Cada vez son más las personas que se suman a la moda del vapeo, bien a secas o como transición para abandonar el tabaco, pero a la vez que aumenta su consumo, también aparecen más evidencias sobre los posibles riesgos para la salud de la práctica, cada vez más popular entre adolescentes y menores de edad.

Los estudios han demostrado un mayor riesgo de cicatrización pulmonar, daño a los órganos, deterioro cerebral, adicción e incluso cáncer, recoge Altamed. Ahora, una nueva investigación publicada en la revista Tobacco Control relaciona el vapeo frecuente en adolescentes con niveles más altos de metales pesados en la orina. Concretamente, plomo y uranio. 

Según los resultados, aquellos adolescentes que vapean entre 5 y 19 días al mes tenían niveles de plomo en la orina eran un 30% más altos que los usuarios ocasionales, aquellos que vapean menos de cinco días al mes. Mientras tanto, los niveles de uranio eran dos veces más altos para los vapeadores frecuentes que para los ocasionales, recoge el medio Futurism.

Esos hallazgos, según los investigadores, sugieren que el uso de cigarrillos electrónicos podría aumentar el riesgo de exposición al metal en los jóvenes. Sin embargo, se trata de un estudio con carácter observacional que no puede probar la evidencia un vínculo causal entre los hábitos de vapeo y la exposición a estos metales tóxicos.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. ha tratado de tomar medidas enérgicas contra el vapeo entre menores de edad. Como parte de su objetivo de lograr una "generación sin tabaco" para 2040, Bruselas también ha puesto sobre la mesa la creación de una tasa comunitaria sobre el vapeo y un aumento de los impuestos especiales sobre los cigarrillos.

El plomo sigue todavía presente en el aire de ciudades de todo el mundo pese a llevar años prohibido y las consecuencias para la salud son terribles

Recientemente, el Gobierno de España ha aprobado hoy un real decreto por el que la regulación existente sobre el tabaco convencional pasa a aplicarse también para el tabaco calentado. Se prohíbe la venta del tabaco calentado que contiene aromas y obliga a incluir mensajes e imágenes de advertencia sobre los riesgos que comporta para la salud.

En nuestro país, el 19% de los adolescentes vapea y el 13% fuma, según un estudio realizado por la Sociedad Española de Medicina de Familia.

La presencia de metales tóxicos se cierne sobre la seguridad de los vapeadores, sobre todo desde que muchos dispositivos ilegales de este tipo han inundado el mercado. El cadmio y el plomo son habituales en los aerosoles. 

Pero el reciente estudio ha generado también controversia entre algunos científicos.

Por ejemplo, Lion Shahab, codirector del Grupo de Investigación sobre Tabaco y Alcohol del University College de Londres, señaló que los niveles de exposición al plomo estaban por debajo de los "valores de referencia típicos de la población general" y que el estudio carece de un grupo de control que no vapee en absoluto.

En cuanto al uranio, este autor señala que hay "muchas fuentes diferentes e importantes de exposición", como alimentos y agua, por lo que los vaporizadores pueden no ser los únicos culpables, si es que el componente causal se demuestra en futuros estudios.