8 errores que cometí con mi primer presupuesto personal (y que son fáciles de evitar)

Kamila Barca, editora de Finanzas Personales de Business Insider España.

Jesús Umbría

  • La primera vez que hice un presupuesto personal sólo me preocupaba registrar todos los movimientos, gastar menos de lo que ingresaba y cumplir un objetivo financiero.
  • Pero descuidar estos detalles me ha llevado a tener un presupuesto diferente cada año. 

Para la gran mayoría, hacer un presupuesto personal es una tarea tediosa. Te mentiría si te dijera que para mí también lo fue la primera vez que me propuse registrar todos mis gastos

La sensación de control que sientes cuando sabes de dónde viene o va cada euro que ganas es reveladora. Aunque suele ser un golpe de realidad que no todos están preparados para aguantar. Te abre un mundo de posibilidades y te permite tomar decisiones financieras (de ahorro y de ocio) mejor informado para controlar el estrés que supone llegar a fin de mes.

Ahora bien, como todos los hábitos, planificar y presupuestar tu propio dinero requiere de tiempo y organización. Pero —te lo adelanto— merece muchísimo la pena. 

Para que ahorres algo del tiempo que yo perdí con mi primer presupuesto, he recopilado los errores más comunes y fáciles de evitar que cometí con mi primer presupuesto personal

1. Seguir la fórmula maestra del presupuesto

La primera vez que haces un presupuesto personal —sin tener ninguna experiencia con la planificación— es muy ambicioso perseguir la fórmula maestra del presupuesto

¿Esto qué significa? La suma de tus ingresos, menos el ahorro y el gasto deben ser igual a cero. Esto implica que cada euro de tu patrimonio ha de tener un objetivo, ya sea de gasto, ahorro o inversión

Hacer un registro de tus gastos de al menos los tres meses anteriores puede serte de mucha ayuda para planificar por adelantado el dinero que vas a necesitar. Pero, en mi caso, no fue suficiente. 

2. Recortar gastos que alteraban mi estilo de vida

Con el objetivo de adaptarme a un estilo de vida austero para ahorrar lo máximo posible, cometí el error de querer recortar en más partidas de las que realmente era capaz de asimilar. Vamos, que no estaba mentalmente preparada.  

Privarte del ocio, los cursos de formación o simplemente recortar los gastos del hogar sin la mentalidad correcta es una forma de autosabotaje

El ahorro es un hábito y, como tal, se construye con el tiempo. 

Obligarte a cumplir retos de ahorro muy estrictos puede hacer que, cuando los consigas, dejes de ahorrar a largo plazo para otros objetivos financieros.

3. Crear demasiadas categorías para controlar mi dinero

Para elaborar un buen presupuesto personal, necesitas dividir tus gastos en diferentes categorías y subcategorías. 

Crear muchas partidas (como fue mi caso) o muy pocas puede ser un error bastante grave en tu planificación financiera. Cuando estás empezando a controlar tu dinero, tu capacidad de análisis es limitada y el nivel de detalle realmente puede hacer que pierdas mucha información. 

Tener categorías bien definidas y orientadas para tomar mejores decisiones financieras en el futuro te hará mucho más fácil el proceso de construir unas finanzas sanas

4. No actualizar periódicamente el gasto previsto

Se supone que el presupuesto se construye con la intención de organizar tus finanzas a lo largo de todo un año. Sin embargo, si es la primera vez (o llevas muy poco tiempo con ello), conviene que revises periódicamente los ingresos y los gastos que tienes previstos para los próximos meses. 

Por ejemplo, la primera vez que hagas tu presupuesto puede que se te olvide que entre abril y junio presentas la declaración de la renta (el IRPF) y que probablemente tendrás un ingreso o un gasto, según tu situación económica. También puede haber otros gastos asociados a ese mismo evento, como el de una cita anual con un asesor fiscal.

A mí se me olvidó añadir a mi presupuesto la boda de un familiar —¡y vaya agujero!—. 

5. Centrarme en los totales de gastos e ingresos

A pesar de haber añadido capas y capas de detalles a mis gastos, cuando me sentaba a revisar mensualmente mis números, sólo evaluaba los datos totales de cada partida

Me interesaba responder a una única pregunta: ¿gasto más de lo que ingreso?

Sin embargo, gastar menos no significa que lo hagas mejor. También puedes estar gastando de forma descompensada en algunas partidas y, por ende, ahorrar menos por culpa de esos caprichos.  

6. No buscar otros presupuestos en Internet

En parte, me siento orgullosa de haber cometido este error. Soy muy perfeccionista y, si me ponía a buscar la plantilla de presupuesto ideal, iba a necesitar muchísimo más tiempo para definir cuál sería el aspecto que tendría mi presupuesto y cómo querría planificarlo. 

De modo que, cuando diseñé mi primer presupuesto personal me centré en tres cosas: registrar todos mis ingresos y gastos, gastar menos de lo que ingresaba y conseguir mi primer objetivo financiero —crear el hábito del ahorro a medida que construía mi fondo de emergencia—. 

¿Dónde está el problema? Con el tiempo, por supuesto, he aprendido de mis errores y de los de los expertos, de los libros de finanzas personales que recomiendan los asesores financieros y de los cursos que he ido haciendo. Y aunque he sido constante con el registro de mis gastos desde 2020, he creado cada año un presupuesto personal diferente

Si no eres una persona perfeccionista, te recomendaría evaluar primero qué presupuesto personal se adapta mejor a tu casuística. Así podrás quedarte con un único formato desde el primer momento y ahorrar tiempo organizando los datos de tus gastos e ingresos.  

7. No crear gráficas para visualizar la evolución

Los gráficos pueden ayudarte a evaluar rápidamente cuán bien vas con tu planificación. Si gastas más de lo que ingresas, cuál es el porcentaje de tu sueldo que va a tus ahorros, cuáles son las partidas de tu presupuesto que están fuera de control…

Mi primer presupuesto sólo tenía tablas (con todo nivel de detalle, sí). De hecho, a veces necesitaba resaltar con colores datos que evidenciaban excesos o márgenes de mejora. 

8. Revisar mensualmente los gastos

Para tener una buena organización de tus finanzas es imprescindible que dediques al menos unas horas al mes a revisar todos tus movimientos pasados y los ingresos y gastos previstos

Al principio, yo lo hacía al final de cada mes. Casi siempre era un viernes o el último fin de semana. Pero, con el tiempo, he ido aumentando la frecuencia. De dos veces al mes a una cita semanal. 

Llevar un control de mis gastos cada semana me permite ser muy meticulosa con la planificación. Sólo con esta frecuencia de análisis he sido capaz de identificar gastos que se me estaban yendo de las manos, oportunidades de inversión o márgenes para acometer compras más grandes.  

La información aquí contenida se expone a título meramente informativo y no constituye una recomendación de inversión, invitación, solicitud u obligación por parte del autor, Business Insider España o, la editora, Axel Springer España.

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