Las claves para pasar de una mala salud habitual a una buena salud crónica

Envejecimiento saludable

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  • Es posible pasar rápido de una mala salud habitual, fruto de la inflamación crónica, a una buena salud crónica. 
  • Solo tienes que seguir unos sencillos hábitos que, en cambio, suponen un auténtico cambio de estilo de vida, y por ende, una salud de hierro, sea cual sea tu edad. 

La salud es la ausencia de enfermedad, como el bienestar la ausencia de dolor, pero en ambos casos la clave es la ausencia de inflamación crónica, causa de la mayoría de enfermedades y dolencias, fruto de un nocivo estilo de vida, de rutinas y actos perjudiciales para tu salud. Pero puedes dar rápido la vuelta a la tortilla y convertirte en una persona con buena salud crónica.

Además, en el actual torbellino de vida que llevas, como casi todos, donde la rapidez y la conveniencia a menudo dictan las elecciones, es fácil caer en hábitos que perjudican tu salud. Sin embargo, si repiensas y reajustas tus rutinas hacia un bienestar duradero, conseguirás cultivar una buena salud crónica, un concepto usado y explicado en artículos, podcast o vídeos como este

La base de la pirámide de la salud, la nutrición

Antes que el ejercicio. Habrás escuchado o leído que en importancia es un 70-30 a favor de la alimentación sana. La alimentación juega un papel crucial en nuestra salud. Para ello nada mejor que una dieta rica en verduras, frutas, productos del mar, setas, frutos secos, huevos, aves y carne de calidad. Ya ves que es rica y variada, nada de sacrificios dietéticos. Eso sí, evitando procesados, grasas trans, dulces y bebidas azucaradas. Más importante lo que evitas comer que lo que comes.  

Este tipo de alimentación, libre de ultraprocesados, no solo nutre tu cuerpo, sino que también fortalece tu sistema inmunitario y tu cerebro. Y el cómo es igual de fundamental: es esencial cenar temprano y mantener un ayuno nocturno de 12-13 horas, limitando las ingestas a 2-3 veces al día. Si puedes realizar ayunos intermitentes de 16 horas, mejor que mejor, siempre previa consulta con tu médico y si te sienta bien y te adaptas. 

El movimiento, segundo pilar de la salud crónica

Fíjate en el concepto de movimiento, es decir, de evitar el sedentarismo. Lo más importante, por donde tienes que empezar, es por moverte, como sea, aunque no hagas ejercicio en sí: sube escaleras, baja unas paradas antes para ir al trabajo o volver a casa, levántate cada hora al menos si trabajas de casa y date un paseo, haz unas sentadillas o cualquier ejercicio de los muchos que recomiendan como "píldoras". 

El ejercicio físico debe ser una constante en tu vida, variando entre caminar, correr, bailar, nadar, y practicar ejercicios de fuerza y flexibilidad. Si quieres esa salud crónica, debe de ser así. El movimiento no solo mejora nuestra condición física, sino que también influye positivamente en tu salud mental, no digamos si lo haces al aire libre: mejor caminar media hora por un parque que no cinco minutos de ejercicio intenso en tu salón, aunque ambas son válidas desde el punto de vista meramente físico. 

Descanso y conexión con la naturaleza

Ambos conceptos van de la mano. Si no descansas y duermes bien y no conectas con la naturaleza, el estrés podría aparecer o bien puede que no te libres de él. Con estrés no habrá salud crónica. Un descanso adecuado es fundamental para tu salud. Si comes bien y haces ejercicio, pero duermes mal, trasnochas y te levantas tarde, no lograrás cerrar el círculo virtuoso. 

Dejar de lado las pantallas al caer el sol y asegurar un sueño reparador, cenando al menos dos horas antes de acostarte, son prácticas esenciales. Además, el contacto con la naturaleza y pasar tiempo al aire libre, en compañía de seres queridos, revitaliza nuestro espíritu y fortalece las conexiones sociales, aspectos tan importantes como la dieta o el ejercicio.

Las otras claves de la buena salud crónica

Los tres pilares vistos son la base y de ahí viene todo lo demás, todo lo que te cuento a continuación: 

El bienestar emocional

La salud emocional es el pilar que sostiene tu bienestar general, aunque si has evitado el estrés, visto antes, tienes contacto con la naturaleza y pasas tiempo de calidad con tus seres queridos, es complicado que no adquieras ese bienestar emocional tan buscado por todos.

La importancia de manejar el estrés, la ansiedad y otros problemas emocionales es tal, y a veces tan complicada de lograr, que la búsqueda de ayuda profesional puede ser crucial y no debes de avergonzarte por ello. Es más, todos deberíamos realizar al menos unas "auditorías" mentales y anímicas con un profesional. 

La modulación de la microbiota

Si lo anterior se relaciona con el tercer pilar, este con el primero, el de la alimentación. Ya no es un enfoque innovador, sino una realidad corroborada por la ciencia y necesidad para una salud crónica, ya que el intestino es tu segundo cerebro y absolutamente clave en tu salud general. A través de la microbioterapia, puedes mejorar significativamente tu calidad de vida. Selecciona probióticos adecuados, basándose en su origen y eficacia.

Recuperando hábitos ancestrales

Los expertos nos recuerdan la importancia de recuperar prácticas ancestrales para mejorar tu salud, desde adoptar una dieta basada en alimentos frescos y de temporada hasta incrementar tu tiempo al aire libre y practicar la exposición a temperaturas variadas. Estos hábitos nos reconectan con un estilo de vida que promueve la salud crónica, pero aquí puedes ver más pormenorizadamente cómo hacerlo

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