China está obligando a realizar test anales a los extranjeros y esto está causando un conflicto diplomático con otros países

Hace varias semanas se supo que China estaba realizando test anales de detección de coronavirus, una práctica que llamó la atención en occidente, ya que en el resto del mundo lo habitual es el test PCR que se introduce por la nariz.

Desde China se aseguraba que este tipo de test es mucho más fiable que los que se vienen haciendo hasta ahora, ya que el coronavirus aguanta más en las heces y por lo tanto la prueba tiene más eficacia a la hora de encontrar a una persona infectada.

Estas pruebas parecían haber caído en el olvido, pero algunos medios como Viceseñalan que las PCR anales se están empezando a realizar en algunos viajeros que llegan a China desde el extranjero, entre ellos a personal del cuerpo diplomático de Estados Unidos.

Esto no ha sentado nada bien en Estados Unidos, que ha mostrado su descontento con dicha práctica: "El Departamento de Estado nunca ha estado de acuerdo con este tipo de pruebas y ha protestado directamente a través del Ministerio de Relaciones Exteriores cuando se tuvo conocimiento de que algunos miembros del personal estaban sujetos a ella", ha declarado un portavoz del gobierno de Estados Unidos a Vice.

Por qué los jóvenes parecen experimentar más efectos secundarios por la vacuna de AstraZeneca 

La diplomacia norteamericana considera que esta práctica es indigna y humillante. "Hemos instruido al personal para que rechace esta prueba si se les solicita", expone este portavoz del gobierno a Vice.

La respuesta de China no ha tardado en llegar. El portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Zhao Lijian, ha negado que en su país se esté obligando a realizar PCR anales: "Hasta donde yo sé, nunca se ha exigido a los diplomáticos estadounidenses que se sometan a esta prueba", recoge el mismo medio.

Pero Estados Unidos no es el único país molesto con esta práctica, Japón ha expresado también su descontento, ya que varios de sus ciudadanos se han quejado por el mismo motivo. Según publica The Times, el gobierno japonés está pidiendo a China que modifique su política de pruebas de detección porque el procedimiento es demasiado invasivo y causa "dolor psicológico".

No se conoce con exactitud cuántos diplomáticos norteamericanos y ciudadanos japoneses se han visto afectados por esta decisión, ya que ambos gobiernos han preferido no declararlo por preservar la intimidad de sus compatriotas.