¿La transición digital y verde será feminista o... no será? Pues no: no hay sitio para las mujeres en el mercado laboral del futuro

Ilustración brecha de género en el empleo

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  • No hay hueco para las mujeres en el mercado laboral del futuro: a pesar de que un 22% del nuevo empleo creado en los últimos años es digital o verde, la mayoría siguen estando masculinizadas.
  • El origen del problema se remonta a la etapa educativa, y va a peor: si en 1990 había un 51% de universitarias en Matemáticas, ahora hay solo un 36%.

¿La transición (energética o digital) será feminista o... no será? Pues lo mismo no. 

La brecha de género es profunda y se extiende más allá de los límites que hoy podemos imaginar. En el caso del mercado laboral, a los empleos del futuro, muchos de los cuales todavía no existen.

No hay hueco para las mujeres en el mercado laboral del futuro. No, desde luego, al mismo nivel que los hombres. 

Un 22% de los nuevos empleos creados entre finales de 2019 y 2023 están relacionados con la transición energética o la transformación digital. Esta es una buena noticia que indica que la huella verde y digital empieza a ser palpable en la economía. Pero no lo es tanto si se observa la composición de ese nuevo empleo.

"Hay brecha laboral en el empleo de estos sectores. Básicamente porque son profesiones STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés), donde estamos infrarrepresentadas", confirma Inma Ordiales, economista del Consejo Económico y Social (CES). 

Las mujeres que trabajan en profesiones STEM apenas suponen el 5,5% del total de empleadas en España, según un informe publicado esta semana por EsadeEcPol, y aunque esa tasa ha aumentado (en 2011 estaba en el 3,3%), el punto de partida es tan bajo que, como explican en el informe: "aunque tengamos un incremento del 66%, el resultado sigue siendo mucho menor al de sus contrapartes masculinas".

"Tenemos a la mitad del equipo sin jugar, y eso es perder potencial humano en sectores que demandan a muchas personas", lamenta Javier Blasco, director del Adecco Group Institute.

Y tanto, la digitalización y la transición energética serán los dos grandes frentes de nuevas oportunidades laborales, en el presente y en los próximos años. Y pese a que se trata de profesiones nuevas, que deberían nacer liberadas de sesgos machistas, la realidad es que estos se perpetúan y permean en estos nuevos empleos. 

"Los sectores relacionados con la transición transición energética históricamente han sido muy masculinizados: hablamos de minería, energía térmica... Pero habría que intentar que en esa transición ecológica se haga efectiva la igualdad de género", explica José Luis de la Cruz, coordinador del Área de Sostenibilidad de la Fundación Alternativas.

 En los últimos 4 años, el número de afiliados a la Seguridad Social de Informática y Telecomunicaciones ha crecido un 25,2%, y el de Actividades Profesionales, Científicas y Técnicas un 15,8%, según datos del SEPE

"Desde el final de la pandemia, uno de cada cinco nuevos afiliados (314.000 en términos absolutos) se ha incorporado a estos dos sectores altamente productivos", corrobora el Ministerio de Trabajo y Economía Social

Sin embargo, a día de hoy las mujeres apenas suponen un 26% del empleo en ocupaciones STEM. Y el panorama viene siendo así desde hace ya una década: "Si se divide el total de posiciones STEM por género, solo 1 de cada 4 está ocupada por una mujer, proporción que ha permanecido constante desde 2011", explican desde EsadeEcPol.

El único segmento donde parece estar mejorando la cosa es entre las más jóvenes. En el caso de las menores de 34 años, el empleo en este tipo de profesiones se ha disparado un 135% en los últimos 11 años: de suponer un 4% en 2011 a un 9,4% en 2022. En el caso de las mujeres de entre 35 y 45 años, ese incremento fue del 56%. 

"En lo que respecta a sectores emergentes como la generación de energías renovables, la movilidad eléctrica y la sostenibilidad, se mantiene aunque en menor medida dicha brecha salarial. Cabe destacar esta última área donde la mujer está cogiendo protagonismo", explica Carlos Fuente, team manager de Technical Perm Recruitment en Hays España.

Desde la consultora de selección de personal matizan que este último año "las incorporaciones de mujeres realizadas por Hays en el sector digital ha supuesto un 53% del total y han sido principalmente en puestos de marketing", apunta Raquel Rodríguez, team Manager de Digital Perm Recruitment en Hays España.

La Formación Profesional: una barrera invisible

Hay menos empleadas de sectores relacionados con las nuevas tecnologías o las energías renovables, básicamente porque hay menos mujeres formándose para estas ocupaciones. Sin embargo, la brecha se abre todavía más en la Formación Profesional (FP).

"En puestos de formación superior, como ingenieros, licenciados de otros grados, etc., la paridad es casi absoluta, pero si bajamos un nivel a trabajadores más manuales, seguramente no veamos esa igualdad. Veo electricistas hombres, no mujeres, y es en ese tipo de puestos donde más oportunidades hay", observa De la Cruz.

Por lo general, las posiciones de trabajo manual técnico cualificado o no cualificado están todavía más masculinizadas, confirma el informe de EsadeEcPol.

No hay más que ver el número de mujeres en estudios de FP relacionados con profesiones STEM. Mientras que en la Universidad hay un 15% de estudiantes matriculadas para Informática, en FP hay solo un 7,7% frente a un 92,3% de hombres:

"En Formación Profesional la brecha es aún más profunda", corrobora el informe de EsadeEcPol. De todos los hombres graduados en FP, el 52% están en ámbitos STEM; frente a solo el 7% de las mujeres. En la mayoría de grados STEM, tanto medios como superiores, la proporción hombres respecto a mujeres es de prácticamente 9 a 1.

Por ejemplo, si en Ingenierías hay un 26,5% de universitarias (y un 42,5% para ciencias físicas y químicas), en grados de FP de energías renovables hay un 7,8% de matriculadas, frente a un 92,2% de estudiantes hombres.

Para Blasco, hay un problema de comunicación: "La gente sigue pensando que para trabajar en la industria hace falta cierta fuerza física. Pero las nuevas tecnologías precisamente han democratizado mucho ese acceso al empleo, y la fuerza física ya no es un elemento definitorio de las competencias".

Un auténtico problema, como ya apuntaba De la Cruz, ya que, si ya de por sí muchas de las oportunidades laborales del futuro están en ocupaciones STEM, la puerta de acceso a buena parte de ellas es la Formación Profesional.

"La brecha de género en el empleo, con una importante herencia cultural, ha estado ligada a inercias y estereotipos en la elección de cualificaciones, especialmente superiores, y en la consiguiente categorización de ocupaciones 'masculinas' o 'femeninas", explica el presidente de ASEMPLEO, Andreu Cruañas.

Joel Wong cursa su último año en la Universidad Nacional de Singapur.

La educación, el origen del problema

Para encontrar el origen de esta brecha hay que remontarse muy, muy lejos, a los primeros años escolares. 

Resulta que la brecha entre chicos y chicas aparece muy pronto. Según el informe de EsadeEcPol, a los 15 años la brecha entre chicos y chicas en notas de matemáticas es significativa:

En cuarto de Primaria, las niñas presentan una probabilidad un 15% menor que los niños de considerar las matemáticas como su materia preferida, y entre 8 y 9% menor de considerarse buenas, aprender rápido, o disfrutar.

Más adelante, en Bachillerato, la presencia de chicas en las ramas científico-técnicas es consistentemente menor, pese a que el porcentaje que completa los estudios exitosamente es superior al de los chicos.

El paso siguiente es que las tasas de mujeres sobre el total de personas matriculadas en grados universitarios STEM no llega al 50% en casi ningún caso, y en Matemáticas (36%), Física (27%), Telecomunicaciones (23%), o Informática (13%) son especialmente bajas.

Lo más dramático es que esta situación ha empeorado en los últimos años. En 1990, la presencia de mujeres estudiantes de Matemáticas era del 51% y del 27% en Informática. Ahora ha caído al 36% en Matemáticas y al 13% en Informática.

Eso, y que por mucho que estudien un grado STEM, la probabilidad de terminar encontrando empleo es inferior a la de los hombres. "Nuestro análisis indica que las mujeres que han completado un grado STEM tienen, 5 años después, alrededor de un 2,7% menos de probabilidad de trabajar en una ocupación STEM que sus homólogos masculinos", avisan desde EsadeEcPol.

Las mujeres graduadas, en general, tienen una menor ventaja en la transición a ocupaciones STEM durante los primeros 5 años de su carrera laboral, en comparación con los hombres graduados en STEM.

¿Qué ocurre? Pues que el techo de cristal, como la brecha de género, están compuestos de líquido amniótico

"Cuando las mujeres tienen hijos antes de su graduación (no después), esto ayuda a explicar la diferencia. Enfocándose en los efectos de la maternidad, un estudio que sigue las carreras laborales de trabajadoras y trabajadores en Estados Unidos observa que un 43% de las madres (frente a un 23% de los padres) abandonan el empleo a tiempo completo en STEM después de su primer hijo, y aquellas que permanecen en el mercado laboral a jornada completa son más propensas a dejar el ámbito STEM para trabajar en otros campos", ilustra el informe.

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