Científicos descubren una nueva red cerebral que conecta cuerpo y mente: así se relacionan los pensamientos y las acciones

cerebro
  • Un estudio en Nature revela una región del cerebro donde mente y cuerpo parecen unirse.
  • Bautizada como SCAN en esta red partes del cerebro que controlan el movimiento están conectadas a otras implicadas en el pensamiento, la planificación y el control de funciones como la presión arterial o los latidos. 
  • El hallazgo parece indicar que la finalidad del cerebro en última instancia es producir los mejores resultados para optimizar la supervivencia. Lo que significa aunar movimiento y planificación.

"Pienso, luego existo", desde Platón hasta Descartes, por citar los más famosos, a lo largo del tiempo ciertas corrientes filosóficas han establecido una diferenciación entre cuerpo y mente. 2 conceptos opuestos, una sustancia espiritual o pensante frente a otra material.

Sin embargo, en el campo de la neurociencia no hay espacio para el dualismo. Así lo demuestra un reciente estudio publicado en Nature que revela una conexión entre el cuerpo y la mente integrada en la estructura del cerebro.

En concreto los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington (EEUU) muestran cómo áreas cerebrales en la corteza motora responsables del movimiento están conectadas a redes involucradas en el pensamiento, la planificación, el control de órganos como el estómago o de funciones corporales involuntarias como la presión arterial y la frecuencia cardíaca.

 

Así esta red, bautizada como Red de Acción Somato (cuerpo)-Cognitiva (mente), o SCAN, podría explicar respuestas físicas como la sudoración o el aumento de la frecuencia cardíaca solo con pensar en una tarea difícil. También por qué la ansiedad lleva a ciertas personas a pasearse de un lado a otro, o la razón por la cual los ejercicios de respiración te relajen por dentro y por fuera.

"Hemos encontrado el lugar en el que la parte de la mente más activa y orientada a objetivos, 'vamos, vamos, vamos', se conecta con las partes del cerebro que controlan la respiración y el ritmo cardíaco. Si calmas una, debería tener efectos de retroalimentación en la otra", declara una en nota de prensa Evan Gordon, autor principal del estudio.

Los hallazgos arrojan más luz sobre la verdadera función del cerebro

La investigación subraya que aún queda mucho por aprender sobre el cerebro humano. No obstante el descubrimiento ahonda en la finalidad última de este en el organismo.

 "Algunos neurocientíficos piensan que el cerebro es un órgano destinado principalmente a percibir e interpretar el mundo que nos rodea. Otros piensan que es un órgano diseñado para producir los mejores 'resultados' —normalmente una acción física— para optimizar la supervivencia y la aptitud evolutiva en cualquier situación dada", matiza Gordon a Reuters.

Si bien el científico considera que "ambas son correctas", "la red SCAN encaja mejor con esta última interpretación: integra objetivos y planificación con la acción de todo el cuerpo", añade.

Actualizando el mapa de Penfield 

El objetivo del estudio sin embargo no fue este. Tampoco probar que cuerpo y mente no están separados ni son separables. Gordon junto al también neurólogo Nico Dosenbach se propusieron verificar el mapa de las áreas del cerebro que controlan el movimiento establecido desde hace 9 décadas por el neurocirujano Wilder Penfield.

Para ello se sirvieron de técnicas no disponibles entonces, como las imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) que emplearon sobre 7 adultos sanos. A partir de este conjunto de datos, construyeron mapas cerebrales para cada participante. Luego, validaron sus resultados utilizando 3 grandes conjuntos de datos de fMRI disponibles públicamente.

Para su sorpresa, encontraron que el conocido como mapa de Penfield no era correcto. El control de los pies estaba en el lugar que se había identificado, lo mismo que para las manos y la cara. Pero intercaladas con esas 3 áreas clave había otras 3 áreas que no parecían estar directamente involucradas en el movimiento, a pesar de que se encontraban en el área motora del cerebro.

Estas se veían diferentes a las áreas de movimiento y aparecían, además, conectadas entre sí y a otras partes relacionadas con la planificación, el dolor y el control de órganos y funciones. Otros experimentos de imágenes mostraron que, si bien no se activan durante el movimiento, sí lo hacían cuando la persona pensaba en moverse.

La ciencia está convencida de que tu cerebro influye en cómo enfermas y cómo te curas

"Todas estas conexiones tienen sentido si se piensa para qué sirve realmente el cerebro. Está para comportarse con éxito en el entorno para que puedas lograr tus objetivos sin lastimarte o matarte",  afirma Dosenbach.  

"Mueves tu cuerpo por una razón. Por supuesto, las áreas motoras deben estar conectadas con la función ejecutiva y el control de los procesos corporales básicos, como la presión arterial y el dolor. El dolor es el feedback más poderoso, ¿verdad? Haces algo y te duele, y piensas: 'No voy a volver a hacer eso'", sostiene en el comunicado de prensa.

Para comprender cómo la red evoluciona, buscaron rastros de ella en un recién nacido, un niño de 1 año y un niño de 9 años. También analizaron datos previos en monos. La SCAN no era detectable en el recién nacido, pero sí en el bebé de 1 año y casi se asemejaba a la de un adulto en el de 9 años. Los monos tenían un sistema más pequeño y rudimentario que la de los humanos.

"Reunimos un montón de datos diferentes, además de nuestras propias observaciones, los ampliamos y sintetizamos, y llegamos a una nueva forma de pensar sobre cómo el cuerpo y la mente están unidos", sintetiza Dosenbach

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