Alemania advierte a Italia de que tendrá que reestructurar su monstruosa deuda si no consigue disparar su crecimiento

Giuliano Balestreri,
Giovanni Tria, ministro de Finanzas de Italia.
Giovanni Tria, ministro de Finanzas de Italia.
  • El director del principal instituto económico de Alemania advierte a Italia de que necesita disparar su crecimiento para evitar el riesgo de reestructurar su deuda.
  • Clemens Fuest augura que la economía transalpina necesitará de un crecimiento del 4% durante los próximos 10 o 15 años para reducir su deuda pública y evitar una reestructuración.
  • En caso contrario, el director del instituto Ifo prevé que Italia consiga salir adelante mediante "una ayuda comunitaria y a un probable cambio de gobierno".
  • El Movimiento 5 Estrellas, uno de los partidos del Gobierno italiano, ha criticado estas declaraciones como un intento de "intervención alemana" en sus decisiones.

Too big to fail. Italia es demasiado grande para caer, pero no para reestructurar su deuda. Sobre todo, si Europa entrase en una recesión severa, Italia "se convertiría en un grave riesgo para la estabilidad" del Viejo Continente.

El economista alemán Clemens Fuest, que dirige el instituto económico Ifo, no usa palabras suaves hacia Roma, si no que corrobora lo que todos saben: "Si sucede cualquier cosa, si Italia tuviese dificultades para refinanciar su deuda" y el Gobierno fracase en sus reformas "se buscará una forma de salir adelante", como "algún tipo de ayuda" de la Unión Europea y "probablemente también con un cambio de Gobierno en Italia".

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El Movimiento 5 Estrellas no ha tardado en responder. "En democracia, los gobiernos los deciden los ciudadanos y no un economista alemán nostálgico de Monti o Fornero (que formaron parte del Gobierno técnico que lideró Italia entre 2011 y 2013)", afirmó el eurodiputado del M5S Fabio Massimo Castaldo, para luego repetir lo que ya había dicho Fuest: "la política de reducción de la deuda pública dependen del comportamiento del saldo primario", añadió el eurodiputado, "que, en el caso de Italia se prevé en el 1,3% el próximo año, del crecimiento real del PIB y de los tipos de interés que se pagan sobre la deuda pública".

Aumentar el balance primario para reducir la deuda

Este es el problema: aunque el balance primario de Italia, o la diferencia neta entre entradas y salidas de los gastos por intereses, se ha mantenido constantemente sobre la media de los países de la UE, pero no ha sido suficiente para reducir la deuda. Y si hoy la deuda no está fuera de control es solo porque el crecimiento global y los tipos negativos del BCE han mantenido a raya los intereses.

Por ello, imaginando un escenario de crecientes dificultades, Fuest considera "probable" un cambio de Gobierno. Según el economista alemán, para reducir al 100% el ratio entre deuda y PIB, que actualmente está en el 130%, "en los próximos 10 o 15 años debería darse un avance primario cercano al 4% del PIB; de momento, el avance primario está en torno al 1%".

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Y añade: "¿Es políticamente posible? No lo sé, pero tengo mis dudas. Si esto es cierto que Italia no puede reducir su ratio de deuda sobre PIB, ¿a dónde se dirigirá la demanda?. El asunto de la reestructuración de la deuda no está actualmente sobre la mesa, pero si se da una recesión severa en Europa o problemas para refinanciar la deuda italiana, este asunto formaría parte de las conversaciones" dentro de la UE.

Los expertos italianos coinciden con Fuest

Las palabras de Fuest pueden ser dolorosas de escuchar, pero son las mismas que usó Carlo Cottarelli, el ex comisario para la revisión del gasto al que se menciona en repetidas ocasiones como el salvador de Italia. Por otro lado, los países avanzados que en las últimas décadas han logrado reducir la proporción de deuda sobre PIB en 3 o 4 puntos porcentuales por año (Irlanda, Suecia, Finlandia, Dinamarca, Bélgica, Canadá, Holanda, Nueva Zelanda o España) lo hicieron con excedentes primarios de 3 a 5 puntos porcentuales del PIB.

Por este motivo, Cottarelli propuso en Business Insider Italia llevar "gradualmente el superávit primario al 3,5 o 4%. En un período de crecimiento del PIB y de los ingresos como el que estamos atravesando, sería suficiente mantener constante el gasto público primario, en términos netos de inflación, durante 3 o 4 años para lograr este resultado".

"Esto equilibraría el presupuesto, estabilizaría la deuda en euros y reduciría su ratio respecto al PIB a un ritmo del 3% anual, como exigen las normas europeas. Esto aún es factible si no perdemos más tiempo y es consistente con continuar creciendo, especialmente en un contexto de reformas (de la burocracia, la justicia civil y contra la corrupción, que aumenten nuestra competitividad, nuestras exportaciones, nuestro PIB".

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Pero incluso según Cottarelli si el objetivo fallase, en un contexto de crisis Italia estaría a merced de los mercados y solo podría proceder a un doloroso ajuste demorado o una reestructuración de la deuda, porque una quiebra sería catastrófica: tanto para los italianos que poseen dos tercios de la deuda, para la zona euro que tiene la mayor parte del 33% de la deuda en manos extranjeras. La eurozona "entraría en una crisis", explica Cottarelli.

Tal situación "sería un grave riesgo para la estabilidad" en Europa, explica Fuest, para el que la alternativa sería una especie de escenario griego, con políticas decididas desde afuera y "no creo que sea una posibilidad para Italia porque no es Grecia, que era un país pobre. Italia es un país rico, en el sentido de que la riqueza privada es muy alta. Las estadísticas muestran que la riqueza privada italiana es más alta que la alemana o francesa; en tal contexto, los programas de rescate serían muy difíciles: llegarían de alguna forma, pero serían muy difíciles de "vender" políticamente ".

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