Un 22% de los nuevos empleos creados desde la pandemia son puestos 'digitales' o 'verdes'

Un trabajador de placas solares

REUTERS/Stringer

  • Un 22% de los nuevos empleos creados entre finales de 2019 y 2023 están relacionados con la transición energética o la transformación digital. 
  • Es posible anticipar una mayor creación de empleo de la mano de los fondos europeos en estos sectores, lo que podría aumentar la productividad de la economía.



Hace tiempo que la digitalización y la transición energética dejaron de ser desafíos futuros para convertirse en tareas pendientes: quien no se haya puesto ya las pilas, va tarde en la carrera hacia la economía del mañana. 

No está muy claro qué lugar ocupa España en esa competición. Aunque, en el caso de la tecnología, no está precisamente cerca de convertirse en una potencia de la talla de EEUU o China. Ni siquiera de Europa: España ocupa la posición 18 de 27 en el ránking de intensidad del empleo tecnológico de la UE. La creación expresa de un Ministerio digital no cuenta, y tampoco algunas ayudas destinadas a pymes (la digitalización no es abrir una página en Facebook o comprar tablets). 

Pero eso no significa que no haya avances, y lo cierto es que la huella verde y digital ya empieza a ser palpable en la economía, en el mercado laboral, más concretamente.

Un 22% de los nuevos empleos creados entre finales de 2019 y 2023 están relacionados con la transición energética o la transformación digital. 

Según los datos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en términos de Contabilidad Nacional del INE, un 10% del nuevo empleo creado entre el cuarto trimestre de 2019 y el cuarto trimestre de 2023 se correspondió con empleos de Información y comunicaciones, y un 12% con actividades profesionales científicas y técnicas. 

"Más de una quinta parte del empleo se ha creado en estas dos actividades desde el cuarto trimestre de 2019 hasta finales del año pasado", confirma Inma Ordiales, economista del Consejo Económico y Social (CES). 

"La divergencia del empleo tecnológico respecto al empleo general se aceleró tras la pandemia", observa el Mapa del Empleo Tecnológico de la Fundación Cotec, que destaca "el crecimiento exponencial de empleados en la categoría de Programación, consultoría y otras actividades relacionadas con la informática", que creció un 145% en el decenio.

Desde entonces, la creación de empleo en estos sectores ha sido especialmente intensa. En los últimos 4 años, el número de afiliados a la Seguridad Social de Informática y Telecomunicaciones ha crecido un 25,2%, y el de Actividades Profesionales, Científicas y Técnicas un 15,8%, según datos del SEPE

"Desde el final de la pandemia, uno de cada cinco nuevos afiliados (314.000 en términos absolutos) se ha incorporado a estos dos sectores altamente productivos", corrobora el Ministerio de Trabajo y Economía Social. Solo en ramas tecnológicas se han creado 200.000 empleos, matiza el informe de Cotec.

En volumen, en cambio, apenas llegan a suponer el 6% del empleo en 2023.

Ilustración sobre el futuro del trabajo y la automatización o robotización

Se trata, confirma Ordiales, "de ocupaciones vinculadas a la transformación que se le quiere dar a la economía, que además redundan en una mayor productividad, porque son sectores de alto valor añadido".

"El sector digital, y todas las profesiones que incrementen este área tendrán un retorno desde punto de vista de la productividad. Todo lo relacionado con la salud, la ciencia… Ese camino es un camino sostenible y tiene que ver con la productividad", coincide Javier Blasco, director The Adecco Group Institute.

Además, continúa Ordiales, "estas dos ramas están muy relacionadas con el Plan de recuperación". Junto con la construcción y el transporte, los relacionados con la digitalización y la energía son los sectores que más se potencian en el Plan de recuperación. "Es posible anticipar una mayor creación de empleo de la mano de los fondos europeos", añade.

Una transformación que se pretende venga empujada por el maná de los fondos europeos, que irán a parar a la economía en un momento crucial. A cambio de recibir una inyección de más de 163.000 millones de euros de la Comisión Europea, el Gobierno se ha comprometido a hacer una serie de deberes. 

"Todo lo que se hable de transición digital tendrá relación directa con transición energética. Vamos a ver la aplicación de nuevas tecnologías al sector ambiental", destaca José Luis de la Cruz, coordinador del Área de Sostenibilidad de la Fundación Alternativas, que recuerda que un 37% de los fondos tendrán que dedicarse a medidas de transición energética. 

"Tenemos por ejemplo el reto de la economía circular, con la nueva Ley de residuos o el decreto de envases, que hará que aumente el flujo de residuos, lo que a su vez implicará una mayor demanda de puestos de trabajo", añade De la Cruz. Y también de una mayor productividad:

"Cuando hablamos de transición energética, hablamos del uso eficiente de la energía, y eso repercute en producir más con menos. Todas las medidas ecológicas que tomen las empresas mejorarán la productividad y son eficientes, añade.

Según datos del Gobierno, el plan de recuperación incrementa incluso su compromiso climático destinando hasta el 40% del total de su financiación a inversiones relacionadas con la transición ecológica. En total, se le han asignado más de 23.280 millones de euros al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, lo que supone el mayor trozo del pastel de los fondos (el 26,9% del total).

Comparación de barras de tamaño diferente

Dentro de la transición energética, Blasco destaca que España tiene mucho potencial en la energía vinculada al hidrógeno

"Más allá de sectores tradicionales, como la depuración de aguas, que seguirán estando ahí, veremos nuevos yacimientos de empleo ligados a la economía circular o a la aplicación de la Inteligencia Artificial al sector verde", apunta De la Cruz.

Aquí, según De la Cruz, la mayoría de oportunidades de empleo verde estarán en las profesiones de formación media. Pero nos topamos con un obstáculo: la formación.

La nueva Ley orgánica de Formación Profesional profundiza en sectores clave, como las tecnologías disruptivas o la energía. Pero continúa habiendo problemas en la distribución territorial de la oferta formativa y sectorial. Hay una parte importante de territorios donde tradicionalmente ha habido industria, y otros cuesta mucho trabajo llevar centros de formación.

"Lo normal es que los que principales parques industriales químicos, en Tarragona, Algeciras, en Huelva o en Puerto llano, tuvieran suficiente oferta formativa, pero no se tiene, y hay que acelerar el paso", avisa. Para Blasco, ese enorme potencial que se tiene, hay que implementarlo a través de una mayor inversión en capacitación y recualificación: "Ahí es donde España puede competir".

Otro problema es que no está claro todavía qué parte del pellizco de los fondos europeos terminará calando en la productividad, matiza Blasco: "Habría que bucear en las adjudicaciones para ver la transferencia de fondos a la economía productiva. Es cierto que la transferencia, aunque solo sea la parte pública, generará una mayor productividad. Otra cosa es que parte de esos fondos terminen permeando en el tejido productivo privado".

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