europa ha dejado claro con la aprobación de diversas medidas, como la prohibición de vender coches de combustión a partir de 2035.

Por su parte, España también se ha marcado unos objetivos elevados para conseguir acelerar la electrificación. Para 2030, se espera que circulen por las carreteras españolas 5 millones de coches eléctricos y que, según Anfac, en 2030 deberían de haberse instalado 300.000 puntos de recarga.

Sin embargo, estos números están lejos de cumplirse. Por el momento tan solo circulan por España casi 300.000 coches eléctricos puros. Además, tampoco estamos cumpliendo con la meta de las estaciones de recarga. De los 45.000 puntos con los que debería cerrar el año para cumplir con los objetivos marcados por la Unión Europea, nuestro país solo ha instalado 21.000 estaciones.

Aunque aún queda mucho camino por recorrer, los usuarios cada vez están más mentalizados en dar el salto al coche eléctrico, lo que ha ido impulsando poco a poco sus ventas. Entre las marcas más compradas se encuentra Tesla y su Model Y. Aunque otras, como MG, se están empezando a colar en las primeras posiciones.

Las marcas de coches eléctricos chinos han llegado a Europa y amenazan con quedarse. Lejos han quedado aquellos vehículos de la primera década de los 2000 que nadie quería debido a sus pésimas calidades. Ahora, gracias a su colaboración con compañías europeas, estos coches consiguen superar los test de seguridad de Euro NCAP.

Otro de sus puntos fuertes es el precio. China fue uno de los pioneros en comenzar a investigar y producir coches eléctricos. El motivo no es otro que su gran contaminación y la sobrepoblación del país. Para intentar solucionar el primer problema sin que sus ciudadanos renunciasen a la movilidad privada, se iniciaron en el mundo de la electrificación, en parte, porque estos vehículos son mucho más sencillos de producir.

Estos años de ventaja que tienen sobre Europa se puede comprobar en que China es el principal productor de baterías y el resto de países y, por supuesto, de los fabricantes, deben tener buenas relaciones con Pekín para conseguir abastecerse. Esto es lo que hace que el precio de estos coches sea tan bajo en comparación con las marcas tradicionales.

"El gigante asiático es competitivo en la tecnología de electrificación porque lleva muchos años fabricando vehículos eléctricos y suyas son las principales multinacionales de baterías", explica a Business Insider España Anfac.

"Está por ver si estos argumentos pueden poner en jaque a las marcas europeas tradicionales que, lógicamente, están viendo una amenaza por la fuerza con la que están llamando a las puertas de Europa", indica Raúl Morales, director de comunicación de Faconauto.

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Con todos estos puntos a su favor, China tenía claro que debía comenzar a expandir internacionalmente su principal potencial. Pero, ¿por qué se ha decantado por España?

"Europa es uno de los mercados más interesantes a nivel global. Y dentro de ese contexto, España es uno de los 5 grandes mercados europeos que ofrece unas características ventajosas para los fabricantes chinos en términos de ventas. Además, ofrece otras características especiales, como la predisposición del cliente español a comprar coches asiáticos", explica profesor de marketing en el ESIC, Fernando Carranza. 

Esta predisposición, según el experto, se debe a que los españoles nos gastamos menos dinero en comprar un coche nuevo que otros países europeos como Alemania, Italia, Francia o Reino Unido. Y, también, a "que en España el sentimiento de pertenencia a una marca local no está tan acentuada".

Según apunta Laia Pagès, responsable ejecutiva y científica de CARNET –el hub de investigación e innovación en movilidad urbana creado por la UPC, VW Group Research y Seat, y liderado por CIT-UPC—, que se hayan decantado por España también se debe a que en nuestro país el mercado del coche eléctrico pequeño está mucho más abierto que en el norte de Europa. 

Los expertos creen que los fabricantes europeos se trasladarán a China

Lo cierto es que, gracias a lo mucho que han mejorado la calidad de sus coches, las diferencias técnicas entre un coche europeo y uno chino son bastante pocas. De hecho, Audi ha anunciado que comprará plataformas eléctricas de fabricantes chinos. "La diferencia está en el 'visto y tocado' por el cliente. Es decir, los acabados y sensaciones de calidad percibida por los compradores europeos", señala Carranza.

Está claro que la llegada de estos coches, aunque pueda favorecer a los usuarios al encontrar vehículos más baratos, va a afectar a las marcas europeas. El sector de la automoción no crece en exceso, por lo que si aparecen nuevos actores, hay menos pastel para todos. 

"Va a afectar muchísimo porque un coche de explosión es muchísimo más complicado de fabricar y de mantener que un coche eléctrico", explica Laia Pagès.

Algo que también confirma el responsable de Faconauto. "Respecto a las ventas, hay marcas chinas que ya van teniendo un peso para tener en cuenta en nuestro mercado. Este año puede ser importante porque algunas de sus marcas más destacadas ya van a empezar a operar y sus crecimientos pueden ser exponenciales".

Estos coches asiáticos va a hacer que el panorama automovilístico pueda cambiar de cara a la próxima década. "En el año 2000, entre todos los japoneses vendían solo el 3% de todas las matriculaciones de coches en España. Al cierre del 2022 solo Toyota alcanzó el 9% del mercado, siendo la marca más vendida en España y superando a marcas tradicionales como Seat o Renault", explica Fernando Carranza.

"De hecho, en 2022 la segunda y la tercera marca más vendida en España por detrás de Toyota fueron Kia y Hyundai. Es decir, el podio lo coparon las marcas asiáticas", añade. 

Los expertos señalan que, muy probablemente, muchos fabricantes europeos se acaben trasladando a China por su económica mano de obra. "No quedará otra que comprar o fabricar allí y, en algunos casos, trabajar la diferenciación en calidad percibida para los fabricantes europeos", señala Carranza.

Es importante saber que las marcas chinas no van a ir a por los segmentos prémium, sino a liderar el espectro económico del mercado. "Los fabricantes chinos van a ir por la parte baja del precio en el mercado de los eléctricos y sufrirán más la marcas generalistas", afirma Fernando Carranza.

Los fabricantes europeos se quejan de estar desprotegidos ante la llegada de los chinos y piden a Europa que implante medidas que les salvaguarde y les haga trabajar en igualdad de condiciones. En este sentido, Anfac señala que no se debe vetar a ninguna marca, pero sí que se "ha de potenciar e incentivar la industria europea para que todos los actores puedan luchar en igualdad de condiciones. EEUU, con la ley IRA y China, con sus políticas de apoyo a sus industrias, favorecen su desarrollo. Europa debe hacer lo mismo para que nuestra industria continúe siendo competitiva".

De que Europa se involucre o no va a depender el futuro de las ventas de estas marcas asiáticas. "Es crucial que en Europa busquemos fórmulas que permitan equilibrar la irrupción de las marcas chinas, como pueden normativas que igualen las condiciones de producción de los mercados chino y europeo", concluye.

Aunque es pronto para predecir cómo va a quedar el tablero automovilístico en Europa con la llegada masiva de las marcas chinas, lo cierto es que tienen el potencial necesario para cambiar la dinámica actual y generar una mayor competencia. Esto se puede traducir en avances tecnológicos, cambios en la oferta de productos y servicios, así como una mayor diversidad y opciones para los usuarios.