Mi marido y yo decidimos gestionar nuestras finanzas por separado (y no lo haría de ninguna otra forma)

Jen Glantz, la autora, y su marido.
Jen Glantz, la autora, y su marido.

Susan Shek

| Traducido por: 
  • Cuando mi pareja y yo nos casamos, decidimos gestionar las finanzas por separado.
  • Nuestros niveles de ingresos nos situarían en un tramo impositivo más alto si hiciéramos la declaración de la renta conjunta.
  • Preferimos distintos tipos de inversión y tenemos diferentes hábitos de ahorro.

En 2021, justo antes de casarme, le dije a mi pareja que no quería combinar mis finanzas con las suyas

Aunque hemos sido transparentes con los temas económicos desde el principio de nuestra relación, no habíamos hablado hasta entonces de si combinaríamos o no nuestras cuentas bancarias, inversiones o tarjetas de crédito después de la boda.

Pero después de pasar casi una década intentando encarrilar mis finanzas personales, me estaba empezando a poner muy nerviosa con la idea de abandonar mi plan de acción y fusionar mi dinero con el suyo. 

Sobre todo porque, aunque tenemos valores financieros similares (los 2 nos esforzamos por evitar las deudas y mantener una puntuación crediticia alta), tenemos opiniones diferentes cuando se trata de gastar, ahorrar e invertir.

Ahora, después de 2 años de matrimonio, me he dado cuenta de que, al mantener nuestras finanzas separadas, hemos ahorrado miles de euros al año. Así es como lo hemos hecho:

1. Puedo seguir mi propia estrategia de ahorro

En enero, decidí ponerme a ahorrar. En lugar de invertir mi efectivo en diferentes fondos indexados o apostar por determinadas acciones, cogí la mayor parte del dinero que tenía disponible y lo puse en cuentas de ahorro de alto rendimiento y CDS —credit default swap, intercambio de incumplimiento crediticio en su traducción literal—, ganando alrededor de un 4% de rendimiento anual en intereses. 

Gracias a ese movimiento de dinero, este año ganaré unos cuantos miles de dólares en ingresos pasivos.

 

Mi marido pensaba también que era una estrategia inteligente, pero no era lo que él quería hacer con su dinero. En su lugar, él prefiere utilizar ese dinero en efectivo para invertir en acciones.

Si tuviéramos nuestras cuentas combinadas, tal vez no habría tenido la oportunidad de poner tanto dinero en estas cuentas de ahorro como lo hice y, en cambio, habría abierto mi cartera financiera a tipos de inversiones más arriesgadas con las que no me sentiría cómoda este año.

2. Pagaríamos más impuestos si hiciéramos la declaración juntos

Después de casarnos, hablé con mi asesor y le pregunté si mi pareja y yo debíamos hacer la declaración de la renta juntos o por separado. Tras analizar los ingresos de ambos, determinó que si presentábamos la declaración juntos, estaríamos en un tramo impositivo más alto y tendríamos que pagar más impuestos.

Como lo hicimos por separado, estamos en un tramo impositivo más bajo y cada uno debe menos. Esto nos ahorró miles de euros en 2021 y 2022.

3. Puedo ceñirme a mi propio presupuesto

Otra razón por la que decidimos mantener nuestras finanzas separadas es porque no estamos de acuerdo sobre cómo ajustar el presupuesto personal a mantener el resto del año. 

Yo prefiero recortar gastos cuando se trata de gastar dinero en comida y entretenimiento. Mi pareja prefiere gastar en esas categorías y ahorrar menos dinero cada mes. Poder tener pleno control sobre mi propio presupuesto personal me ha permitido ahorrar al menos un 20% más al mes que él.

Si juntáramos nuestro dinero, no sólo acabaríamos discutiendo, sino que yo tendría que renunciar a mis hábitos de ahorro y ceder a gastar más cada mes.

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