La pasta es deliciosa, pocos lo discuten, pero puede no ser un plato tan saludable como cabe esperar. Aquí cuenta su elaboración, no es lo mismo si rebosa salsas procesadas y carne picada o chorizo que si se acompaña de verduras y un chorrito de aceite.

También es importante cuánto se consume. De manera ocasional pocas cosas son tan nocivas como para desterrarlas por completo y hasta los nutricionistas ven con buenos ojos los caprichos. Pero si se trata de un plato que tomas varias veces a la semana entonces deberías tener en cuenta qué tipo de pasta estás comprando.

¿Es la pasta saludable?

Desde la perspectiva de un nutricionista la pasta es sana cuando está elaborada sin harina refinada, altamente procesada, ni aditivos innecesarios. Como para casi todo, cuanto más corta sea la lista de ingredientes, mejor.

Este alimento es una fuente de hidratos, los cuales deberían suponer del 45 al 65% de las calorías diarias en una persona promedio. También pueden aportar fibra, vitaminas y ciertos minerales o cambiar eso por un buen pico de glucosa.

Que haga una cosa u otra depende de cómo se elabore. Las pastas refinadas, como también pasa con el arroz o el plan blanco, no aportan fibra, y tienen un índice glucémico mayor, lo que significa que se absorben rápidamente, haciendo que los niveles de azúcar en sangre se eleven de forma abrupta.

La calidad de los carbohidratos mejora cuando son "con grano no refinado, ricos en fibra y con bajo índice glucémico, es decir cuando no suban la glucosa a largo plazo" enumeró previamente el doctor Miguel Ángel Martínez-González, uno de los mayores expertos a nivel mundial de dieta mediterránea.

Fibra, proteína e integral

Para que no te abrume la inmensa variedad existente, ni te dejes seducir por eslóganes de marketing poco fiables, el doctor Tim Spector tiene algo que decirte.

Spector, profesor de epidemiología genética en el King's College de Londres y uno de los científicos sobre nutrición más citados, comparte en sus redes consejos que pueden ayudar a comer mejor. En una de sus entradas en Instagram el investigador ha explicado cómo comprar la opción de pasta más saludable.

"No te dejes engañar pensando que si un producto no contiene gluten significa que es más saludable. Para la mayoría de nosotros que no somos celíacos o no tenemos intolerancia, las alternativas de cereales integrales suelen ser menos procesadas, más baratas y más saludables", matiza.

En palabras del especialista, vale la pena revisar las etiquetas para conocer el contenido de fibra y proteínas. Los ingredientes clave. Esto mejorará "el impacto de los alimentos básicos como el pan o la pasta en el nivel de azúcar en la sangre y garantiza que los microbios también reciban una buena comida".

Para hacerte una idea, elegir una pasta blanca estándar proporciona alrededor de 2 gramos de fibra y 6 gramos de proteína, mientras que cambiar a pasta integral aumenta esto a alrededor de 4 gramos de fibra y 6 gramos de proteína, estima en sus redes.

Merece la pena el cambio. "Más del 90% de nosotros no consumimos suficiente fibra y prestar atención a las etiquetas de nuestros alimentos y cambiar nuestros alimentos básicos podría marcar una diferencia en nuestra salud", concluye el investigador.