Tu memoria puede que no sea igual a los 20 que a los 50, pero envejecer no significa que irremediablemente tengas que convertirte en una persona desmemoriada incapaz de aprender algo nuevo.

De hecho, aceptar esa actitud puede ser la que te encamine a lo que quieres evitar. Para ello, puedes seguir los consejos de Charan Ranganath, profesora del Centro de Neurociencia y del Departamento de Psicología y directora del Laboratorio de Memoria Dinámica de la Universidad de California en Davis. 

Tal y como cuenta en CNBC, tras 25 años investigando el funcionamiento de la memoria, hay al menos 4 cosas que ha dejado de hacer para no comprometer su capacidad cognitiva.

Hacer demasiadas cosas a la vez

El multitasking está de moda, como fórmula perfecta para abarcar todo lo que tienes que hacer. La realidad, en cambio, es que es antinatural y apenas un 2,5% de la población puede realmente hacer varias cosas bien a la vez.

Entre sus consecuencias, estrés, frustración y una sensación constante de estar sobrepasado. La corteza prefrontal es la parte del cerebro que usas para prestar atención al mundo que te rodea. Por desgracia, tu función prefrontal desciende con los años. La multitarea empeora las cosas, asegura la neurocientifíca. "Deteriora la memoria y pone a prueba la función de la corteza prefrontal, minando los recursos que normalmente nos ayudarían a formar recuerdos sólidos".

Descuidar su descanso

Dormir se vuele más complicado con la edad. Pero es importante seguir asegurándose un descanso apropiado, ya que resulta esencial para la salud del cerebro.

Cuando duermes, "tu cerebro trabaja duro". En palabras de Ranganath, elimina los residuos metabólicos acumulados durante el día. También se activan los recuerdos y se establecen conexiones entre los distintos acontecimientos que has vivido.

La calidad del sueño no solo se relaciona con mayor o menor riesgo de demencia. Según un estudio en Neurology, la revista médica de la Academia Estadounidense de Neurología, experimentar frecuentes interrupciones en el sueño entre los 30 y los 40 años conlleva más probabilidades de tener problemas de memoria y pensamiento una década después.

"La falta de sueño es devastadora para el córtex prefrontal y provoca recuerdos fragmentados", asegura Ranganath. Anima a evitar las pantallas, las comidas copiosas, la cafeína y el alcohol justo antes de acostarse para no interferir en el descanso.

Hacer actividades monótonas

Tu memoria episódica es la que está detrás de ese recuerdo que vuelve tras oler un plato similar al que preparaba tu abuela en la cocina, o esa canción que oías con tus amigos del cole.

Una señal vinculada a un lugar y un momento concreto que "sólo funciona si tienes experiencias asociadas a contextos relativamente distintos, no tanto con experiencias monótonas", explica Ranganath. 

Si te cuesta recordar un día en concreto porque todos te parecen igual, pon remedio. "Da un paseo en lugar de quedarte en el comedor de la oficina. Pasar tiempo con gente diversa, ir a lugares diferentes y probar nuevas experiencias son oportunidades para construir recuerdos duraderos".

Confiar demasiado en la capacidad para recordar cosas

"Si estás intentando hacer algo que implique memorizar, como cuando te presentan a un grupo de personas o intentas aprender un idioma, empieza por aceptar que es probable que sobrestimes cuánto vas a retener". El segundo paso, añade la especialista, es darte la oportunidad de equivocarte. 

Para mejorar tu memoria prueba el siguiente consejo que recomienda: "Unos minutos después de aprender algo, ponte a prueba. Luego vuelve a hacerlo una hora más tarde. Cuanto más espaciados sean estos intentos, mejor".