China enciende la alerta: sus matemáticos estiman que el país acumularía casi 320.000 nuevos positivos por coronavirus a la semana si abrieran sus fronteras como lo hace España

Mostradores cerrados en la sala de salidas del aeropuerto de Hong Kong, en China.
Mostradores cerrados en la sala de salidas del aeropuerto de Hong Kong, en China.

Reuters

  • China acumularía casi 320.000 nuevos positivos semanales por coronavirus si aplicara la política de apertura de fronteras vigente en España, según un estudio elaborado por matemáticos de la Universidad de Pekín.
  • Las previsiones son todavía peores cuando toman como referencia otros países: serían más de 440.000 si aplicaran las medidas de Israel, más de 450.000 tomando como referencia Francia y más de 635.000 si fuese EEUU.
  • Aunque la cifra no es extrapolable a estos países, pues la densidad de población es clave, el estudio sí invita a no sobrevalorar la inmunidad de rebaño.
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Un aluvión de positivos por coronavirus que se convertiría en una inmensa ola pandémica que colapsaría su sistema sanitario. 

Esto es, según un reciente estudio elaborado por matemáticos de la Universidad de Pekín, lo que ocurriría en China si el gigante asiático abriera sus fronteras como han hecho la mayoría de países occidentales, entre ellos España.

En concreto, cuando toman como referencia las apertura de fronteras adoptada por el Gobierno español, el estudio vaticina que el aluvión de nuevos casos semanales rondaría los 320.000, algo más de 11.000 casos diarios

La cifra es más del doble que los algo menos de 6.000 nuevos casos notificados por Sanidad en España el pasado viernes. 

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Pero los números son todavía peores cuando se toma como referencia otros países. Los investigadores estiman que, si se aplicaran las medidas que hay hoy en Israel, serían más de 440.000 nuevos casos semanales (más de 15.000 diarios) y más de 450.000 si se miraran en el espejo de Francia (casi 16.000 diarios).

EEUU se lleva la peor parte. Más de 635.000 nuevos casos semanales se darían en China (más de 22.000 diarios), creen los expertos, si abrieran sus fronteras con la laxitud con la que lo están haciendo los estadounidenses.

¿Significa esto que vaya a darse necesariamente este número de casos positivos en estos países? En principio, no necesariamente. El propio estudio advierte de que, en los modelos predictivos de contagio de la pandemia, juegan un papel clave elementos como la densidad de población.

Los más de 140.000 millones de habitantes del gigante asiático y, sobre todo, sus 147 personas por kilómetro cuadrado hacen difícil las comparaciones frente a países como España, con sus 47 millones y sus 97 personas por kilómetro cuadrado.

A este respecto, los propios expertos señalan que se trata tan solo estimaciones básicas basadas en cálculos aritméticos, al tiempo que se abren a la posibilidad de aplicar modelos predictivos más sofisticados que estudien el posible efecto de abrir el país a los viajes internacionales. 

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El informe, no obstante, sí es una advertencia. Lo es en primer lugar, en clave nacional. 

Ante las voces que en el seno del propio país reclaman desde hace meses fijarse en el ejemplo occidental para abrir las fronteras y la economía china (a principios de noviembre, el Gobierno decretó nuevas restricciones), los matemáticos recuerdan que la numerosísima población china pone en riesgo de colapso todo el sistema sanitario con cada nueva ola. 

Por otra parte, en clave global, los expertos invitan a no sobrevalorar la inmunidad de rebaño.

"Nuestros hallazgos han lanzado una clara advertencia de que, por el momento, no estamos preparados para adoptar estrategias de apertura que se apoyen únicamente en la hipótesis de la inmunidad de rebaño inducida por la vacunación que defienden algunos países occidentales", dice el informe en sus conclusiones.

"Se necesitan vacunas más eficaces o un tratamiento más específico, preferiblemente la combinación de ambos, antes de que se puedan levantar con seguridad las medidas de cuarentena de entrada y salida y otras estrategias de respuesta al COVID-19 en China".

A diferencia de otros países como Australia o Singapur, que han normalizado su actividad dando por válida la hipótesis de que el coronavirus es una enfermedad con la que tendrán que convivir, China es uno de los pocos países en el mundo que mantiene su objetivo de llegar a 0 personas afectadas por la enfermedad.

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Esto se traduce en grandes restricciones para llevar a cabo viajes internacionales, que quedan siempre sujetos a largas cuarentenas.

Pero las últimas noticias indican que China no estará sola estas Navidades en su política de cierre de fronteras. El pasado viernes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calificaba de "preocupante" una nueva variante del COVID-19, ómicron, detectada en Sudáfrica con un gran número de mutaciones. 

Esto ha llevado a un buen número de países, entre ellos España, a empezar a limitar también la movilidad internacional. 

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