Así vende Wallbox, el unicornio español de los cargadores para coche eléctrico: Nissan, Hyundai, Mercedes, Iberdrola y eléctricas de Tailandia y Chile representan el 40% de su facturación en 2021

Entrada de la fábrica de Wallbox en la Zona Franca de Barcelona

Wallbox

Wallbox cerró 2021 con una facturación de 71,5 millones de euros, según las cuentas anuales que presentó este lunes a la SEC (Securities and Exchange Commission) el regulador estadounidense de los mercados financieros. La cifra supone triplicar el dato del año anterior, 2020, cuando rozó los 20 millones de euros.

Pese a ese tremendo incremento de ingresos, también multiplicó las pérdidas. Solo en el apartado operativo perdió 53,5 millones (frente a 10,9 el año anterior) y a ello le sumó el impacto de la SPAC creada para la salida a la Bolsa de Nueva York, lo que disparó sus pérdidas financieras a 172 millones y su resultado total a 221,2 millones de euros de pérdidas.

Esas pérdidas financieras "no suponen ni supondrán una salida de caja, sino que responden a la valoración de instrumentos financieros y al impacto contable de la fusión", según dijeron fuentes de Wallbox a EFE.

Vista general de la nueva fábrica de Wallbox en la Zona Franca de Barcelona.

La compañía barcelonesa tiene el objetivo de volver a multiplicar su facturación en 2022, para vender entre 175 y 205 millones de euros. Para 2024 pretenden tener resultado operativo (ebitda) positivo.

Hasta ahora, el unicornio español no había desvelado cuáles eran sus principales fuentes de ventas, pero en su comunicación a la SEC muestra algunas claves de su modelo de comercialización de cargadores, con una clave: diversificación de canales.

Automoción y eléctricas, responsables del 40% de la facturación

La compañía barcelonesa explica en su informe anual que su objetivo es tener "relaciones de largo plazo con una relación amplia de socios para ensanchar sus canales de ventas a diferentes clientes y países". Por ello, Wallbox se acerca tanto a fabricantes de coches como a energéticas, distribuidores, concesionaros, instaladores, empresas o compañías de comercio electrónico.

Aproximadamente el 40% de su facturación depende de fabricantes de coches y empresas de energía. De ellas, Wallbox revela tres marcas de vehículos: Nissan, Hyundai y Mercedes. No son las únicas marcas con las que trabajan: BMW comercializa unos cargadores Wallbox con su propia marca, y la compañía también tiene acuerdos con otras, como Seat (Volkswagen).

Además, en ese porcentaje de su facturación también se incluye su acuerdo con Iberdrola, que además de accionista en la compañía a través de su vehículo Perseo, se comprometió a comprar 6.500 cargadores rápidos Supernova durante 2022 a los que sumó otros 1.000 posteriormente, y otros de la variedad ultrarrápida Hypernova, según dijo Ignacio Sánchez Galán en la inauguración de la fábrica de la Zona Franca de Barcelona.

Otras energéticas que están entre sus canales de venta son la tailandesa EGAT y la chilena COPEC.

Distribuidores, Uber y ventas directas o vía Amazon, el otro 60%

Por otra parte, otro 40% de las ventas de Wallbox tienen que ver con sus acuerdos con distribuidores, como Sunpower, MediaMarkt, Ingram Micro, Criwd Charge, IZI (EDF) o Saltoki. La compañía incluye en ese porcentaje su acuerdo con Uberpara instalar cargadores Pulsar Plus para sus conductores de vehículos eléctricos.

El otro 20% de las ventas de Wallbox proceden de sus ventas directas a través de comercio electrónico, incluyendo las de su propia web y las que consigue a través de Amazon, que en Estados Unidos reconoció sus cargadores como elección destacada, en sus primeros 3 meses en el país.

En su informe anual, la compañía admite que "el punto de venta más lógico para un cargador es un fabricante de coches o una compañía eléctrica", pero también explica que trabaja por tener una red amplia de instaladores, vendedores, distribuidores, además de las ventas directas a consumidores y empresas.

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