La batalla por los coches eléctricos se recrudece: China empieza a competir en tecnología de asistencia al conductor

Imagen del Xpeng P7, sedan de la compañía china

REUTERS/Yilei Sun

  • Las compañías chinas quieren hacerse un hueco en el mercado mundial de los coches eléctricos apostando por la asistencia al conductor, algo que marcas como Tesla no ofrecen en el país.
  • Sin embargo, a pesar de este avance, puede que los resultados no sean lo esperado. Las empresas tienen dudas sobre si los clientes están realmente interesados en una tecnología que aún no han probado.  

Las compañías de coches eléctricos chinos se han puesto las pilas para tratar de ganar terreno en el mercado mundial. Estas marcas creen que en la próxima década solo 10 empresas sobrevivirán, aunque para eso necesitan vender 3 millones de vehículos al año. Para eso, deben incorporar nuevos elementos que atraigan al público.

Para ello, estas compañías están apostando por la tecnología de conducción asistida. Según publica CNBC, en el Salón del Automóvil de Shanghái hicieron varios anuncios sobre su tecnología de asistencia a la conducción.

McKinsey calcula que los sistemas de conducción asistida y totalmente autónoma en turismos podrían generar entre 300.000 y 400.000 millones de dólares de ingresos en todo el mundo de aquí a 2035. China es el mayor mercado automovilístico del mundo.

Algunas empresas como Huawei o Li Auto ya han comenzado a trabajar en estas tecnologías, mientas que otras, como Xpeng, ya la están probando en calles de Shanghái. La tecnología pretende que el conductor no tenga que hacer mucho más que mantener las manos en el volante, mientras el vehículo se desplaza por sí solo hasta un destino en la ciudad, incluso deteniéndose en los semáforos. 

Sin embargo, no está clara la potencia de ninguna de las funciones anunciadas ni si los consumidores chinos quieren comprarlas. La normativa actual también limita la capacidad de las empresas para permitir que la tecnología controle la conducción.

Con estos pasos, las compañías chinas pretenden superar a Tesla, ya que la marca de Elon Musk no ofrece su tecnología de asistencia al conductor en estas ciudades. La función Full Self Driving solo está disponible fuera de China, mientras que dentro pueden usar el Autopilot de la compañía para ayudar a la conducción en autopistas.

"Si no ofreces la tecnología de conducción asistida para el año que viene, va a ser realmente imposible competir", afirma Maxwell Zhou, CEO de la startup de software de conducción autónoma DeepRoute.ai.

Uno de los debates que plantean estos sistemas son los de los mapas. Uno de los argumentos de venta de DeepRoute es prescindir de los "mapas de alta definición". Eso permite a un vehículo utilizar la tecnología de asistencia al conductor en carreteras en las que no se han creado esos parámetros técnicos. Esto es algo que aplican Xpeng, Huawei y Tesla.

 

Esos mapas, utilizados por empresas de conducción autónoma como Alphabet ofrecen al coche una imagen detallada de las calles de la ciudad. Pero tienen que crearse antes de que el coche circule por la carretera. 

Este proceso puede incrementar los costes. Zhou, de DeepRoute, calculó que cada coche para recopilar datos requeriría 100.000 dólares, y otros 30.000 dólares al año para funcionar, lo que supone un total de unos 2.000 o 3.000 millones de dólares, sin incluir el coste de la mano de obra humana.

"Reconocemos que, como empresa emergente, el único camino para lograr la conducción autónoma es seguir el camino de Tesla", afirma Zhou. Además, se suma otro problema, ya que China está en un constante arreglo de sus carreteras, por lo que es muy difícil suministrar constantemente a los coches mapas lo suficientemente precisos.

Sin embargo, la gran incertidumbre es averiguar si los consumidores chinos están realmente interesados en la asistencia al conductor y más cuando no lo han probado realmente.

Xpeng, considerado uno de los más avanzados tecnológicamente, vio caer las entregas en el primer trimestre antes de un despliegue más generalizado de su tecnología de conducción asistida. El gigante BYD ha restado importancia a la tecnología de conducción autónoma.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.