6 ejercicios que hace cada día una neurocientífica para desarrollar resiliencia y fortaleza mental para combatir la ansiedad

Lograr gestionar tus emociones, reformular tus pensamientos negativos y tomar acciones positivas es algo que claramente puede hacerte la vida más fácil.

Te ayudará a no sucumbir por la ansiedad o el estrés. Algo que suele caracterizar a las personas mentalmente fuertes.

Todo el mundo tiene la capacidad de lograrlo, pero no siempre las personas dedican tiempo a ejercitar su "músculo mental".

Si términos como "preocupado", "nervioso", "estresado"o "angustiado" forman parte de tu vocabulario habitual, quizá te falte algo de entrenamiento a este respecto y normalmente te veas arrastrado por la angustia y la preocupación generada por la ansiedad.

Pero es posible cambiarlo. Así lo remarca en CNBC Wendy Suzuki, neurocientífica y profesora de Psicología y Ciencia Neural en el Centro de Ciencia Neural de la Universidad de Nueva York.

"He descubierto a lo largo de los años que la forma más poderosa de combatir la ansiedad es trabajar constantemente para desarrollar tu resiliencia y fortaleza mental", afirma.

Para que tú también puedas conseguirlo aquí van 6 ejercicios que esta neurocientífica pone en práctica cada día para desarrollar su resiliencia y fortaleza mental.

Visualiza un resultado positivo de aquello que te preocupa

Es normal que a lo largo del día dediques tiempo en pensar en todo aquellos que te preocupa o genera cierta incertidumbre.

Ya sea el trabajo, una situación familiar o incluso detalles más pequeños, la experta afirma que uno de sus ejercicios consiste en dedicar parte de ese tiempo a visualizar el "mejor resultado que puedas imaginar".

Con ello, "deberías desarrollar el músculo de esperar el resultado positivo e incluso podrías dar con ideas sobre qué más puedes hacer para obtener el resultado de tus sueños".

Transforma la ansiedad en un motor para hacerte avanzar

"La plasticidad de nuestro cerebro es lo que nos permite ser resilientes durante tiempos difíciles: aprender a calmarnos, reevaluar situaciones, replantear nuestros pensamientos y tomar decisiones más inteligentes", explica Suzuki.

Y esto es más fácil, según la experta cuando podemos ver potencial incluso de los peores estados mentales.

Para ejemplificarlo Suzuki comparte estas perspectivas:

• La ira podría bloquearte o podría motivarte y servir como recordatorio de lo que es importante.
• El miedo podría robar tu atención y socavar tu desempeño, o hacerte más cuidadoso con tus decisiones y reflexivo creando oportunidades para cambiar de dirección.
• La tristeza puede desmotivarte o motivarte para cambiar tu entorno, circunstancias y comportamiento.
• La preocupación puede interponerse en el camino del logro de las metas, paralizándote o ayudarte a definir tus expectativas; y volverte más realista focalizado en tus objetivos.
• La frustración podría obstaculizar  y quitarte motivación, O desafiarte a hacer más o mejor.

Tú decides qué perspectiva escoger, pero claramente una te hará más fácil avanzar y vivir más feliz.

Intenta probar algo nuevo

"Mi punto de vista es que de forma gratuita (o solo por una pequeña tarifa) puedes empujar tu cerebro y tu cuerpo a probar algo que nunca habías considerado", anima la científica.

Ella ejemplifica que recientemente se unió a un entrenamiento en directo en Instagram con la campeona de Wimbledon, Venus Williams. 

"Nunca había hecho algo así antes. Resultó ser una experiencia fantástica y memorable", remarca.

Probar algo nuevo y salir de tu zona de confort te llevará a conocerte mejor, tener más confianza en ti y crear nuevas oportunidades de crecimiento, entre otros beneficios.

Mantén el contacto con las personas

Suzuki considera que en esos momentos de estrés en los que necesitas recurrir a tu propia capacidad para mantener tu bienestar nada ayuda más que "saber que estás rodeado de personas que se preocupan por ti".

Puede no ser fácil de cultivar, pero ser capaz de pedir ayuda y mantener el contacto con amigos y familiares te permitirá "tener a raya la ansiedad y reforzar la sensación de no estar solo".

Envíate mensajes positivos a ti mismo de vez en cuando

Si quieres ser una persona "intrínsecamente fuerte y mentalmente optimista" recuérdate cada cierto tiempo todo lo bueno que hay en ti.

Si eres de los que tiene problemas para encontrar aspectos positivos en su persona, la especialista aconseja "pensar en lo que tu mayor apoyo en la vida te diría".

Anímate a escribir estos recordatorios positivos al principio y final del día.

Sumérgete en la naturaleza

La ciencia ha demostrado una y otra vez que pasar tiempo en la naturaleza tiene efectos positivos en nuestra salud mental. 

El mero hecho de poder ver un paraje natural a través de una ventana parece tener efectos positivos en la recuperación de enfermos de cirugía.

Salir del bullicio de la ciudad y adentrarse en parajes naturales reduce factores vinculados con enfermedades mentales, como los pensamientos repetitivos sobre aspectos negativos.

Según una investigación de la universidad de Stanford (EEUU) una caminata de 50 minutos en un entorno natural minimiza la ansiedad y mejora el rendimiento de la memoria de trabajo.

"No necesitas vivir junto a un bosque para sumergirte en la naturaleza. Un parque cercano o cualquier entorno tranquilo con vegetación donde no haya tanta gente funcionará bien", considera Suzuki.

Una vez allí, sus directrices son sencillas: respira, relájate y toma conciencia de los sonidos, olores y de las vistas.

"Este ejercicio aumenta su capacidad de recuperación general, ya que actúa como una especie de restauración de energía y restablece su equilibrio".