Así intentan Google, Microsoft, Adobe o Zoom convertir su apuesta por la IA en un negocio rentable

Inteligencia artificial.

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  • La inteligencia artificial generativa se ha postulado rápidamente como la que podría ser la próxima gran revolución tecnológica. 
  • Sin embargo, plantea un problema para las compañías tecnológicas: se trata de una tecnología tremendamente cara. Aquí puedes ver qué están haciendo empresas como Adobe, Google, Microsoft o Zoom para intentar convertirla en un negocio rentable.

Cuando ChatGPT salió al mercado hace ya casi un año, las grandes compañías tecnológicas se dieron cuenta enseguida: la próxima gran revolución de su sector podía haber comenzado. Rápidamente, empresas de la talla de Amazon, Google, Meta o Microsoft se pusieron manos a la obra para comenzar a desarrollar sus propias herramientas de inteligencia artificial generativa. 

En ese sentido, una de las más aventajadas fue Microsoft, que ya había invertido previamente en OpenAI (la desarrolladora de ChatGPT). Apenas unas semanas más tarde de que el generador de texto por IA viese la luz, la firma de Redmond presentó el "nuevo Bing", una versión mejorada de su motor de búsqueda impulsada por la inteligencia artificial generativa. 

Google hizo lo propio con Bard, su apuesta para competir contra ChatGPT. Amazon, que en este momento se encuentra inmersa en un proyecto para implantar la IA en el sistema de búsqueda de su plataforma de comercio electrónico, también anunció Bedrock poco después, una plataforma para desarrolladores basada en la inteligencia artificial generativa. 

Más recientemente Meta, la matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, ha presentado todo un abanico de nuevas funciones para sus redes sociales basadas en la IA. 

Sin embargo, todos estos gigantes tecnológicos no habían caído hasta la fecha en uno de los principales problemas que presenta la inteligencia artificial en la actualidad: que su desarrollo y mantenimiento son increíblemente costosos. 

Con el objetivo de intentar rentabilizar esas inversiones (que se contabilizan por miles de millones de euros), las big tech han intentado capitalizar estas nuevas herramientas. Microsoft anunció hace tiempo que iba a introducir anuncios en las respuestas que ofrece la IA en su nuevo buscador Bing. Aun así, compañías como Amazon ya se plantean cobrar únicamente por la utilización de la tecnología.

Dave Limp, responsable de dispositivos y servicios de Amazon, anunció hace poco que dejaba la compañía después de 13 años.

El Wall Street Journal ha publicado un reportaje sobre este tema en el que indica que la situación varía en función de la empresa. Por ejemplo, una persona relacionada con la situación ha declarado al medio de comunicación estadounidense que Microsoft ha perdido dinero con algunos de sus primeros productos de inteligencia artificial generativa.

Al parecer, Google está lanzando actualizaciones de su software basadas en IA con precios más elevados, Zoom ha intentado mitigar los costes utilizando en ocasiones una inteligencia artificial más sencilla que ha desarrollado internamente y Adobe ha establecido límites al uso mensual de sus usuarios y ha establecido tarifas en función del consumo.

"Muchos de los clientes con los que he hablado están descontentos con el coste que les supone utilizar algunos de estos modelos", ha señalado Adam Selipsky, director ejecutivo de Amazon Web Services (la división en la nube de Amazon), al Wall Street Journal.

El medio de comunicación estadounidense hace referencia al caso de Microsoft, que ha aprovechado su asociación con OpenAI para lanzar GitHub Copilot, un servicio que ayuda a los programadores a programar, corregir y traducir código fuente. 

Copilot se ha convertido en una herramienta muy popular entre los programadores (ha sido utilizado por 1,5 millones de personas), pero también se ha convertido en una importante fuente de pérdidas para la firma de Redmond. Los usuarios pueden pagar 10 dólares al mes por utilizar el servicio, pero durante los primeros meses del año Microsoft habría perdido más de 20 dólares al mes por usuario.

 

Parece que la solución que va a adoptar la compañía dirigida por Satya Nadella consiste en subir sus tarifas, que pasarían a costar 13 dólares al mes por el paquete básico de software y 30 dólares más al mes —es decir, 43— por la versión con IA. 

El Wall Street Journal menciona otros casos como el de Google, que también va a lanzar una función similar a la de Microsoft, un asistente de inteligencia artificial que podría costar unos 36 dólares al mes. 

Zoom, la plataforma de videollamadas que ha tenido que afrontar algunas polémicas con respecto a su uso de la IA, habría optado por desarrollar un software más pequeño y barato con el objetivo de ahorrar costes para su asistente de inteligencia artificial. 

Por su parte, Adobe ha implementado un sistema de créditos en sus programas —Photoshop, Illustrator, InDesign— para intentar que su generador de imágenes por IA, Firefly, no repercuta en sus resultados financieros. Según parece, una vez que los clientes de Adobe superan los créditos mensuales asignados, la empresa reduce la velocidad del servicio para desincentivar el uso excesivo del modelo.

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