6 alimentos que tienes que desterrar de la mesa si de verdad quieres adelgazar

Chica comiendo comida basura, refrescos, atracón

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  • La ciencia aún no ha encontrado la fórmula secreta para perder peso que funciona al 100%, por lo que los nutricionistas insisten en marcarse hábitos y llevar una vida activa además de cuidar lo que comes.
  • Estos alimentos poseen todas las propiedades para boicotear tu intención de adelgazar.
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La ciencia aún no ha encontrado la fórmula secreta para perder peso que funciona al 100%. Lo que sí se sabe es que determinados alimentos, ingeridos en circunstancias muy concretas, provocan un aumento de peso en forma de grasas, que en los casos extremos adquiere la forma de grasas viscerales. Evidentemente, el metabolismo de cada persona y cómo absorbe cada uno de estos alimentos también influye en el resultado final: perder peso

En tanto no se da con una base científica que avale la dieta definitiva para perder peso, los nutricionistas ponen el foco en los alimentos que ya sea por la cantidad, una mayor frecuencia, la propia genética o si se lleva un estilo de vida más sedentario, favorecen la acumulación de grasas. 

O lo que es lo mismo, los alimentos que se han de desterrar de la dieta habitual si se quiere perder peso (o al menos no ganarlo). 

1. El azúcar de mesa

Exceso de azúcar.

El organismo necesita azúcar. Le proporciona la energía para el buen funcionamiento de órganos tan importantes como el cerebro o los músculos. Ahora bien, en su justa medida. 

Según la OMS, ronda los 25 gramos al día como máximo, y con el hándicap de que aquí se incluyen los azúcares naturales presenten en los alimentos de la dieta diaria. 

Otro gallo canta cuando se trata de azúcar de mesa (el que utilizas para el café). Este no aporta ningún nutriente beneficioso para el cuerpo. 

Todo lo contrario: muchos hidratos simples y calorías de fácil asimilación, junto con cierta dosis de dependencia hacia el sabor. 

Lo más recomendable es eliminarlo por completo del consumo, reduciendo poco a poco el umbral de dulzor que demanda el paladar hasta que no lo eches de menos. Si no pudieras con el 'mono' de algo 'dulce', hay otras formas más saludables de endulzar los platos. 

2. Patatas fritas en todas sus formas

Crujientes, brillantes (grasientas), y con sal. Tienen todo aquello que se debe evitar en una dieta equilibrada

Las patatas fritas de bolsa son un concentrado explosivo de calorías de mala calidad, que va a costar más quemar y resultan adictivas. En caso de tentación, opta por aperitivos caseros como bastones de verduras o legumbres tostadas sin sal ni aceite.

Niño comiendo patatas fritas

¿Qué ocurre con las patatas que se fríen en casa? En ambos casos se pueden comer, de forma muy puntual, siempre y cuando se lleve una dieta saludable de forma constante, y se haga ejercicio habitualmente. Recuerda que la patata contiene gran cantidad de almidón. 

3. Los embutidos

quesos y embutidos

¿Todos los embutidos son perjudiciales para adelgazar? Los nutricionistas insisten en que se ha de distinguir entre los fiambres y embutidos procesados y los naturales; y la frecuencia de consumo. 

Un bocadillo de chorizo bastante magro cuando sales a hacer senderismo no es un pecado ni va a suponer un precipicio en tu maratón para perder peso. 

Ahora bien, si se trata de procesados, se ha de revisar más concienzudamente la composición. ¿Suman azúcares libres? ¿Qué proporción de grasas presenta? Embutidos como el salchichón, el chorizo o el jamón requieren de unos mínimos de grasa para que la carne esté más sabrosa. Pero no almidones ni aditivos. 

Con todo, incluso los caseros se ha de mantener a raya el consumo: mejor de forma esporádica, y nunca cada día. 

4. Los refrescos muy azucarados

niños tomando refrescos

Reuters/ Andrew Burton

Los refrescos, incluso la cerveza, poseen gran cantidad de azúcares libres que aportan calorías vacías a la dieta. 

Además, una parte de su 'fórmula secreta' tiene mucho que ver con aditivos que fomentan la adicción del organismo a su consumo, como por ejemplo la cafeína.

5. Chucherías

Golosinas

Fotograma de Pippi Calzaslargas

Quien más y quien menos, en su infancia ha hecho malabares con las propinas conseguidas u otorgadas para comprar chucherías y ponerse morado. Casi hasta el dolor de tripa que avisaba de la indigestión por azúcares

Como en las patatas fritas, lo tienen todo para ser tachadas de la lista de la compra familiar y también entre los adultos: azúcares industriales, calorías vacías, y aditivos poco aconsejables, máxime para los niños. 

6. Hamburguesas y pizzas congeladas y procesadas

Familia comiendo pizza

Las hamburguesas preparadas llevan tiempo tentando a los usuarios que van con prisas o no tienen ganas de cocinar en los lineales de los supermercados. 

¿Una solución rápida? Sí, pero no saludable. Como cualquier otro ultraprocesado rebosa de grasas, sal, azúcares y almidones. 

A lo que se suma su poco efecto saciante, por lo que sentirás que no te has llenado y tenderás a comer más de lo aconsejable o de lo que necesitas.

Algo muy similar ocurre con las pizzas ya listas para comer: prácticas, pero llenas de salsas azucaradas, fiambres grasientos y mucho queso procesado.

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